Bina (Orcun Behram, 2019) – 115 min. –
The Antenna (Título internacional)

Sinopsis:

En una Turquía, que bien podría ser el barrio de la Mina, o San Petersburgo (total, no se ve más que un edificio) aislado del mundo (la insistencia de las sinopsis acerca de que están en una distopía roza lo ridículo) se instala la antena de un nuevo formato de señal televisiva.

A razón de ello, la señal recibida empezará a afectar a la gente del edificio para horror del conserje, un ser triste y pusilánime, que irá observando la evolución de la situación.

Importante, es una película larga con dos bloques claramente diferenciados. El primero, es un bloque muy tedioso, de aire costumbrista, donde se narran las miserias de un conserje, mangoneado por la realidad, que solo quiere estar tranquilo y largarse de allí.

Es muy lento, para irte metiendo progresivamente en la angustia de los personajes, siendo el edificio, un bloque monolítico, un personaje más, opresivo y malrollero, que absorbe la vida de sus habitantes (todavía, no literalmente).

El trabajo de actuación es muy bueno, junto con la banda sonora. Y las escenas realmente te hacen empatizar con la melancolía del protagonista.

Problema principal, es un boque lento y largo. Se debe mentalizar uno acerca de que lo bueno se hace esperar. Se debe uno contentar viendo una critica social, un deje en contra de la sociedad autoritaria (ojo, cine turco, no pasemos de ese punto o peligra nuestra integridad).

Mientras tanto, la situación se amenizará con la aparición del légamo negro que apareció en Prometheus. Ha venido de visita con la misma metodología y saber hacer. Efectos aleatorios y ninguna explicación. Eso si, sin serpientes rarunas. Ni que necesitáramos una explicación. Afortunadamente gracias a no ser americanos podemos rellenar los huecos y ver que esto es el preludio de la chicha de calidad.

El segundo bloque, cuando la situación se activa y pasamos a una película de miedo, con una tensión muy bien lograda. ¿Os acordáis del edificio? no hay problema, el si se acuerda de vosotros. Y viene acompañado de una banda sonora bien opresiva.

Es como si el bloque entero hubiera quedado atrapado en una dimensión de bolsillo de kult (el juego de rol, recordar el nombre turco de la película y hacer asociaciones). Donde un espíritu pretende controlar, sojuzgar y someter. Nuestro protagonista vera con horror como la situación empeora más y más hasta el divertido final.

Mención a las criaturas que van apareciendo, sin cara, como el estado que pretende controlarlo todo a través de la señal. Personalmente la película habla acerca de como la información, los medios, nos controlan. De como abandonamos nuestra individualidad para no sentirnos solos. Y si no lo consiguen… pasan cosas. Con légamo negro incorporado.

No esperéis una explicación final que lo redondee todo. De esta película se sale con lo que tu hayas podido extraer. Ese es precisamente uno de sus puntos débiles, que obliga excesivamente a pensar al espectador (lo cual para mi es muy bueno, pero mucha gente destroza la película por eso).

LA ESCENA: La primera vez que Mehmet alucina, una clara referencia a Tetsuo (1989).

LA FRASE: «El poder es nuestro destino»

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2019

Nota del autor:
7,0
███████ (Buena) 

TRÁILER

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente