Título original: Up
País: EEUU
Duración: 96 min.
Director: Pete Docter, Bob Peterson
Guión: Bob Peterson, Pete Docter
Música: Michael Giacchino
“Magnífica […] Las emociones de cualquiera pueden ser puestas a prueba en este tipo de obras […] inicio arrollador, cuerpo de la película más previsible y un final excepcional […] Una bonita forma de contemplar la vejez desde algunos de sus puntos más dramáticos, de una manera simpática y divertida que la envuelve de esperanza, ilusiones y, sobretodo, de sueños […] Una metáfora del realismo más crudo […]”
De igual forma que existían auténticas maravillas en la época del cine mudo, en la cual la expresividad y la fuerza de una historia lo era todo para llegar al espectador, actualmente se producen de vez en cuando magistrales películas animadas que, llenas de espíritu, encanto y corrección, consiguen cautivar a mayores y pequeños gracias a la firmeza de lo expresivo de sus personajes y un guión cautivador que a veces puede resultar, incluso, conmovedor, llegando a aumentar su fuerza durante el transcurso de la película. Las emociones de cualquiera pueden ser puestas a prueba en este tipo de obras del siglo presente en las que podemos llegar a quedar prendados por sus acartonados e iluminados personajes, rodeados todos ellos de un aura infantil que garantiza finales felices e historias inolvidables.
En Up, los estudios de animación Pixar y Walt Disney Pictures repiten el éxito que consiguieron con «Wall-E» (2008), con una fórmula muy similar pero igual de efectiva: inicio arrollador, cuerpo de la película más previsible y un final excepcional. Los directores Pete Docter y Bob Peterson (el primero conocido por su trabajo en la dirección de «Monstruos S.A.» (2001) y el segundo por su aportación en algunas series infantiles de televisión), que a su vez son los guionistas, consiguen hacer una película impresionante, llena de sentimientos y nostalgia, en una atmósfera rodeada por la recuperación de los sueños que uno siempre quiso ver cumplidos en su vida pero que con el paso de los años y ya entrado en la tercera edad, comprueba que la vida es demasiado corta como para poder llevar a cabo todos los propósitos planteados. Y eso es precisamente lo que en esta película se transmite, presentándonos al entrañable pero también a veces gruñón, Carl Fredricksen, un vendedor de globos de 78 años que ve en la intención de las autoridades por ingresarle en una residencia de ancianos la oportunidad de escapar y cumplir el sueño de su vida: volar hacia América del Sur y situar su propia casa junto a unas preciosas cataratas dignas de imagen de postal, inspiradas en el Salto del Ángel (Venezuela), el salto de agua más alto del mundo.
Muy complicada se torna la tarea de arrancar una casa del suelo del centro de la ciudad y desplazarla hasta tan soñado lugar, pero esto es Disney, señores y señoras, y los sueños y la imaginación no tienen límite. Así que Carl Fredricksen (que de ser un actor de carne y hueso ganaría el Oscar por su actuación) decide emplear todos los globos que guardó de su negocio, atándolos a la chimenea de su casa y convirtiéndose su hogar en una aeronave aerostática que surcará los cielos anhelando divinidades. Cumpliendo la película con su faceta de cine de aventuras, el señor Fredricksen conocerá a todo tipo de dispares y peculiares personajes durante sus andanzas, incluyéndose la presencia de un pequeño e inocente aventurero de 8 años de edad, que en principio no será recibido con agrado por el anciano.
La música de la película, compuesta por Michael Giacchino, que es conocido por la creación de algunas bandas sonoras para destacados videojuegos (saga de Medal of Honor), películas de animación como «Los increíbles» (2004) o «Ratatouille» (2007) y series de renombre como «Lost» (2004-2010), es excepcional, envolvente, mágica. Me ha encantado. Además, la adaptación de ésta en las escenas resulta inmejorable, por lo que de ello nace una gran armonía entre la música y la película y es precisamente de los compases de su banda sonora de donde nacen los momentos de mayor clímax de la cinta. Como curiosidad y por la limitación de no poder hablar del reparto de la película por razones completamente obvias, destacar las garantías que supone escuchar la cinta doblada en castellano, pues la voz del protagonista principal es del actor Luis Varela, mientras que en el mismo doblaje se producen dos colaboraciones espontáneas de personajes bastante conocidos para la sociedad española, tales como el reconocido y ameno presentador de noticias, Matías Prats, y el reportero y ex-atleta español, Miguel de la Quadra-Salcedo. Respecto al doblaje de Pixar México, que sirvió para toda latinoamérica, estaba encabezado por el actor de este ámbito, encargado de doblar a Fredricksen, Tito Reséndiz, fallecido en el año 2009.
Up es una bonita forma de contemplar la vejez desde algunos de sus puntos más dramáticos, de una manera simpática y divertida que la envuelve de esperanza, ilusiones y sobretodo, de sueños. Un recorrido lleno de fantasía y emociones, no exento de momentos convencionales pero también con la agradable y omnipresente presencia de una historia que a pesar de estar rodeada de ficción, no deja de ser una metáfora del realismo más crudo y, por esto, puede resultar conmovedora. Ésta es una película que puede gustar e incluso llegar a encantar, pues dudo desde el punto de vista más objetivo que pueda dejar indiferente a nadie, por lo magnífica que resulta esta obra en todo su conjunto.
Nota del autor:
9,0 █████████ (Excelente)
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