«El director en general tiene en cuenta tus opiniones, y en Italia esto también pasa de otra manera. Y aquí en España, no es por meterme con nosotros mismos, pero es verdad que nos miran de otra manera, ni mejor ni peor»

 

Con motivo del estreno de Mi familia italiana, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a la parte española de un reparto tan internacional: Candela Peña, Lluís Homar y Marisa Paredes.

Candela Peña

P: En 2014 estrenaste una película en Francia, y ahora estrenas Mi Familia Italiana, ¿tienes pensado, en caso de darse la oportunidad, seguir rodando fuera de España?

Candela: No, es que en Francia he rodado una cosita muy pequeña. Una cosita pequeña que me hizo muy feliz hacerla porque tiene una directora que yo en un momento muy especial de la vida. Un día sola en un cine vi una película, y pensé «¡Qué maravilla!», porque ese casting en España nunca se daría, ¿No? Digo, «mira, lo ha dirigido una mujer». Pues esto, mezclada esta actriz con esta historia en España no se hubiera dado. Y justo esa directora me llamó por verme recoger el Goya para hacer este papel chiquitito, que creo que lo iba a hacer Lola Dueñas era amiga suya, pero Lola tenía un proyecto así más grande. Y fue una maravilla hacer este papel con Alix Delaporte (nombre de la directora). Pero no tengo yo el francés suficiente como para trabajar en Francia, pero en Italia sí que me veo con coraje y con ganas de trabajar y reinventarme en otro país donde nadie te conoce, y hacer proyectos que a lo mejor aquí no escogería. Pero ahora te digo que estoy como muy abierta, por ejemplo este año voy a empezar a hacer teatro… Se me han quitado muchos miedos. Yo creo que cuando pasan cosas fuertes en tu vida, cuando te pasa la vida por encima, se van algunos miedos. O muchos miedos. Yo por ejemplo voy a hacer teatro que es algo que me daba pavor. Y voy a hacerlo.

 Lluís Homar

P: Quería preguntarte sobre el italiano, ¿sabías algo antes de la película, has aprendido para ella o te has aprendido tu parte del guion y ya está? ¿Cómo ha sido el proceso?

Lluís: Yo soy un amante del italiano, de la lengua. Hay que decir que yo, por circunstancias de mi vida, más vinculadas con el mundo del teatro, con Italia, el piccolo teatro… Tenía una novia que estuvo dos años en Italia, en una compañía de comedia del arte, amigos… También de leer los libretos de la ópera en italiano, pues son cosas con las que te vas haciendo un poco a la lengua. Pero nunca había hecho ninguna película. Yo he hecho en inglés, he hecho en francés… El único idioma que yo he estudiado es el inglés, pero bueno, el francés pues también lo he hecho. Y el italiano, yo si voy allí lo hablo, y lo que no sé me lo invento. Luego otra cosa es cuando estás allí una semanita, te das cuenta de que hablar una lengua es complicado y llevaría tiempo. Pero bueno, esto ha sido un regalo, porque yo soñaba con esto y con la tranquilidad de que además es un personaje que es español que tiene que hablar, pero la cuestión del acento hace que sea más fácil y que estés menos preocupado. Así que para mí esto es un regalo.

P: Además, tu personaje no se relaciona con el resto de actores españoles. Justamente te sueles relacionar en la película con actores italianos o de otros países.

Lluís: Claro, sí, sí. Tengo una frase con Jordi Mollá, justo en la plaza, pero claro con Candela prácticamente nada, sólo nos miramos, y con Marisa tampoco. Tengo una escena con Virna Lisi, tengo mi escena con Neri Marcoré, cuando estamos ahí tomando vinos y todo eso, y después tengo la escena en el teatro cuando hay la proyección, pero ahí estoy solo en realidad.

P: Y eso es más complicado

Lluís: Sí, bueno, aunque estábamos ahí todos juntos. Pero yo feliz, a mí me llamaba el ayudante de dirección y me ponía a hacer cualquier cosa. Porque decía que yo cada vez me decía algo, lo primero que decía era: “Sí, sí. Estupendo, estupendo”. Yo estaba siempre con el estupendo. Para mí es un regalo hacer esta película.

P: En los últimos años, ¿Has hecho más papeles en televisión que en cine, ¿se debe a algo en concreto o es simplemente un cambio en tu carrera?

