怪物の木こり (Kaibutsu no Kikori) (Takashi Miike, 2023) – 119 min. –
Lumberjack The Monster (Título internacional)

Un abogado psicópata empezara a ser perseguido por un psicópata con hacha. Empezará a investigar para defenderse del mismo, sólo para descubrir un oscuro secreto.

Propuesta presentada por nuestro adorado Takeshi Miike en el Festival de Sitges de este año, protagonizada por Kazuya Kamenashi en el rol de Akira Ninomiya.

Muy alejado de las películas a las que nos tiene acostumbrados. Sea por la vertiente ultraviolenta (como Ichi the Killer o DOA) o por el camino puramente de gozo estético (como en Hara-kiri: muerte de un samurái o 13 asesinos) y narrativo. Este metraje estará alejado de su tendencia al exceso, del que gozamos cada minuto o fantasía. Nos presentara un thriller, al uso, con la investigación de una serie de asesinatos con horrible método.

Nuestro asesino, como un slasher cualquiera, cazará a sus victimas con un hacha para proceder a sustraerles el cerebro. Porque después de talar el tronco, hay que llevarse la madera. Estas victimas tendrán un factor en común que se revelará a medida que avance a la trama y los conectará con horribles experimentos médicos.

Lo que nos dará la originalidad en este relato es el hecho de que hay un superviviente al ataque (Akira). Un abogado psicópata, asesino en serie en sus ratos libres (todo el mundo tiene que tener hobbies), que pensando que alguien va a por el para vengarse se obsesionara con dar caza a su atacante.

A partir de este punto nuestro personaje realizará una caza al hombre, con su particular estilo con tal de matar antes de ser matado. En paralelo a la misma investigación que está llevando la policía a cabo. Sólo para ir descubriendo historias del pasado que hablan sobre su origen.Hasta este punto tendríamos un thriller normal, con algunos brillos al director. Presente la extrema crueldad y algún chorro de sangre a presión que nos hacen pensar en mejores épocas. Lo que lo hace original es el hecho de que la gran mayoría de nuestros personajes sean o tengan tendencias psicopáticas a su vez. Sin emociones, sin empatía. Únicamente un objetivo e instinto de preservación.

Transformando en algunos casos a nuestros personajes en verdaderos perros de presa que están buscando donde morder. Especialmente notable el papel de nuestro protagonista (interpretado por Kazuya Kamenashi), cuya actuación es muy buena ilustrando un asesino que ahora está en el punto de mira. Sus gestos y manierismos están muy cuidados. Su lenguaje corporal y su constante gesto de «me aburrís» es para aplaudir. Llevándose ciertamente la película sobre los hombros. Me gusta especialmente la energía que transmite de estar pensando, maquinando constantemente incluso durante un combate.De ritmo tranquilo y pausado, la película nos ofrece muchos momentos para la reflexión. Cuando la película nos habla acerca de que los psicópatas son un siguiente paso evolutivo nos hace pensar si justamente un ser que no conecta con la sociedad que le rodea y a lo sumo alcanza a camuflase es realmente un nuevo paso evolutivo o un parásito hiperadaptado a su medio. Como un ser que no conecta a nivel emocional puede formar parte de una sociedad. Mostrándonos durante la película varios estratos. El perfectamente adaptado y buscador de bienestar, el obsesionado con sus metas e investigaciones y el paria de la sociedad que no consigue adaptarse.

Aunque el McGuffin de la película, el chip neural, que permite controlar o crear esas tendencias realmente es un elemento que podría no existir para que la película funcione, nos ofrece un elemento que justamente da mucho juego a nivel interpretativo. Mostrando cómo nuestro protagonista abandona esa atalaya de aislamiento y empieza a ansiar ese elemento de conexión.Cómo el monstruo con una sonrisa y gesto amable empieza a querer algo mas que no puede alcanzar. Sentir una emoción, tener una conexión, ser vulnerable. Al menos la película ofrece cierto alivio con la amistad y una suerte de interés romántico.

Thriller con toques de drama, no exento de dureza, algún combate bien rodado y realista (si estas delante de un hacha, corre, corre mucho) y algunos elementos cómicos para relajar el metraje. Especialmente me gusta el apartado con el amigo médico. Los amigos que matan juntos, permanecen juntos.

Lo que no me atrae de la película es el hecho de ser simplemente correcta. No tiene puntos negativos, salvo lo alargado de la historia, que al no estar salpicada de momentos horribles pierde velocidad y fuelle. Acostumbrados a un cine de excesos por parte del director, de esta sólo podemos decir un «esta bien». No destaca por ninguna parte. Es una película más, diseñada para el amplio público.Se nota el hecho de que ha relajado su intensidad para ella y que seguramente es una más de las películas a las que nuestro mercenario favorito accede sin habérsela mirado mucho. Sólo al cheque que le ponen delante.

Recomendable si te gusta ver que los asesinos trabajan unidos como hermanos y si consideras que lo mejor para refrescar las ideas es un golpe de hacha.

La frase: «Ahora ya no es asesinato, sino autodefensa».

La escena: El interrogatorio al primer médico (y lo que me recuerda a American Psycho).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2023

Nota del autor:

6,0 ██████ (Correcta)


TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente