Délicieux (Eric Besnard, 2021) -112 min-
Delicious (Título internacional)

Sinopsis: En la Francia del siglo XVIII, previo a la revolución francesa, un cocinero genial ha sido despedido por el duque al que servía. Ante la desaparición de la vida tal y como la conocía, se refugiará en su antiguo hogar en la campiña, incapaz de volver a sentir el gusto por la cocina. La aparición de una misteriosa mujer, dispuesta a lo que sea para ser su aprendiza, le permitirá volver a recuperar su pasión y encontrar un nuevo futuro.

Interesante propuesta con múltiples niveles de factoría francesa. Un poco larga, casi dos horas, pero que siendo este el único punto criticable de la película, se hace bastante entretenida.

 

 

 

 

Trata el nivel sociológico con una crítica al pueblo francés, controlada por la nobleza. Jamás se verá un conjunto de gente tan miserable y merecedor de unas buenas bofetadas sin cariño. Dispuestos a lo que sea con tal de complacer a sus pares e impresionar a sus superiores. La escena inicial del banquete deja muy clara la decadencia a la que se ven abocados estos nobles que se creen por encima del común de los mortales. No solo por sus frases, gestos, volubilidad ante un cambio de opinión súbito y por su servilismo ante un poder superior, sea el divino, sea el real. El trabajo por parte del director para conseguir que les odies y situarlos como antagonistas de la existencia esta tan logrado que apenas se necesita un par de planos para conseguirlo.

No olvidemos al pueblo llano, para el cual también hay bofetadas, por su simpleza, cobardía y nula voluntad para salir de la miseria. Llegando a ser ellos mismos guardianes de la condición de los suyos, impidiendo ningún tipo de cambio (quien lo diría, no hemos avanzado nada… en más de doscientos años).

Podríamos decir que ni los protagonistas escapan de este análisis, pero en este caso parecen tener las cualidades redentoras (o condenatorias) de la época. Encarnando uno la búsqueda de la justicia, otro la obsesión (y orgullo) y por último la esperanza, queda en manos del espectador el decidir cuál es cual 😛 ) de la sociedad del momento.

A nivel emocional está muy bien pensada, mostrándonos muy bien el avance de los protagonistas (más centrados en el cocinero y su aprendiza) haciéndolos muy creíbles. Mostrando las fases de la perdida en nuestro cocinero (absolutamente deprimido por haber perdido lo único que le motivaba en la vida) y como se va cayendo la venda de los ojos de la aprendiza. Utilizando el personaje del hijo y el abuelo para mostrar la realidad (mostrando un poco el pulso de los tiempos). Utilizando el tema de maestro y aprendiz para avanzar la narración, con un toque oriental. Donde el maestro rechaza al alumno, le obliga a mostrar su devoción y espíritu de sacrificio con tal de aceptarlo y aún más con tal de transferirle sus enseñanzas o su confianza.

El nivel actuación es simplemente soberbio, no solo los protagonistas hacen un gran papel, sino que todos los secundarios están excelentes. Brillando algunos con solo unos minutos de pantalla. Permitiendo mover el tono de la película de la tragedia a la comedia o vuelta al costumbrismo, con solo un gesto o un comentario. Remarcando el papel del duque (Benjamin Lavernhe) capaz de hacer revivir el fuego del desprecio y odio con solo un comentario o un gesto de manos (algo bastante difícil sin caer en lo paródico).

Volviendo a nuestra pareja protagonista, pocas veces he visto una química tan buena en pantalla. A poco que entras en la película ves la perfección de la elección de los actores. Con un lacónico Grégory Gadebois (El oficial y el espía, 2019) azotado por sus demonios. Alguien que poseedor de la razón no va a dar su brazo a torcer y que si no tiene la cocina ha perdido su razón para vivir. E Isabelle Carré (lástima que ambos se prodiguen tanto en cine francés que apenas se ha estrenado aquí) en un papel de mujer con múltiples secretos, consumida por su pasado y que va encontrando otra razón para vivir a medida que avanza la historia. Sus interacciones en pantalla, sus miradas, el lenguaje gestual. Una absoluta delicia.

Y hablando de delicias. Hablando de una película sobre un cocinero tenemos escenas de cocina. Voy a definirlo rápida y sencillamente. Absoluto porno culinario. Personalmente no me gustan los programas de cocina de la televisión (los considero aburridos y lentos, que le vamos a hacer). Pero aquí apenas podía despegar los ojos con cada escena que estaban cocinando (y no son pocas). Realmente consiguen que la boca se me hiciera agua con cada receta. Y realmente comprendía las caras de los comensales cuando probaban algo. Una absoluta crueldad el no poder comer por estar en una sala de cine mientras veía la película. A poco que os guste comer lo vais a disfrutar mucho.

Hablando de la fotografía, realmente muy lograda. Para en los momentos de pausa el poderte mostrar la campiña o las mansiones de la nobleza, acompañada de un gran trabajo de cámara. ¿Se puede usar una cámara trepidante en una escena de cocina? Pues sí, vaya cosa.

Tratando el ritmo del metraje, bastante bien pensado, consiguiendo que una película larga no se vuelva aburrida. Permitiendo que la narración se desvíe en temas menores (como el tema del avance de la sociedad, la venganza…) para volver al tema central periódicamente. Como un mazazo de realidad que va cayendo sobre los personajes para refrescarles en que tiempo viven. Que por muy protagonistas que se crean de sus vidas, la realidad está ahí para demostrarles que no valen nada (me encanta el detalle del primer convite del duque y como acaba). O que para valer hay que coger el destino con ambas manos y no dejarlo en manos de otras personas.

Una forma de describir el ritmo sería “poco a poco y sin pausa”, tal y como sucede con las ideas en la película. Es muy divertido ver como las grandes ideas que damos por sentado van viniendo poco a poco y no siempre por uno mismo. Me encanta el hecho de que los viajeros vayan aportando ideas para lo que será el producto final de la película.

En resumen, una película muy disfrutable. En la que puedes enfocarte en sus múltiples partes por separado y seguir sacando temas de interés.

Que me esperaba:

Una película lenta, intimista, con un toque sensual en algún momento y mucho costumbrismo. Algo aburrida y con mucha reflexión. Bastante alejado de lo que he recibido.

La frase: (La película está plagada de grandes frases, pero escogeré dos).

  • «Tu dios no existe, o es un pésimo gourmet».
  • «No estoy dejando que me roben, estoy comprando la paz».

La escena: Aunque el momento clímax es en el banquete final. Considero que las escenas de cocina son realmente pornografía culinaria. Especialmente el momento en que ensaya el primer banquete para el duque. Realmente un acto horrible el observar ese despliegue para no poder comer por estar en una sala de cine.

Distribuida en España por A CONTRACORRIENTE FILMS

Nota del autor:
8,0
███████ (Muy Buena)

La película está en CARTELERA desde el 05 de enero de 2022

TRAILER:

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Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente

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