Northern Exposure (Joshua Brand, John Falsey, 1990)
La última frontera (Título en México)
45 min/episodio

Joel se dirige a Alaska para trabajar allí temporalmente a cambio de la beca que le fue concedida para estudiar medicina. Al llegar, se encuentra con que le mandan al remoto pueblo de Cicely, en medio de la naturaleza más salvaje, donde todo aquello a lo que se acostumbró durante toda su vida en Nueva York, es poco más que un espejismo. Aquí parte la historia, la premisa y el personaje que nos lleva a Cicely, donde conoceremos a sus habitantes y una forma de vivir de la que no podremos evitar enamorarnos.

Aunque en principio Joel parezca el protagonista, a medida que avanza la serie, vemos en seguida que el protagonista es Cicely y sus gentes, todas ellas y si podemos hablar de protagonismo, tendríamos que hablar del grupo principal de habitantes al que más conocemos. Esta serie tiene esa esencia mágica que te transporta a un lugar, a una sensación y hace que en cada capítulo te adentres en ella y te dejes llevar, como si de un lugar de paz y evasión de tratara.
Aunque es ligera y cómica en muchos aspectos, no olvida tratar un amplio abanico de temas, tanto atemporales como más actuales en aquel momento y también en este que vivimos hoy. No hace discursos maniqueos ni peroratas facilonas, sabe tratar cada tema y además, el gran mensaje y la gran idea que para mi hace tan valiosa a esta serie es que no se olvida de recordarnos algo crucial. Todos somos diferentes y no hay nada malo en ello, hay personas con toda clase de opiniones y formas de ser, que nos pueden caer más o menos en gracia de primeras, que pueden tener más o menos en común, pero todos saben convivir y respetarse. Algo que nunca debemos olvidar.
Me gusta mucho el papel de los mayores en esta serie y de los adultos jóvenes, muchas veces más perdidos que los adolescentes. Sin importar tu forma de ver el mundo, creencias etc. Poco a poco aprenderás a querer a todos los habitantes con su pedrada y todo, porque esto no es una comedia de arquetipos planos, es una historia llena de personas con toda su humanidad.

La serie tiene un lado de realismo mágico en el que juega con sucesos inexplicables, ritos de paso y los misterios de la naturaleza salvaje y la humana, nuestra forma de entenderla y sobre todo de llevar lo que no entendemos, además de la lucha con nuestra propia naturaleza que a veces queremos rechazar.Las seis temporadas de la serie se aguantan bastante bien aunque tiene algún que otro capítulo duro de roer y hay un personaje en la temporada 4 que admito que es el único en toda la serie que no fui capaz de tolerar. Eso sí, si hablamos de personajes secundarios, hay uno recurrente llamado Adam que es de las cosas más maravillosas que tiene esta serie, y no tiene pocas.

A pesar de alguna cosas que pueden cansar un poco de cuando en cuando, mantiene una calidad y frescura envidiables tanto como serie en si misma, en toda su duración, en sus personajes y en su visionado 30 años después que, cuando acaba el último capítulo deja un pequeño vacío pero agradeces todo lo que te ha dado y aunque da pena, la propia serie te ha enseñado a aceptar que todo tiene su momento y a llevar bien el final.Poco más puedo decir, no he querido mojarme en exceso porque es de esas obras únicas que dependen de los ojos que la ven, así que haced como Ed, el cinéfilo del pueblo, y devorad cada capítulo sin perder detalle para vivir vuestra propia aventura en Cicely.

Doctor en Alaska está disponible en FILMIN

TRÁILER:

 

Written by Iris Martínez

Directora Adjunta