Black Box (Asli Özge, 2023) – 120 min
Tras la instalación de un habitáculo de vidrio en un patio de vecinos, donde residirá el casero del bloque, el acceso al exterior será cerrado por la policía con el pretexto de la seguridad. Los vecinos encerrados se tornaran en fiel reflejo de la sociedad, descarnados de su individualidad.
Brillante critica y fiel reflejo de la sociedad a través del metraje del director Asli Özge.
Un metraje de 2 horas servirá como ejercicio para ilustrar las tesis, temores y en cierto modo esperanzas del director sobre cómo esta deviniendo la sociedad. Me refrenare de decir “actual”, ya que, cambiándonos las gafas, son tesis que bien funcionan el siglo pasado cuando el famoso pintor de bodegones decidió conquistar toda Europa.
Iniciándose con una señal ominosa, venida de los cielos, para poner a la gente en su lugar. Un cubículo de vidrio, ocupado por el casero/agente inmobiliario del bloque. Para sorpresa de los inquilinos que no saben como reaccionar ante tal acto y presencia. Y las pocas voces que llaman a la acción son apagadas por la masa.
Continuaremos con un forzado encierro tras la presentación inicial. En pocos minutos desde el inicio de la película tendremos a las fuerzas de la ley, impidiendo a la gente el salir o acceder a sus hogares. Todo en aras de la seguridad y de un bien mayor.
Recordándonos este encierro al inicio de REC, donde el grupo de vecinos esta encerrado en un edificio. En lugar de edificio tendremos un bloque de viviendas, en lugar de zombies tendremos una amenaza invisible, siempre presente, nunca explicada. Aportando tensión en incertidumbre en una situación muy incómoda.
Esta falta de información hará que rápidamente empecemos a pensar, lo maravilloso de la mente humana, que ante la falta de respuestas intenta llenar los huecos y buscar explicaciones. El encierro es lo de menos, lo importante es lo que ocurre debido a él.
Como decían en la serie de los Simpsons “en esta casa se siguen las leyes de la termodinámica” y este bloque se adhiere a estos preceptos. Un sistema cerrado tiende a aumentar la entropía. Todo empieza a pudrirse.
Ante nosotros tenemos una película coral donde iremos viendo las miserias de todos los inquilinos. Tomando como protagonistas al profesor de historia, Kristian Berkel, llamando a la acción y resistencia contra la situación. A Louise Heyer, una madre trabajadora que ejercerá de espectadora ante la historia tomando partido débilmente ante los sucesos. Siendo victima de sus propias elecciones o falta de ellas, causando esto afectación sobre quienes les rodean. Por último, y como personaje estrella tenemos a Felix Kramer, que realiza una actuación excelente. Con solo una mirada, un leve gesto, atrae toda la ira y desprecio del espectador. Consiguiendo que toda la ira y bilis del espectador se canalice hacia el de una forma exquisita, como ejercicio catárquico para purgar la negrura de nuestras almas. Realmente un movimiento brillante, ya que consigue que el espectador no se identifique con un personaje, sino que se una en un odio común. Un enemigo designado para sentirnos bien ante su desprecio.
Y solo es un hombre que hace su trabajo.
De ahí la brillantez de la película. El espectador puede quedarse con un despliegue de historias mínimas, que asemejan a la conocida 13 rue del percebe, pero en Berlín. Y sería del todo incorrecto.
Pero de forma explícita también están hablando de la sociedad. De forma cruda, descarnada. De como con la promesa de seguridad se te priva de la libertad. De como se elimina el acceso a la información por dictaminar que puede ser dañina o no relevante. Reduciendo el individuo a la masa cuando hay que conducirle y aumentar la masa al individuo cuando hay que culparle y dividirle.
Trata el tema de la sociología de una forma un tanto bruta, pero no estamos en época para andarnos con sutilezas.
Y lo ilustra todo dejando pocos detalles. La persona que previene, pero se desacredita. La persona que no se interesa, pero luego pide ayuda ante el tsunami. La persona que no se atreve a actuar y luego se indigna. Quien niega la situación y luego desaparece. Y por ultimo el gobierno, manipulando el mensaje, limitando la acción, coaccionando, separando, tratando a sus ciudadanos como ovejas… todo por el control y dinero. Un ente que no tiene que engañar ni ocultarse, solo sonreír y dar por supuesto que gano la partida por tener las cartas marcadas.
En esta película no tendremos efectos especiales, ni gran manejo de cámara, apenas hay banda sonora. Solo hay mensaje y unas actuaciones muy interesantes. Actores transformados en arquetipos, pero como los humanos que son, falibles.
2 horas de película que son más alimento para la mente y tema de conversación que otra cosa. Una conversación cada vez más necesaria. Como he mencionado, debido al sesgo que se aprecia en la película, en cierto modo es la forma de plasmar las inquietudes del director (que también es el guionista) y temores. Que no solo nos pone el tema sociológico en las narices, con el enfrentamiento entre el colectivo y el individuo, sino que se toma también la oportunidad para introducirnos el tema del racismo (en este caso un poco sencillo, pero siempre necesario) y del abuso de la autoridad.
Como última reflexión, y como tema que debería ilustrar la película y la vida misma, comparto una frase que se me dijo hace mucho tiempo.
“Cuando vinieron a por los rojos, no hice nada, no era rojo. Cuando vinieron a por los azules, tampoco hice nada, ya que no era rojo ni azul. Cuando se llevaron a los verdes, me quede en casa, ya que no era rojo, ni azul ni verde. Luego vinieron a por mí, mire a mi alrededor, nadie me ayudo, ya no quedaba nadie más”.
Escena de la película: La reunión en las catacumbas (como si de una resistencia se tratara).
Frase de la película: «No negociamos con terroristas» (por si alguien tenía dudas de los roles de los protagonistas).
Distribuida en España por GOOD FILMS
Vista con PASE DE PRENSA ONLINE
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Película en CARTELERA a partir del 17 de mayo de 2024
TRÁILER: