Barbara (Mathieu Amalric, 2017) – 98 min. –
El biopic es un género más peligroso que una piraña en un bidé. Si la persona escogida ha tenido una vida interesantísima y llena de momentos reseñables, la película parte con un gancho ganador de salida. Pero si se trata de alguien que solamente conoce una parte de nuestro público potencial, debemos construir una narración que atraiga por sí misma.
Barbara puede que sea una estrella en el país galo, pero es una desconocida para la mayoría del público foráneo. El director y guionista Mathieu Amalric (La habitación azul, 2014) parece ser consciente de ello y propone un nuevo enfoque al asunto: hacer una película sobre un director que está rodando un biopic. Una apuesta no exenta de riesgos y que por desgracia nunca cuaja del todo.
Por una parte, trufa el metraje de escenas de Barbara cantando, creyendo así ofrecer un plus al público; realmente se hacen pesadas, pues pese a tener calidad indudable, distrae de la narración los continuos parones para escuchar a Barbara cantar la enésima canción que inevitablemente ya nos suena muy parecida a la anterior.
A esa pérdida del hilo narrativo no ayuda para nada el hecho de que Amalric juegue al despiste y a veces estemos viendo una escena sin saber de entrada si pertenece a la realidad del film o al rodaje ficticio. Ni que mezcle imágenes de archivo con tomas nuevas. Si bien con ello se potencia el hecho de diluir las barreras entre la Barbara actriz (Jeanne Balibar, À jamais, 2016) y la Barbara real, provoca una constante sensación de confusión nada agradable.
Y por desgracia tapa la trama que más interés reviste, la que se supone era la principal: la del director tan obsesionado con una artista que le hace un biopic para poder sentirse más cerca de ella. Esa historia, la que para mí merecería pagar una entrada, queda apuntada a ratos, pero soterrada por todo ese homenaje confuso y ejercicios de prestidigitación narrativa. En esas escenas es donde brilla tanto el guion como la innegable calidad interpretativa tanto de Balibar como del propio Amalric, que por otra parte es uno de los actores franceses más destacados a nivel internacional.
La narración adolece de varios problemas más: una permanente sensación de no estar avanzando a ninguna parte, el hecho de que ella despierte una gran admiración allí donde va que no se logra plasmar con credibilidad, y, sobre todo, un puñado de escenas mal traídas en el tramo final del metraje. La del tipo que se queda dormido al volante es de traca y uno se pregunta cómo sobrevivió al paso por la sala de montaje.
Demasiados peros que convierten en un galimatías poco disfrutable un proyecto que, de haberse centrado en su premisa inicial, hubiese funcionado mucho mejor en todos los aspectos.
Distribuida en España por SHERLOCK FILMS ESPAÑA.
Vista en PASE DE PRENSA en Cines Verdi el 9 de febrero de 2018, Barcelona.
Nota del autor:
5,0 █████ (Mejorable)
La película está en CARTELERA desde el 28 de marzo de 2018.
TRÁILER – V.O.S.E. :