Lluís: Ha ido así. Echo un poco de menos el cine, la verdad. También tenemos que decir que el cine estos últimos años ha sido el medio que más ha sentido la crisis, porque yo llevaba alejado bastantes años del teatro, he vuelto al teatro y no le ha afectado igual. Con la televisión llevo desde Herederos, 23-F, luego Hispania… Llevo más o menos 5 años en los que he tenido una presencia bastante grande en el mundo de televisión, y que coincide bastante con mi ausencia en el mundo el cine, en el que yo estaba más presente. Coindice también en esa bajada de producciones del cine. Pero tengo ganas de cine, ganas de poder contar personajes en el cine y lo echo de menos. También he trabajado en otras cosas, que la verdad es que me dan mucha satisfacción. Tengo pendiente de estreno una película que rodé en inglés hace un año, que se llama Anomalous, dirigida por Hugo Stuyven. Tengo un personaje potente y bonito en este thriller psicológico, que espero que se estrene en otoño. Mi dosis de cine se ve compensada un poco con estas dos películas (Anomalous y Mi familia italiana). Y justamente con algo que yo adoro como es trabajar fuera, con la primera en Nueva York y con la segunda en Italia. Y he rodado otra película, Cerca de tu casa de Eduard Cortés, que es una película sobre los desahucios. Aunque lo mío es más una colaboración especial, una presencia. Así que bueno, no está tan mal estrenar ahora una película y tener otras dos pendientes teniendo en cuenta el panorama.

P: Una cosa más. A pesar de que las producciones españolas han bajado en los últimos años, hay bastantes directores emergentes, jóvenes y no tan jóvenes, que están apareciendo ahora. De esos muchos directores, ¿hay alguno con el que te gustaría trabajar?

Lluis: Ahora con Hugo Stuven he participado en su primera película, y es un ejemplo de cómo trabajar con alguien con tanto talento, con tanta tranquilidad, con tanta serenidad, con tanta claridad… Quiero decir, es que hay muchísimas personas. Yo lo que tengo ganas de hacer, ahora que no nos oye nadie, es un personaje así como el de Jack Nicholson en Mejor Imposible. Me gustaría tener un buen personaje de esos que puedas contar desde el medio del cine. ¿Qué con quién? Pues con quien tenga ganas de hacerlo conmigo. Evidentemente con la gente joven y que a lo mejor sea su primera película, muchas veces te llevas unas sensaciones buenísimas. Hay gente preparadísima, con talento y con entusiasmo. Y eso suele coincidir con la gente joven. Yo es que soy un fan del entusiasmo, no sé trabajar desde otro sitio. En una película de alguien joven y con entusiasmo, hace que esas ganas se contagien y te subes a ese carro donde eres el hombre más feliz del mundo.

Marisa Paredes

Marisa bromea sobre cómo ser o parecer una diva. Esto inmediatamente después de cambiar una silla amarilla, en la cual no quería sentarse por pura superstición.

Yo tengo este aura de que soy una diva, de que sólo hago papeles de diva. Incluso en esta película soy un poco diva. Si me vais a preguntar, lo que más me apetecía era hacer una comedia. Para mí hacer una comedia, después de estar haciendo siempre llantos, dolores, desamores, desgracias… pues era la pasión de mi vida en este momento. Una buena comedia tiene todas las posibilidades, de tocar todos los palillos desde un punto de vista súper cómico. Pero comedia no quiere decir algo plano, algo que solamente busca el «jajaja, jijiji». Por ejemplo, Lubistch, William Wyler e incluso Charles Chaplin con El gran dictador. ¿Hay alguna manera de enfrentarse a la dictadura, a ese horror que fuese ese monstruo de Hitler, mientras este personaje juega con el balón, que es la tierra? ¿Has visto algo más absolutamente impresionante que eso? Y lo miras desde la risa; pero claro, vaya, vaya lo que hay detrás… Eso es lo que a mí me parece que debe ser la comedia. A mí me parece que una buena comedia eso lo tiene o lo debe tener. Además es que hay que empezar por reírse de uno mismo, ¿No? El otro día leía no sé dónde, y es verdad, que a los españoles nos cuesta reírnos de nosotros mismos, de ponerse en una situación de ridículo. Reírse de uno mismo es fundamental, te da una gran libertad.«

P: Llevas muchos años trabajando en otros países con directores extranjeros, ¿qué diferencias aprecias, ya no sólo en la forma de dirigir o hacer cine, sino en cómo es tratado el cine en su país?

Marisa: Pues en Francia, por ejemplo, tienen un respeto tremendo por los actores. Se nos trata como dioses. Allí vas y te dicen Madame Paredes o Monsieur Fulano. Tienen muchísimo peso los actores en el proyecto, muchísima importancia en todo, incluso a la hora de cuestionar algunas cosas. El director en general tiene en cuenta tus opiniones, y en Italia esto también pasa de otra manera. Y aquí en España, no es por meterme con nosotros mismos, pero es verdad que nos miran de otra manera, ni mejor ni peor. También depende del director, algunas veces cuenta más contigo para los diálogos o para otras cosas. Algunos te tienen en cuenta, pero con otros ni se te ocurra cambiar una coma. Pero sí, noto que en España se nos mira de otra manera, ni mejor ni peor.

Madrid, Cines Princesa

Entrevista de Iván Ginés para LGEcine.org
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Written by Iván Ginés

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