Come True (Anthony Scott Burns, 2020) – 105 min. –

Sinopsis: Una joven estudiante que no puede conciliar el sueño -ni su vida personal-, decide participar en un estudio que intenta monitorizar la actividad durante el sueño de los sujetos de experimentación. Mediante un traje especial y unos procedimientos revolucionarios pueden llegar a ver que están soñando. Lo que descubrirán trascenderá los limites de lo que pretendían y descubrirán que hay cosas que era mejor dejar ocultas… o ellas te descubrirán a ti.

Muy lograda película sobre el mundo de los sueños. La fotografía es impresionante, con un diseño de los escenarios que evoca la sensación onírica y surreal que va cambiando con cada sueño, con pequeñas reminiscencias del anterior. Especialmente me gusta la imagen del pasillo con torsos que salen de las paredes.

Cada sueño tiene mucha fuerza y cuando se descubre el elemento central de ellos, a pesar de su estatismo, tiene una presencia brutal en las escenas de la cinta. Un detalle adicional sería el hecho de que todos los escenarios transcurran en un blanco impoluto, aséptico, para que te centres en que esta pasando. Cambiando a oscuridad en el mundo de los sueños.

La banda sonora es sobresaliente, con fuerza para irte conduciendo y con toques que te hacen entrar en ese estado de trance antes del sueño, siendo un elemento más del film.

Los actores realizan un gran trabajo siendo creíbles y logrando que puedas empatizar con ellos. Especialmente la protagonista (Julia Sarah Stone) cuya cara es siempre un poema, ya en el segundo inicial te transmite ese estado de miseria vital cuando no has podido conciliar el sueño y la alegría manifiesta tras un buen sueño reparador.

Es una película onírica con fuertes toques de miedo, que no de susto. Lo cual mis tímpanos lo agradecen infinitamente. Todo lo que ocurra va a ser guiado por la música y sin grandes sobresaltos, transformándose en un pesadilla de la que querrás despertar.

Una cosa que valoro de la misma, además, es el hecho de las reacciones de los secundarios. Una trama en sí misma con todos sus detalles que transluce que hay mucho más. Una suerte de «todo por la ciencia».

Como advertencia, el final no es el típico recurso del «sueño de Resines» (*), aunque inicialmente se tiene esa sensación. Si se reflexiona al acabar el metraje se empezarán a ver todos los ingredientes que han llevado a ese final. Que menciono a continuación -así que los que no quieren spoilers que se tapen los oídos, o mejor que cierren los ojos, o casi mejor, no lean criticas de cine): Fijaros en que una joven estudiante no tiene sitio donde vivir desde hace mucho. Se cura rápido de su única herida. Hay gente que desaparece abruptamente en nuestra historia. Imágenes que proceden de un sueño pero se reproducen en la realidad, como el sueño del vampiro. Los sujetos comparten el sueño…. Nos han ido dando miguitas para justificar ese momento final.

(*) Nuestro redactor hace alusión al final de la famosa serie de TV española «Los Serrano», donde el espectador descubre con cierta  incredulidad que todo lo que le había ocurrido en la serie al personaje principal interpretado por Antonio Resines: muertes, dramas, bodas, anécdotas, etc… todo… todo era un sueño que tuvo en una noche.

La escena: El momento del peor polvo de la historia.

La frase: «Eres muy inteligente para tu edad» ,»¿Eh?, que tengo 18 años» (El momento pederasta de la película).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2020

Nota del autor:

8,0 ███████ (Muy buena)

TRÁILER V.O. :

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente