おおかみこどもの雨と雪 (Ôkami Kodomo no Ame to Yuki) (Mamoru Hosoda, 2012) – 117 min.-
The Wolf Children Ame and Yuki (Internacional)

Una voz cándida y lejana deja arrastrar consigo un suave murmullo que recuerda a una nana. Las flores ofrecen un lugar mullido sobre el que Hana reposa su cabeza. Nada aparece enfocado, cada contorno, cada forma se diluye en una lejanía reconfortante y dorada. Como mirar a nuestro alrededor segundos después de ser deslumbrados por la luz del sol. Todo se mece y envuelve en el cálido abrigo de el recuerdo de una hija sobre su madre. Wolf Children es esa historia.

Una Universidad, un amor juvenil, un trabajo a tiempo parcial con el que pagar esos estudios… La cotidianidad irrumpe de un modo abrupto para ofrecer un retrato de las dos caras de una misma moneda: la vida diaria de Hana, nuestra protagonista, y el hombre lobo del que se enamora. Dos figuras solitarias reflejando un modo de vida idéntico, que acaba por confluir en la abnegación de esa soledad tan humana: crear una familia.
Wolf Children_001El director Mamoru Hosoda (La chica que saltaba a través del tiempo, 2006) destroza el cuento de hadas, y demuestra que su historia no es ninguna fantasía idílica sino que aparece sujeta a las normas y cambios más violentos que puede brindar la vida. Se nos sitúa en un estado de plenitud emocional junto a Hana (quien ya es madre de dos niños), para de pronto contemplar la cara más patética y deprimente de una realidad que parecía de cuento. El cadáver de un lobo, al que la protagonista reconoce como su marido, yace en una zanja, muerto. Es retirado y depositado en una bolsa de basura por los barrenderos locales, quienes lo lanzan al interior de ese camión de desperdicios. Todo lo vemos desde lejos, y sólo escuchamos la lluvia. Ni siquiera escuchamos a Hana llorar. A Hosoda no le interesa mostrarnos cómo suena el drama, sino qué se escucha cuando la vida nos arrebata algo. Es ese patetismo, esa crudeza la que Wolf Children coteja en primera instancia, pero no es una bofetada, ni se percibe como algo agresivo: aparece perfectamente implementado en una realidad animada. La vida fluye en esta obra, derrumba a nuestros personajes y erosiona todo a su paso.

wolf children_004 La película no bebe de esta experiencia para construir su propio dramatismo, ni siquiera llegamos a saber el nombre del padre. Wolf Children, es en su totalidad un proceso. La deconstrucción de cómo una madre viuda primeriza debe criar a dos niños lobo bajo la más tierna mirada a la infancia. De cómo se crea una familia, la dulzura y mimo con que Hana educa a Ame y Yuki. Todos y cada uno de los elementos de Ookami Kodomo, gozan de un cariño inconmensurable.
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Aquel que le infunda una Yuki adulta, la hija de Hana. Por lo que no es la mera limitación de la narración de una historia sino el cómo recuerda a su madre, cómo fue criada, a qué olía su infancia. Estamos contemplando de forma directa el espectro lumínico de los recuerdos de una niña en el contraluz de su propia adultez. Es por ello que Wolf Children es tan asombrosamente humana. Porque ese amor es palpable. El mismo se transcribe al modo de Hosoda por el deleite en su propia sensibilidad hacia aquellas cosas que pese a estar siendo solo contempladas, saben, huelen, se escuchan y poseen el tacto de la infancia de cada uno.
wolf children_003Es la escena en que Hana acaricia la espalda de un afligido y vulnerable Ame de 5 años, repitiéndole que todo está bien a lo que el niño le continua demandando más caricias que lo consuelen en un irreparable llanto. Uno que solo puede ser calmado por el tacto de la voz y mano de una figura materna. Wolf Children es la atención que presta Hosoda a las manos de la protagonista, a cómo las cubre de tiritas y cómo esto refleja los callos de haber criado sola a sus hijos, cómo siembra, ara una y otra vez su huerto equivocándose de nuevo. Pero en especial, Wolf Children, es el preciso instante en que Hana, desliza su mano por una de las vidrieras de la casa a contraluz con la luz diurna. La sensibilidad, el cariño, no se articulan de forma independiente, sino que el primero sirve de vehículo de lucimiento para el otro y viceversa. Se conjugan.
wolf children_006El control del movimiento no requiere de una acción desmedida. Está en los gestos de Yuki cuando corretea, en la fragilidad de Ame y cómo se acerca e interactúa con su madre aún cuando ni siquiera están hablando entre ellos. Todo se siente como algo verdaderamente auténtico, cálido e infinitamente humano. No es solo vigente en cómo se crían los niños, sino en el tiempo de la propia película. Hay una escena preciosa por su sencillez: encontramos a cada uno de los niños en su clase, los vemos desde fuera y vemos que tan solo los diferencia un curso.
Wolf Children_008La cámara comienza a moverse lentamente, recordando a ese plano secuencia de otro de sus films Summer Wars (2009), sin embargo retorna siempre desde dos puntos. Avanza para mostrar a Yuki leyendo en voz alta en su clase. Retrocede para mostrar a un marginado Ame. Repite para hacer confluir ambos puntos, mostrando a Yuki defendiendo a su hermano y dejándolo de lado. Solo sabemos que está transcurriendo el tiempo, porque los números de las puertas en cada una de las dos aulas, va alternándose con los cursos que van pasando. Y cada uno de los dos niños, comienza a tomar su camino. No porque la película lo dicte, sino porque es el momento de que así sea puesto que ambos niños están creciendo.
wolf children_002Todo acaba siendo un examen: la prueba definitiva que ha de constatar si Hana no solo ha sabido criar a sus hijos como personas y lobos, sino que además el contexto “fantasioso” de la historia se revela como la auténtica prueba
. Ame ha decidido ser un lobo, y como tal, con tan solo diez años es ya uno adulto completamente independiente. La parte final de Wolf Children discurre a partir de lo que parecía un cuento de hadas, sobre la adultez, y el momento en que una madre se ve quebrada no solo por la partida de su hijo o el bienestar del mismo, sino por el terrible y siempre presente cuestionamiento de si ha sido o no una buena madre. La crudeza y posibles bandazos de la vida se ven representadas en la hostilidad del mundo que rodea a Ame: algo tan impredecible como la propia Naturaleza.

