Under the Silver Lake (David Robert Mitchell, 2018) – 140 min. –

Los Ángeles es un hervidero de gente rara, y eso lo sabe cualquiera que haya visto suficiente cine made in Hollywood. Desde niños ricos con gustos excéntricos a magnates con delirios de grandeza, pasando por pseudofamosos snobs y teóricos de la conspiración.

Sam (Andrew Garfield) no suele divulgar mucho su afición a desentrañar códigos ocultos, pero está más cerca de contarse entre los últimos que de triunfar en la ciudad de las estrellas. Este niño grande sin oficio ni beneficio pasa el rato entre espiar a su vecina hippie en topless y jugar al Super Mario en la NES, guarda registros de fenómenos que para él no son casuales y está obsesionado con un fanzine conspiracionista titulado “Under de Silver Lake” (Silver Lake es la zona en la que vive y el lago en torno al cual está construida).

En su complejo de apartamentos conoce a Sarah (Riley Keough, American Honey 2016), una vecina adorablemente excéntrica que, tras invitarlo a charlar y ver una peli juntos en su casa, desaparece junto a sus compañeras de piso sin dejar casi ningún rastro. A partir de ahí, Sam se embarca en la persecución de pistas, patrones y rastros que lo puedan llevar hasta ella a través de la ciudad y de la cultura pop. Se enfrentará a enigmas, figuras misteriosas en la noche, gamberros preadolescentes, disparos y la amenaza incierta de una mujer búho asesina.

Con una Mención especial al Premio de la crítica Josep Lluís Garner del Festival de Sitges, Under the Silver Lake empieza lento pero va tomando velocidad hasta que acabas deslizándote por la ladera de la paranoia de Sam entre la euforia y la estupefacción.

Llena de referencias y bofetones a la generación millennial, la película no tiene un gran mensaje profundo pero consigue, con toda su desproporción, surrealismo e histrionismo, devolverte a la realidad y dejarte nuevo.

Vista en el Festival Internacional de Sitges 2018

Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)      

TRÁILER – V.O.S.E:

Written by Aura C. Delgado