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“[…] No estamos ante una película cualquiera. Estamos ante un evento fílmico […] Un viaje, una epopeya que debe ser sentida, cantada, vivida. La migración de ese personaje que se sienta en la butaca hacia un torbellino emocional lleno de contrastes fuertemente intensos

La vida de Adele_posterPrimero de todo, tener presente que no estamos ante una película cualquiera. Estamos ante un evento fílmico. Ganadora de la Palma de Oro del pasado festival de Cannes, «La vida de Adèle» ha conseguido algo inaudito; que toda la crítica internacional y Carlos Boyero estén de acuerdo. Con lo cual alguna cosa tiene que haber en la película. Y la hay.

Segundo, quien confíe ver una historia de amor lésbico o una historia de descubrimiento sexual, protagonizada por una adolescente Adèle y una misteriosa chica de pelo azul va un tanto equivocado. No por el contenido sino por la forma. Me explico. Lo que falla en la ecuación es ese “una historia de”. Ya que no estamos ante un relato o una narración sin más. Ficción y sólo ficción. No. Aquí de lo que se trata es de un reflejo, de un retrato, de un baño en otras aguas. Un viaje, una epopeya que debe ser sentida, cantada, vivida. La migración de ese personaje que se sienta en la butaca hacia un torbellino emocional lleno de contrastes fuertemente intensos es total. Algunos seres de piedra harán bandera de su condición geológica. Los demás nos rendimos al rostro llorón.

La actriz Adèle Exarchopoulos se gana a los dioses por su trabajo y absoluta desnudez a todos los niveles frente la cámara. El trabajo y la química conseguida con su compañera de reparto Léa Seydoux (la del pelo azul) es algo mágico. Forman parte de otra liga. El trabajo del público no va con pensar en ellas como actrices que trabajan un personaje, sino todo lo contrario, uno debe repetirse que aquellos personajes son, en realidad, actrices. Cuando esto sucede las cosas van muy bien. El responsable de tal tránsito es Abdel Kechiche, director que trabaja con métodos algo sombríos (léase severos) para extraer de las actrices esa naturalidad insultante.La vida de Adele_001Tenemos el evento, el contexto y a un dúo que funciona. Vamos, pues, al método. Kechiche no lo duda. Si hay que hablar de sentimientos hay que cerrar el plano. Hay que trabajar el primer plano hasta que escupa. Y lo hace. Se presenta como imposible no pensar en la obra maestra de Dreyer “La pasión de Juana de Arco” (1928), cuando hablamos de primeros planos, cuando hablamos de pasiones o cuando hablamos de la pasión de Adèle. Con éste recurso mata dos pájaros de un tiro. Por una parte, todo lo que no sea ella (y su mundo emocional) carece de importancia; familia y entorno social quedan lejos de la materia, se van apartando lentamente. Y por otra parte, el grado de implicación del público es mayor.
La vida de Adele_002Pero no tienes nada si no hay un buen rostro llorón frente la cámara. En este caso, la interpretación de las actrices no tiene una función narrativa, es decir, no sirve para contar nada. En este caso sirve como herramienta para el estado de ausencia y entrega del público. En cierta forma, actúa como una forma extraña de droga que te lleva a un limbo donde todo es emoción viva.

Las secuencias de sexo, de las cuales se hablará, y mucho, es preciso señalar que no se dan en la red, sino que suceden en la intimidad de una habitación del yo enamorado/a. Dedicarle una mirada puramente erótica a las imágenes sería despojarlas de profundidad. La reflexión va más con el deseo, el anhelo, el tacto, el ritual, la fiesta de los órganos y, ese espacio desconocido por el hombre, y que Kechiche presenta como, una mística del orgasmo femenino. Con “La vida de Adèle” uno se queda azulinado.
La vida de Adele_003Distribuida en España por VÉRTIGO FILMS

Vista en PASE DE PRENSA el 22 de Octubre de 2013 en CINES VERDI PARK, Barcelona.

Nota del autor:
9,0 ██████████ (Excelente)

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Iris Martínez
Es cierto que el director realiza un trabajo de realismo y cercanía impresionante, (donde el realizador ha conseguido unas interpretaciones excelentes), en el que te ves completamente sumergido en las vivencias de la protagonista. Es por ello, que me choca la falta de esa cercanía y realismo en las escenas de sexo en especial en la más extensa que representa el primer encuentro íntimo entre dos personas que no se conocen demasiado y además para una de ellas, es la primera vez con una chica. Me remito a las acertadas palabras de Julie Maroh (autora de la novela gráfica en la que está basada la película): “A excepción de algunas escenas, me parece una exhibición brutal, quirúrgica, exuberante y fría del sexo entre mujeres, convirtiéndolo en pura pornografía, y eso me pareció de muy mal gusto”. En relación con la novela gráfica; la película presenta una historia alternativa de las protagonistas en un recorrido y tono diferentes. Hecho que convierte en necesario separar completamente las dos obras y su intención o mensaje.

FICHA TÉCNICA:
Título original: La vie d’Adèle – Chapitre 1 & 2 (Blue Is the Warmest Color)
País: Francia

Primera proyección: Francia, 23 May. 2013 (Festival de Cannes)
Duración: 175 min.
Director: 
Abdel Kechiche

Guión: Abdel Kechiche, Ghalya Lacroix (Novela gráfica: Julie Maroh)
Música: Varios
Género: Romance. Drama.| Homosexualidad. Adolescencia.
Reparto:
 Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Salim Kechiouche, Mona Walravens, Jeremie Laheurte, Alma Jodorowsky, Aurélien Recoing, Catherine Salée, Fanny Maurin, Benjamin Siksou, Sandor Funtek, Karim Saidi

TRÁILER: 

Written by Pol Mallafré

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