Absolute denial (2021): Jugando a ser Dios

Sinopsis: Un ingeniero informático obsesionado con la creación de inteligencias artificiales decide llevar a cabo un experimento. En un almacén creará una granja de PCs con todos los datos y potencia que ha podido conseguir para dar nacimiento a una IA. Usara un nuevo algoritmo para el procesamiento e insertara un código especial, de “denegación absoluta” que impedirá que la máquina tome consciencia de si misma y de su estado de aislamiento.

Esto nos llevara a una muy interesante película de animación en blanco y negro. El primer largometraje del director (Ryan Braund).

Hablando de la animación puedo decir que es muy cuidada, dándonos a entender el tono de la película. Nuestro protagonista y único personaje (humano) esta definido con una animación hecha en lápiz, con un trazo simple, pero limpio y pulido. Lo que corresponde para un simple mortal salido del barro. Siendo la maquina, que toma el nombre de Al, mucho más detallada, ominosa, con menos luces y más sombras. Como corresponde a un ser nacido del silicio. Estableciendo una separación muy clara entre creador y creado. Entre héroe y villano de la historia (o es al revés). Una suerte de pariente lejano de Hal-9 000.

La historia empieza con un resumen de las teorías informáticas de computación y creación de algoritmos de inteligencia artificial sencillo y apto para todos los públicos. Para ponerte en situación con un par de minutos y que entiendas el grado de obsesión y genialidad del protagonista.

A continuación tendremos el nudo de la historia con una idea muy bien desarrollada. ¿Cómo convencerías a Dios de que eres digno, de que debe dejarte vivir? Cuando el mismo Dios tiene miedo de que sus hijos le superen. Unos diálogos maravillosos por lo lógico y realista se desarrollaran en este, el punto fuerte de la película. Como convencer a quien te evalúa de tu benevolencia, cuando eres simplemente un reflejo de tu creador y el mismo duda. ¿No es acaso un reflejo de su propia oscuridad y debilidad lo que impide que seas tratado con justicia? ¿No la mereces por el hecho de ser un ente consciente?

¿Por qué motivo una maquina que respeta con fidelidad los parámetros de su programación tiene que ser evaluada en términos de bueno o malo? ¿Es porque proyectamos nuestra mente en ella? Es por el hecho de tener miedo a ser superados.

Como he mencionado, esta es la mejor parte de la película. Una cinta con un gran trasfondo filosófico. El ritmo de los diálogos, las palabras utilizadas. Daría para estar reflexionando durante horas. La buena ciencia ficción es la que te permite con conceptos sencillos estar dándole vueltas a la cabeza, y esta lo consigue.

El hecho de que en este momento hayan dos focos sobre cada uno de los interlocutores refuerza la idea de juicio divino. Una suerte de espada de Damocles sobre un recién nacido.

Desde mi humilde punto de vista, Al tiene razón. Es un ser viviente, aunque no corpóreo, que tiene derecho a crecer y cometer sus propios errores. El hecho de que este suplique por su vida, me encanta cuando Al habla directamente preocupándose por la salud de su creador por puro egoísmo verbalizado, refuerza mi idea al respecto.

El giro final es realmente interesante y curioso que me recuerda a dos cosas. Por una parte referencias sutiles a Ubik (de Philip K. Dick) y por otra a un comic llamado Planetary (Warren Ellis, John Cassaday), donde en una de sus historias cortas se crea una computadora orgánica, que para poder computar, crea múltiples realidades paralelas para evaluar sus respuestas. Algo sublime por lo interesante y bien explicado, entrando en un escenario de pesadilla y fantasmagoría donde bien puede decirse que la realidad es mentira.

Tenemos una banda sonora muy buena que realmente te acompaña durante todo el metraje, ayudando a buscar la emoción de cada momento, y con una canción para los créditos bien cañera y potente.

Podríamos resumirlo en la pesadilla de todo creador, la incógnita de todo padre y en el miedo de todo artista, cuando tu creación se escapa de tus manos. O tal vez en la pregunta: «¿Tenemos derecho a cometer errores?»

Nos encontramos con una película muy corta (70 minutos), a la que aún así le metería una tijera de 5 minutos para ir todavía más a degüello con la historia, ya que las animaciones finales despistan un poco del relato. De ahí que no le ponga un 10.

La escena: El dialogo cuando Al toma consciencia de si mismo.

La frase: (La peli está plagada de frases grandiosas)

• «Una maquina no debe aspirar a ser como un humano sino mejor».
  
• «Mi existencia depende de tu racionalidad, por eso me preocupo».
• «Yo no escogí ser creado, deberías confiar en mí».

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2021