Los excesos (2023): una mala racha

Finales de los años 80, Inglaterra. Una madre con Diógenes trabaja a jornada completa y mantiene la funcionalidad suficiente para también mantener las zonas para comer, bañarse y dormir despejadas y en estado correcto, mientras otras guardan grandes cantidades de objetos que atraen ratones, olores… Con todo, cuida a su hija todo lo bien que puede. La niña, por sus diferencias con los demás, no tiene más amistad y vínculo que el de su madre lo que trae algunas frustraciones y más codependencia de la habitual en esa edad. Un día, la madre es aplastada por su propia pasión digamos, y la niña es enviada a una casa de acogida.

La ópera prima de la joven Luna Carmoon delata ciertas influencias tanto en sus temáticas como en su forma de rodar, como es normal. No es un mal arranque pero tiene algunos defectos como una duración más prolongada de lo necesario y una forma de contar la historia que, al menos a mi, no me funcionó demasiado.

Tenemos a veces tintes de que podríamos ir a un realismo mágico con un toque un poco oscuro a lo Tideland (2005) o Rhinoceros Eyes (2003) pero no llega a ir por lo mágico en ningún momento. A veces la obsesión y el fetiche, además del argumento en si, nos hacen desear un toque de humor y a mí me hizo soñar con las maravillas que habría hecho John Waters con esta idea.Tenemos la clásica situación, una persona llega en un momento frágil y tiene todas esas cosas que puede que sean raras, disfuncionales e incomprensibles pero te llevan a una familiaridad con algo antes vivido y esa persona entra en el juego como si tuviera la intuición para ello.

El film no dista mucho en estructura, estilo y lugares comunes del cine independiente e intimista de su país. Quiere ser transgresora pero tampoco llega muy lejos. Parece que va a denunciar un poquito algo con la amiga pero, no. Parece que hay una espiral hacia algún lugar pero tampoco, y en esto último no estoy en contra, el final tiene un toque esperanzador y de que no todo es irremediable que está bien.
Las interpretaciones son buenas y tiene sus momentos. El personaje de la madre, que sale solo un rato al principio está bien construido, el de la hija, pecando de ciertos excesos con el personaje incluso desde antes que pase nada, a veces se torna poco creíble teniendo en cuenta que la película ha elegido la ruta de drama bastante realista.

Una película con un tramo medio que se hace bastante lento, sobre los detonantes que nos pueden hacer ser erráticos una extraña temporada.

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Distribuida en España por FILMIN
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