Ghoul (Petr Jákl, 2015) – 86 min.-
Juegos diabólicos (Argentina | México | Perú)
Todos estamos conscientes del horroroso decaimiento del género found footage (montaje encontrado). Cada año salen más películas de este tipo revolcándose sobre las mismas temáticas, tretas y premisas. Justificado esto, gracias al balance entre lo que cuesta un pequeño filme de estos con lo que recoge en taquilla. Por ejemplo, La ahorca (The Gallows), una de las películas peor reseñadas del 2015 (con apenas 15% en Rotten Tomatoes), costó $100.000 USD y recaudó 43 millones de dólares. O la que influyó enormemente en el desarrollo en masa de este tipo de cine, Paranormal Activity (2009), costó apenas $15.000 USD para recoger en taquilla más de 190 millones de dólares.
Ghoul no es la excepción. En República Checa, su país de origen, fue un éxito en taquilla y rompió récord para una película de terror en su primera semana. Pero así como otras cintas de su mismo tipo, la taquilla no determina la calidad del contenido. Y en el caso de esta found footage dirigida por Petr Jákl, se trata de lo peor de lo peor.
El inicio de Ghoul resulta interesante. Jákl presenta a Kiev, Ucrania como el lugar donde un montón de historias sobre canibalismo durante los años 30 han llevado a un grupo de documentalistas americanos a realizar un piloto sobre el tema. Una bruja del pueblo explica que dichos sucesos fueron a causa de fuerzas sobrenaturales, los lleva a la cabaña donde ocurrió uno de los casos más famosos y los jóvenes cineastas se ven obligados a pasar la noche en ella.
El interés en la película decae después de los primeros 10-15 minutos. El canibalismo es un tema atractivo, sobre todo porque podría darle algo novedoso a una found footage. Sin embargo, el director decide irse por lo poco imaginativo y abusa de cada uno de los clichés del terror. El canibalismo resulta ser sólo un artificio narrativo para llevarnos al escenario común de los jóvenes atrapados en una cabaña en medio del bosque. Y de verdad, ¿cuál era la necesidad de introducir el factor sobrenatural?
Como si la falta de creatividad no fuera suficiente, el monstruo-villano de Ghoul es Andréi Chikatilo, el asesino en serie soviético conocido como ‘El Carnicero de Rostov’ quien violó, asesinó y mutiló un mínimo de 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990. Chikatilo viene a figurar en la trama como una clase de fantasma que posee a la gente para seguir alimentando su sed de sangre humana incluso después de la muerte. Ingenuamente, el director cree que esto podrá impactar con mayor fuerza al espectador pero lo único que logra es sacarlo fácilmente de la película, en especial si éste conoce la historia del infame asesino en serie. El pequeño capricho de utilizar a Chikatilo de una manera tan pobre y ‘reinventarlo’ ridículamente como un fantasma en vez de crear un villano único y terrorífico parece solamente explicarse en la urgencia de tener un ‘basado en hechos reales’ para la campaña de marketing. En todo caso, ese es el aspecto que sí han sabido cuidar enormemente las found footage recientes y la taquilla lo demuestra.
No voy a ser completamente negativo respecto a esta película y diré que de todo lo malo se puede sacar algo bueno. El metraje encontrado es para nuestros tiempos lo que el slasher fue para los 80’s. A medida que se acercaban los 90s, el género dejó de funcionar y el mercado se sentía saturado de estas cintas. Sin embargo, apareció Scream (1997) para renovar el género y darle una vuelta de tuerca, hizo que se sintiera vivo de nuevo. Ghoul, junto a otras del género, ha creado un nuevo estatuto. Es portadora de un importante mensaje que le debe llegar urgentemente a los cineastas existentes y, sobre todo, venideros: que la próxima found footage reinvente el género o si no, que muera.
Distribuida en España por
Nota del autor:
1,0 █ (Ridícula)
Película en CARTELERA a partir del SIN DETERMINAR.
TRÁILER – V.O.S.: