Dead & Beautiful (David Verbeek, 2021) – 98 min. –
Sinopsis: Un grupo de jóvenes multimillonarios ahítos de emociones y cansados de la vida juegan entre ellos a ponerse retos y experiencias para intentar llenar sus apagadas vidas. En el último turno algo acaba terriblemente mal y acabaran transformados en vampiros.
A partir de este momento deberán descubrir que es el transformarse en un ser inmortal sin ningún tipo de limitación apoyados por fortunas totalmente vastas y descomunales.
En resumen, una serie de despojos vitales que deberíamos eliminar con una hoz y un martillo por el bien de la humanidad. Pero no siempre tenemos lo que deseamos.
La película tiene una primera mitad muy interesante y se desperdicia con dos giros de guion ridículos a la par que infumables que producen que la historia no tenga ningún sentido ni coherencia. De hecho es una verdadera lastima. Como recomendación, eliminar el ultimo cuarto de hora de vuestro visionado y salvareis la peli.
Ya que tiene elementos bastante jugosos que salvar. Juzguémosla por lo que es, una cinta rodada como un ejercicio estético donde todo es bonito y ha sido exquisitamente fotografiado, casi como un videoclip, donde la música acompaña muy bien nuestra historia. Es muy atrayente y consigue que no despegues los ojos de la pantalla.
Es durante esta primera mitad que se explora el mito del vampirismo y del neovampirismo, por llamarlo de alguna manera. Estos ricachones ya era vampiros antes de ser vampiros, medrando de absorber la sangre de sus familiares y la sociedad. Como vampiros cada uno explorara su camino de una forma diferente. Uno hundiéndose en la oscuridad y la bestialidad, otra intentando retener su humanidad a través de las redes sociales, otro volviéndose una suerte de bufón bromista y otro buscando la comprensión e iluminación interior en esta nueva forma.
Olvidemos que todos y cada uno de ellos son ostiables desde el primer minuto y podremos centrarnos en su viaje espiritual. Que esta bastante bien realizado. Con un toque serio, otro cómico y mucho dramatismo.
Todo esto envuelto de un bonito lazo queda muy bien preparado. Ojala se hubieran quedado allí, ya que cuando llegan a los giros de guion todo acaba arruinado.
Consiguen que una película corta quede alargada, algo meritorio en su infumabilidad. Me recuerda a la pelicula The Game (1997), pero en mal. Una desgracia ya que las interpretaciones son bastante decentes es el guion que los condena.
Y como colofón en este plato de azufre tenemos el mensaje final, casi parece patrocinado por el Club Bilderberg, en el que intentan vendernos que los billonarios son gente como tu y como yo, que intentan mejorar la sociedad y que deben ser mejores para ayudarnos al resto de mortales. A veces es necesario un poco de ultraviolencia en respuesta a estos mensajes infames.
La escena: La conversación en la piscina, la carga erótico vampírica de ese momento es muy alta.
La frase: «¡Eh tíos! He controlado mentalmente a una empleada del Seven Eleven!«.
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2021
Nota del autor:
4,0 ████ (Mediocre)
TRÁILER V.O.: