Assassin’s Creed (Justin Kurzel , 2016) – 115 min.-
.
La película Assasin’s Creed abre frentes argumentales completamente ajenos a la esencia de lo que podría haber sido la adaptación, dibujando en consecuencia un encefalograma plano de su marco narrativo. Este modo de narración constituye un agente erosivo de la acción del la película, que en lugar de potenciar el conjunto fílmico acaba por revelarse como los tres escasos momentos de despunte y deleite visual que pueden llegar a apreciarse o alterar ese encefalograma en el espectador.
Una estética adusta y terrosa, adecuada para la recreación de una España inquisitiva, pero que carece de la suficiente luz propia como para poder asentar las bases de qué es exactamente lo que se viene a contar en esta película. Fassbender es un actor brillante en una interpretación que realmente no requería tal desborde interpretativo: inunda, pero en una superproducción vacua y fría, que desmerece toda su labor actoral.
En definitiva, la obra se antoja como algo inacabado, con demasiadas aristas y muy pocas caras pulidas que reflejen otras virtudes como la genialidad de una banda sonora inmersiva que no aparece en consonancia con la imagen. El recurso del águila llega a extenuar del mismo modo en que lo hacen los planos que descienden súbitamente sobre la superficie terráquea para pasear la mirada por un mapeado histórico que, ni interesa ni se deja ver con la suficiente claridad.
Assassins Creed acaba por sumarse a esa larga lista de producciones cinematográficas que adaptan equívocamente un videojuego: Street Fighter (1994), Alone in The Dark (2005), Super Mario Bros (1993), Silent Hill (2006), Prince of Persia (2010) .
Distribuida en España por 20th. CENTURY FOX ESPAÑA.
Nota del autor:
4,0 ████ (Mediocre)
Película en CARTELERA a partir del 23 de diciembre de 2016.
COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE
Esperaba ver un «salto de fe» y me encontre con un guarrazo. Assasin’s Creed (los Asesinos del Credo) es un videojuego que muestra la eterna lucha de aquellos que quieren dominar el planeta usando la religión/poder (los Templarios) y aquellos que dedican su vida para que este hecho nunca ocurra (Los Asesinos), una batalla que se pierde en los orígenes de las Primeras Cruzadas y que hace que todo se complique con el descubrimiento de un artefacto alienígena que se cree que puede ejercer el control mental sobre cualquier población. Este artefacto -llamado el Fruto del Eden- no es solo una prueba evidente de la Historia de la Humanidad y de las Religiones creadas es simplemente una farsa, sino que además es un mensaje dirigido a la humanidad del Futuro la cuál deberá enfrentarse a un cataclismo que puede destruir todo signo de vida sobre el planeta. En un futuro cercano una organización templaria ha descubierto una máquina (El Ánimus) la cual es capaz de obtener los recuerdos de nuestros antepasados guardados en nuestro DNA y proyectarlos en un mundo virtual, su principal fin es ni más ni menos que usar un descendiente de un Asesino y saber donde ocultaron el Fruto del Eden, nuestro protagonista no solo debe desentramar que hacia su antepasado sino desentramar la verdadera Historia de la Humanidad y su futuro. Esto es una sinopsis para aquellos que no han tenido la maravillosa oportunidad de jugar a este juego… y digo todo esto porque en su «adaptación» el espíritu del juego se ha ido por el retrete y su atmósfera que transmitía descubrimiento y aventura se ha transformado en monotonía y despropósitos. La magia de «Assasin’s Creed» era en que te sumergías completamentes en acontecimientos que pasaron cuando la humanidad desconocía la tecnología, descubrías su mundo, su cultura, sus oficios, su arquitectura, cómo se componían sus ciudades, hechos y personajes históricos, etc… una forma «divertida» de aprender historia con hechos más o menos fidelignos. Y con una trama absorbente, una banda sonora épica y unos personajes inolvidables. Todo ceñido a un rigor historico que te hacía «sentir» que estabas reviviendo los acontecimientos de tus antepasados… pues bien, en la película Assasin’s Creed se han quedado en que el hábito hace al monje y que todo vale para convertirla en una adaptación mediocre de la saga. Y es una pena porque el marco histórico (España de 1492) y todo lo que se fraguó daría para muchísimo juego. Pero nada, pongámos actores de renombre que ya irán parcheando las enormes lagunas de guion y ridiculeces que sueltan en el film («lucho para erradicar la violencia de la humanidad… los asesinos tienen la violencia en los genes». Una España que no es España, una visión de aguila que marea pero no muestra la majestuosidad de ciudades como Sevilla o Granada, un Fassbender que le tiene miedo a trepar a las cúpulas y agujas de las catedrales/templos y que parece ir al mismo tatuador de Cry Freeman, una Marion Cotillar que más que científica parece un niña de papa, un Torquemada (Javier Gutiérrez) que tendría que tener 72 años aparece jovencísimo, un genial Hovik Keuchkerian con su imponente Ojeda que podría haber dado mucho más juego, una Corte Española con maquillajes asiáticos y unos Reyes Católicos con ¿tatuajes?, soldados españoles con rostros indígenas antes de que Colon llegara al Nuevo Mundo, una asamblea templaria del futuro que parece la Ceremonia de los Oscars (donde se permiten la entrada de encapuchados) -estos guionistas no saben nada del Terrorismo Internacional, ¿verdad?- y un puñado de despropósitos que me niego a recordarlo y que -parafraseando al juego- hacen que pierdas la sincronización contínuamente. Decepción y aburrimiento por partes iguales… «Nada es verdad, todo está permitido», la leyenda cuenta que estas fueron las últimas palabras que pronunció antes morir Hassan-i Sabbah, mítico líder de la antigua y oscura secta de Los Asesinos. Pues bien, los guionistas decidieron usar la segunda parte de la cita y realizar la adaptación bastarda de este increible juego. 3.2
TRÁILER :