Gringo (Nash Edgerton, 2018) – 110 min. –

Harold Soyinka (David Oyelowo, Lincoln, 2012), directivo de una farmacéutica, viaja a México por negocios con sus jefes y se ve envuelto en un secuestro con un cártel de la droga. Así escrito, tal cual, suena a que ya la hemos visto mil veces. Y así es, más o menos.

Gringo no es la película más original que uno puede echarse a la cara. La premisa está trillada, recorre los lugares habituales del género y muchos de sus personajes son parecidos a los que suelen transitar por este tipo de cintas.

¿Merece la pena verla? No me atrevería a decir si los nueve euros y pico de la entrada están bien empleados, y probablemente en la cartelera haya siempre una mejor opción a escoger. Pero lo que sí está claro es que Gringo es entretenida, divertida y está bien hilada.

La mayoría de sus personajes tienen un toque extra que les da un plus para que no resulten olvidables, como esos macarrones que hemos comido mil veces pero que los han especiado con algún condimento distinto y de golpe nos cambia suficiente el plato como para no aburrirlo. Un ejemplo es el patrón del cártel amante de The Beatles o el mercenario que trabaja en una ONG. El hecho de haberles dado una vuelta más los hace únicos e interesantes, proporcionándoles vida propia.

El humor es uno de los fuertes de la cinta, pese a que no es de carcajada limpia. Los diálogos están bastante bien, aunque alguna vez encontramos a alguien hablando solo para explicar algo, cosa fea.

El guion funciona pese a no ser una obra maestra. Le falla que hace cruzarse las dos tramas principales demasiadas veces por casualidad, aunque tampoco es que importe demasiado, y que quizás estira demasiado el chicle para acabar resolviéndolo en un pim-pam que deja cierta insatisfacción.

La dirección, a cargo de Nash Edgerton (The square, 2008), es funcional, sin pretensiones; para el tipo de película que es, encaja sin problemas. Las interpretaciones de los personajes principales están más que correctas. Joel Edgerton (Gorrión rojo, Francis Lawrence, 2018), hermano menor del director, saca un CEO hipócrita resultón. Charlize Theron (Atómica, David Leitch, 2017) construye una CEO advenediza y cruel que antepone el éxito a cualquier tipo de moralidad. Y David Oyelowo da los contrastes necesarios a un perdedor que de golpe decide tomar las riendas de su vida, pero no sabe cómo hacerlo. Aunque los secundarios brillan con más intensidad, seguramente porque pese a tener menos participación, se les ha dotado de unas contradicciones y un background muy potentes.
Con Gringo: se busca vivo o muerto tenemos un entretenimiento que ofrece pequeños pluses a los que agarrarnos para no caer en el “otra más igual”; eso, junto con la buena mano con la que está llevada, da como resultado una cinta muy digna y disfrutable.

 

Distribuida en España por DIAMOND FILMS ESPAÑA.
Vista en PASE DE PRENSA en Renoir Floridablanca el 15 de marzo de 2018, Barcelona.

Nota del autor:
7,0
 ███████ (Buena)

La película está en CARTELERA desde el 23 de marzo de 2018.

TRÁILER :

Written by Eloy Cabacas