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Es entonces cuando Ame deposita a Hannah en el suelo y la deja atrás, conduciéndose así mismo al clímax de la obra con ese aullido respondiendo más que con creces a la pregunta que atormenta a su madre. “Gracias. Estaré bien”. El modo de responder de Yuki a esta pregunta, es el paulatino goteo que representa el paso de la niñez a la adolescencia, y por ende a la adultez. Es decir, el testimonio de su propia hija durante todo el largometraje.
wolf children_007Wolf Children, es una de las películas de animación más hermosas así como el retrato más sensible y generoso, que se haya ofrecido en este género sobre el amor de una madre. La imprescindibilidad del cariño en cada una de las etapas que conforman el desarrollo y crecimiento de una familia.

Distribuida en España por SELECTA VISION.

Nota del autor:
10,0 ██████████  (Obra maestra)

Película se lanzó en DVD a partir del  30 Octubre del 2013.

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COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Diego Karasu

Wolf Children es un anime atípico y hermoso a partes iguales, se toma la metáfora de una relación licántropa como excusa para narrar la vida dura de una madre soltera a cargo  de dos hijos que por circunstancias especiales no pueden tener un contacto natural con el resto de la sociedad -podría extrapolarse a algo racista o a una enfermedad incomprendida o cualquier factor que la excluya-. Debido a ello, tiene que abandonar la megalópolis e ir a una zona rural, con el hándicap que tiene cambiar la forma de vida, metas, sueños… sacrificios que Hana estará dispuesta a correr en busca del mejor porvenir de sus hijos-lobos. Este film es un viaje sosegado a una nueva vida, un manual de una madre soltera en un mundo por descubrir, el crecimiento y búsqueda de tu verdadero yo y la contemplación de un hermoso paisaje donde la cotidianidad se convierte en un prado lleno de hermosas anécdotas
Una cinta de culto labrado con el boca a boca, una delicia para aquellos que nunca perdieron ese niño que llevamos dentro y para aquellos que piensan que el amor de madre eclipsa cualquier afectividad. Evidentemente tiene cosas que me «sacaban» de su atmósfera: la desaparición absurda del padre, el «guiño» casi zoofílico xDDD, el gafe tan enorme de Hana y su mantecosa inocencia; aparte que quizás de un excesivo metraje que te puede llegar a rozar el hastío. Pecados que pueden perdonarse, pero que hacen conseguir la redondez tan merecida. Si te gusta llevarte por las emociones, romper con los prejuicios contra el anime y llorar a moco tendido…  esta es tu peli. P.D. hermosísima la canción-nana que aparece en los créditos finales =)  7’0

 REPARTO DE ACTORES DE DOBLAJE:

doblaje_wolf children

TRÁILER :

Written by Javier Sánchez Páños