Méandre (Mathieu Turi, 2020) – 90 min. –
Meander (Título internacional)

Sinopsis: Una mujer con tendencias suicidas, un poco ridículas, es recogida como autoestopista para a continuación caer inconsciente. Todos esperábamos aquí una amable y desenfadada película slasher con tortura y diversión. Pero no.

Nuestra protagonista se despertará en un complejo de túneles hiper-tecnificado donde tendrá que ir avanzando superando diferentes pruebas. Rápidamente veremos las similitudes a Cube (1997), sin llegar a su nivel. Todo esta diseñado para hacerte avanzar sufriendo, en lugar de para matarte en el acto.

Y paso a paso, jadeo a jadeo nuestra protagonista ira avanzando por su infierno personal durante el metraje. Alternando el horror claustrofóbico con la pesadilla tecno-orgánica.

Apenas hay diálogos. Y para los que hay mejor seguir con los jadeos y dejarlo como una película muda. Solo tenemos a nuestra protagonista con una escenografía mínima que se ira reduciendo para aumentar nuestra sensación claustrofóbica. La iluminación consiste en la pulsera luminosa de la protagonista, que ejerce como contador de tiempo, lo que hace que la cinta sea muy oscura, para así grabar más fácilmente.

Nuestra suerte de madre coraje ira contorsionándose por el metraje, intentando descifrar que esta pasando, con poco éxito. Para las pocas explicaciones que hay mejor evitarlas y reducir metraje. Ya que el ritmo es muy bueno hasta que llegan esas explicaciones, que dan un poco de risa y son una perdida de buen esfuerzo.

Podríamos decir que es una versión de Cube descafeinada, ya que el toque gore esta rebajado.

Por otra parte, analizando y forzando mucho, lo que no debemos hacer nunca, es una película sobre el ciclo del budismo.

Nuestra protagonista ira avanzando por la vida, sufriendo a cada paso. Sin comprender nada. Repitiendo el ciclo sin fin, una y otra vez hasta alcanzar pequeñas perlas de iluminación. Sacrificándose por el camino, u  otras personas. Con el Cielo como meta delante pero no siendo digna de él (especialmente se ve en la escena de los alambres). Desapegándose del cuerpo y para acabar del yo hasta alcanzar esa iluminación y romper el ciclo.

Pero con el detalle de, como es un ser de luz, recibirá ayuda en el camino (aunque ligera), no como otro personaje que ira hundiéndose más y más en el sufrimiento (merecido).

Podríamos decir que esto es el motivo real de la historia, aunque no se pueda intuir hasta el final, con la frase más relevante de la película y te hace repensar que has estado viendo.

Como detalle adicional mencionar las pocas escenas de grimdark (*) que aparecen, con unas calaveras tecno-orgánicas la mar de majas, y expresivas.

(*) Grimdark es un subgénero de ficción especulativa con un tono, estilo o escenario particularmente distópico, amoral o violento. El término se inspira en el lema del juego de estrategia de sobremesa Warhammer 40.000: «En la sombría oscuridad del futuro lejano, solo hay guerra»

La escena: La pelea por el espacio, mientras todos en el cine veíamos como había de sobras.

La frase: «He hecho todo lo que pedisteis» (¿alguien te ha dicho algo en toda la película?).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2020
Distribuida en España por A CONTRACORRIENTE FILMS

Nota del autor:

6,0 ██████ (Correcta) 

TRÁILER:

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente