Nuri Bilge Ceylan (Estambul, 26 de enero de 1959) es un fotógrafo y director de cine turco que ha sido acreedor del Premio del Festival de Cannes al mejor director de 2008 por la película Tres Monos. Premio que se le volvería a ser concedido – esta vez a la mejor película- con Sueño de Invierno en 2014). Su proyecto más reciente es una cinta sobre la inmigración turca en América Latina, en particular en Colombia. Está casado con la cineasta, fotógrafa, y actriz Ebru Ceylan, su co-estrella en Climas (2006) . [Fuente: Wikipedia]
Tras la palpable decadencia de directores como Fatih Akın (Contra la pared 2004, El padre 2014), el último buque insignia del cine turco contemporáneo, el relevo en este país lo ha tomado el fotógrafo y cineasta Nuri Bilge Ceylan (galardonado en 2014 con la Palma de Oro en Cannes con la película Sueño de Invierno), un hombre que a sus 56 años está en la cumbre de su carrera. Expongo aquí la lista de razones por las que me parece imprescindible adentrarse en la obra del que ha sido considerado por la crítica como el “Bergman turco”:
1. PACIENCIA
Sé que puede resultar chocante que lo primero que haga es pediros un “esfuerzo”. Pero como reza el dicho: la paciencia es una gran virtud. También en el cine. Hay directores que la requieren (Malick, Tarkovsky, Angelopoulos, Bergman, Zvyagintsev), y la recompensa vale la pena. Es el caso de Nuri B. Ceylan. Su cine requiere paciencia ante la acción; paciencia ante la trama. Sus películas son lentas, maceran en frío, pero la esencia que sacan luego sabe muy bien. Y lo que es bueno sabe mucho mejor cuando le has dejado el tiempo necesario.
2. LA FORMA
Se ha convertido en algo muy recurrente decir que lo mejor de una mala película es su fotografía. A veces hay que destacar algo, es verdad. Pero bien: no es nuestro caso. Nuri B. Ceylan es fotógrafo antes que cineasta y eso se nota. Incluso sus detractores (pocos) no tienen dudas en laurear este aspecto en todas sus películas (el mérito también corresponde a su escudero y director de fotografía Gökhan Tiryaki). La meticulosidad de sus planos, el tono y la belleza de los paisajes; su credibilidad, su autenticidad (lo que explican por sí solos), hacen de todo esto un estilo único. El sonido, la iluminación (esos planos fijos a la luz de las velas que centran los diálogos en Sueño de Invierno los hubiera filmado el mismísimo Caravaggio); los planos fijos, largos y estáticos. El cariño y la emoción que, detrás de todo, existe en sus películas, es un auténtico regalo para los sentidos.
3. LO SUGERENTE
Es otro de sus puntos fuertes. Por un lado, las cosas no se relatan, se muestran (el clásico showing narrativo). Se presentan los elementos necesarios y poco a poco el espectador va construyendo el sentido, a través de los gestos, los silencios, o de los sugestivos juegos de miradas de los personajes. El pasado de los protagonistas es otro elemento que tampoco se explica (no está directamente narrado), pero todo lo que no se dice sobre él se nos antoja importante. Digamos que el director opta por construir estas historias pasadas sin construirlas directamente. O mejor aún: las construimos nosotros.
4. MIRADA SOCIAL
No puede decirse que haga un cine estrictamente político o reivindicativo. Pero sus historias y personajes están tan bien conectados con la realidad social que se hace imposible no destacar esta faceta. Unos ejemplos: para comprender del todo el personaje de Yusuf (en Lejano, el primo de Mahmut que busca desorientado trabajo en Estambul), hay que asimilar las limitaciones que el contexto de crisis económica que azota la ciudad impone al protagonista. Tampoco sería tan atrayente la formidable película Érase una vez en Anatolia (quizás la más ambiciosa de su filmografía) obviando la ácida caricatura del sistema judicial y policial que lleva a cabo. Todas las historias comprenden una buena muestra del examen de las relaciones de poder que, si bien casi siempre se dan en el terreno personal, trascienden y están en diálogo constante con ciertas esferas e inercias de dominación en la sociedad turca. Su mirada fría, cínica (y a veces cómica) hacen de este aspecto un motivo a destacar.
5. ON THE ROAD
Es el vivo ejemplo de que no todas las escenas de conducción y carretera acaban siendo cansinas. Los elementos de road-movie (siempre presentes en sus películas), dotan al discurso cinematográfico de materia experiencial y de reflexión. El paisaje es un componente ineludible que adquiere una dimensión especial y penetrante. Las escenas de carretera en Érase una vez en Anatolia (en las que a través de los juegos de luz de los faros y el sonido del arranque de los motores entramos de lleno en una hipnótica atmósfera nocturna); la secuencia con lluvia del atropello en Tres Monos, que da lugar al conflicto inicial; o el Land Rover naranja abriéndose camino por las carreteras nevadas en Sueño de Invierno, son experiencias sensibles de una magnitud incuestionable.
6. LO HUMANO
Sus personajes están hechos de una idiosincracia particular. Son seres humanos y actúan como tales. Se alejan de la teatralidad y, por tanto, de la interpretación. Sus reacciones no pueden ser más humanas. Cuando no quieren preguntar, ponen la oreja detrás de la puerta. Carraspean cuando se sienten incómodos. Vomitan cuando las emociones les sobrepasan, o esconden barriga cuando se miran en el espejo. De repente se tropiezan, y caen al suelo ridículamente. O preguntan “¿qué?” cómo lo haríamos cualquiera de nosotros si no hemos oído bien. En las películas de Nuri B. Ceylan no vemos a los personajes, ni a los actores. Vemos personas de carne y hueso. Y esto tiene poder universal.
7. EMOCIÓN
Es su punto fuerte: el diálogo con los estados emocionales. El elemento en común en muchos de sus personajes es que viven en un estado de malestar permanente. Son personajes orgullosos, escasamente empáticos y uraños (un modelo paradigmático sería Mahmut, el fotógrafo de Lejano que vive en Estambul y que tiene que aguantar en su casa a su primo, que ha llegado a la ciudad para buscar trabajo). Tienden a irritarse y son obsesivos con sus manías, a la vez que sufren en silencio. Son personajes serios, herméticos, que viven con insatisfacción, como si hubieran puesto su corazón en una nevera y hubieran decidido envejecer y cerrarla para siempre (Aydin, en Sueño de Invierno). Ceylan es un especialista en trabajar con esos estados de inercia y conformismo en los que muchas veces nos quedamos y que pueden acabar convirtiéndose en definitivos.
En todas las películas se disecciona el gran problema de la incomunicación, sobre todo en relación al amor (Los Climas o Tres Monos). Pero también la infidelidad, el orgullo, la apatía y el desconsuelo. Pocos directores han sabido lidiar tan bien con sentimientos tan complejos (sus radiografías emocionales tienen sus ecos en Chéjov, autor que ha inspirado la mayoría de sus obras). Todas sus películas tienen tintes autobiográficos, y resulta difícil encontrar un tratamiento tan desnudo y honesto del propio ego.
8. AISLAMIENTO
Una especie de voyeurismo social aparece como recurso cuando los personajes se ven abrumados (por su propio hermetismo) para expresar los sentimientos. Se esconden entre los arbustos (como Yusuf, en Lejano, que persigue a una vecina por las calles de Estambul) o en las cafeterías de los aeropuertos (Mahmut hace lo propio también en Lejano con su ex mujer, que está a punto de marcharse en un avión para rehacer su vida con un nuevo marido). Acuden inesperadamente a regiones remotas para investigar la vida de sus ex parejas (en Los Climas, Isa toma un avión para seguir a Bahar, que se encuentra ocupada rodando una serie de televisión). Son esos primeros planos de hombres perdidos, escondidos, observando a sus mujeres (amándolas en silencio), los que nos enseñan todo lo que no se atreven a decir.
9. EL SIGNIFICADO
Aydin libera su caballo estepario en Sueño de Invierno porque necesita desenquistar su relación con Nihal. La secuencia final de los petroleros cruzando el Bósforo en Lejano son el sugestivo reflejo de que algo se le está escapando en su vida a Mahmut. El paso de las estaciones en Los Climas nos advierten sobre los cambios que afectarán a la relación de la pareja. El uso del lenguaje simbólico es abundante y ocupa también un lugar fundamental.
10. IMPACTO
Una propuesta que busca la profundidad y el acercamiento a lo sublime en forma y contenido, el resultado de la cual son películas inmensas, bellas y trascendentes. Todas las historias te dejan conmocionado. El reto cinematográfico es de tal magnitud que lo que siente el espectador cuando termina cualquiera de estas películas se asemeja a esa hermosa sensación de haber experimentado alguna clase de revelación.
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