Moana (John Musker y Ron Clements, 2016) – 113 min –
Moana: Un mar de aventuras (Argentina / México)
Y Disney ha vuelto por fin, -con versión en carne y hueso de su clásico La Bella y la Bestia (1991) a la vuelta de la esquina- el gigante del cine de animación nos trae una aventura con una princesa sin príncipe. Hablamos de Vaiana (Moana en su versión original y con la voz de Auli’i Cravalho, quien no tenía experiencia previa en el doblaje), la hija del jefe de una tribu polinesia que solo busca lo mejor para su aldea. Tanto es así, que se embarca en un viaje a través del océano con su gallo diminuto Heihei (Alan Tudyk, Trumbo, 2015) para devolver a la diosa de la tierra su poder para crear vida de nuevo. En esta travesía, necesitará la ayuda de Maui (Dwayne Johnson, Fast and Furious 7, 2015), un semidiós que le arrastrará a través de dioses, monstruos y tribus enemigas para intentar volver a conseguir su anzuelo mágico de vuelta.
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De la mano de los creadores de Frozen (2013) y Tiana y el sapo (2009), Musker y Clements vuelven a unirse para traer a las pantallas a una princesa más independiente, aventurera y que no va en busca del amor, sino del bienestar de su familia y su pueblo. Siguiendo los clásicos parámetros de Disney, nos puede recordar a Mulán (Tony Bancroft y Barry Cook, 1998), ya que también nos encontramos con la figura de una abuela paterna algo estrambótica y muy divertida, que conduce a su nieta hacia la libertad y a conseguir que tanto la humanidad como su pueblo no se pudra, porque sin el poder de la creación, la isla se va muriendo poco a poco.
No solo podemos ver la última película de Disney – además viene acompañada de uno de los mejores cortometrajes del año: Inner Workings, de Leo Matsuda (Big Hero 6, 2014), que explica cómo se complementan y enfrentan los deseos de la razón y del corazón en apenas siete minutos.
En resumen, es una largo con un argumento sencillo, con unos gráficos espectaculares (parece que el pelo de Vaiana se puede tocar y se aprecian incluso las transparencias del agua) y música típica de Hawaii, que lleva al espectador a surcar el océano y a aprender un par de cosas sobre navegación.
Distribuida en España por WALT DISNEY STUDIOS MOTION PICTURE SPAIN.
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De la mano de los creadores de Frozen (2013) y Tiana y el sapo (2009), Musker y Clements vuelven a unirse para traer a las pantallas a una princesa más independiente, aventurera y que no va en busca del amor, sino del bienestar de su familia y su pueblo. Siguiendo los clásicos parámetros de Disney, nos puede recordar a Mulán (Tony Bancroft y Barry Cook, 1998), ya que también nos encontramos con la figura de una abuela paterna algo estrambótica y muy divertida, que conduce a su nieta hacia la libertad y a conseguir que tanto la humanidad como su pueblo no se pudra, porque sin el poder de la creación, la isla se va muriendo poco a poco.
No solo podemos ver la última película de Disney – además viene acompañada de uno de los mejores cortometrajes del año: Inner Workings, de Leo Matsuda (Big Hero 6, 2014), que explica cómo se complementan y enfrentan los deseos de la razón y del corazón en apenas siete minutos.
En resumen, es una largo con un argumento sencillo, con unos gráficos espectaculares (parece que el pelo de Vaiana se puede tocar y se aprecian incluso las transparencias del agua) y música típica de Hawaii, que lleva al espectador a surcar el océano y a aprender un par de cosas sobre navegación.
Distribuida en España por WALT DISNEY STUDIOS MOTION PICTURE SPAIN.
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Película estuvo en CARTELERA a partir del 2 de diciembre de 2016.
TRÁILER :