El hoyo (Galder Gaztelu-Urrutia, 2019) – 94 min. –
The Platform (Título internacional)
Sinopsis:
Maravillosa película que junta varios elementos, estética a lo Cube (1997), ciencia ficción y una critica social salvaje.
En un futuro, no muy lejano, existe una estructura llamada el hoyo. La gente puede ingresar de forma voluntaria, para conseguir algo o conmutar sus penas de cárcel. Al entrar solo puedes conservar un elemento del exterior, y la poca cordura que puedas atesorar.
Una vez dentro, vivirás en un cubículo junto a otro compañero y un enorme agujero que conecta verticalmente con el resto. Dos personas por cubículo. La única comida que llega es la que te dejan tus compañeros del piso superior, la que dejas será para el piso inferior.
Lo bueno de esta película no solamente es el escenario, minimalista y atroz. No la banda sonora, que te mete dentro de la película. No la cámara que hace un trabajo soberbio. No las escenas, que se vuelven más acojonantes a medida que se avanza, para lo sencillas que son.
Es la capacidad de coger una idea y metértela dentro de la cabeza, como con una historia sencilla y la sucesión de sus episodios es capaz de hacerte pensar en como funciona la sociedad actual. Donde todo puede resumirse a una gestión de recursos.
De como la sociedad no deja de ser una maquinaria hostil y fría que pretende aplastarte con total indiferencia como el número que eres. Que solo el acto de una persona puede llegar a romper esta maquinaria y como la gente, una vez dentro de la maquina es totalmente incapaz de ver este hecho y eso produce que pretendan defender la maquinaria, a expensas del resto y la realidad.
Buena reflexión para solo una película.
Y mientras tanto, una película que no tiene un momento de pausa. Toda escena es buena, todo momento esta lleno de matices y cada conversación igual. Me encanta el hecho de que el protagonista haya escogido como elemento para introducir en el hoyo un ejemplar del Quijote (recordar, hay que rezar al Quijote a diario), aunque seguramente a vosotros os flipará el elemento de Trimagasi (Zorion Eguileor).
Cada personaje es interesante, incluso los secundarios, encarnando diferentes elementos de la realidad. La conformidad, la lucha para cambiar el estatus quo, la piedad, la desesperación y la «alucinancia» (mi personaje favorito).
No solo es que la historia este bien pensada, es que el casting es muy bueno, me costaría ver a otros actores (especialmente a los que encarnan a Trimagasi y Baharat (Emilio Buale)). Y además tiene un final maravilloso (que sea un pelín incoherente con el desarrollo de la historia es lo de menos).
Y cuando creáis que todo va sobre ruedas, recordar, siempre aparecerá un Miyagi cualquiera que os pondrá en vereda con una frase de sabiduría.
LA ESCENA: La bajada a los infiernos
LA FRASE: «La panna cotta es el mensaje»
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2019
PREMIOS CONSEGUIDOS EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE SITGES 2019:
⬤ Mejor película
⬤ Premio Citizen Kane al director revelación
⬤ Mejores efectos especiales
⬤ Gran premio del Público a la mejor película
Nota del autor:
9,0 █████████ (Ecelente)
TRÁILER V.O.