Vicious Fun (Cody Calahan, 2020) – 101 min. –

Un crítico de cine frustrado de segunda categoría (es decir, cualquiera de nosotros), después de una borrachera tontísima, acabará en una sesión de terapia de grupo para psicópatas. Porque hasta los asesinos en serie necesitan un espacio seguro para confesar sus sentimientos.

Película que realmente me ha sorprendido, esperaba ver algo sencillo y tontorrón, para acabar encontrando una pequeña joyita de calidad.

Película con grandísimo ritmo, no tiene un momento de pausa, cada vez que se empieza a perder velocidad, cambio de escenario y vuelta a la grandeza. Ya desde el principio te avisan de que esto va en serio.

A diferencia de los protagonistas, que son correctos, todos los secundarios son geniales (veréis muchas caras conocidas entre ellos). Siendo en si mismos homenajes a las películas slasher, caracterizando cada uno de ellos un arquetipo de asesino (mi favorito, el alemán, qué pedazo de actor y personaje).

Toda la película tiene la sensación de estarte contando un chiste, que te va arrancando carcajadas. Y como buen chiste, van introduciendo elementos nuevos constantemente (me moría de la risa con los policías).

Banda sonora típica de las películas ochenteras (¿hablábamos de slashers?) muy correcta y buena cámara.

¿Y sobre los protagonistas? ¿Quién los necesita? Esta es una película de sentimientos, de la necesidad de expresarlos con tus colegas y encontrar un hombro en el que apoyarte para no perder tu cordura. Y si ya lo has hecho, para tener la reafirmación que solo pueden darte tus iguales. Espacios seguros que deben mantenerse a toda costa, ya que en caso de no hacerlo, en lugar de cancelar al ofensor (algo de pobres posmodernos), te enfadas y coges tu machete, como cualquier persona de bien.

De hecho la presentación de los mismos es algo sublime, recordándome a la estética de un videojuego.

Vamos que es una película que no debéis dejar pasar para una tarde con colegas. Es una película de chiste, pero de uno bueno. Y al ser corta, dos veces buena.

Una película con escenas bien cafres y su buena dosis de sangre, que siempre se agradece. Me enamoró el hecho de que incluso en esas escenas hay homenajes (como uno maravilloso a la historia de Ricky).

Le habría quitado el minuto final, por lo innecesario, la típica escena que ponen los directores porque piensan los espectadores, pobres de nosotros, no nos enteramos de como va todo.

Reflexionando la película, casi podrías decir que es una metáfora sobre el hecho de que todo Batman necesita su Robin, todo Capitán Trueno su Crispin, lo reconozcan o no. Pero como no me interesan los protagonistas porque la historia no va de ellos, sino sobre un grupo de colegas que sabe mantenerse unido, no lo diremos.

 

La escena: La «limpieza» de la comisaria, no puedes parar de reír con ella. (Aunque, los que me conocen saben que siento especial debilidad por la escena del baile de Nice Bob).

La frase: «¡Nunca te metas con el mostacho de un hombre!» y «Eso es precioso» (después de que Phil/Joe hablara ante su público).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2020

Nota del autor:

8,0
███████ (Muy buena)

TRÁILER V.O.

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente