Título original: Contact
País: Estados Unidos
Primera proyección: Canadá, 11 Jul. 1997
Duración: 150 min.
Director: Robert Zemeckis
Guión: James V. Hart y Michael Goldenberg (basado en la novela homónima de Carl Sagan)
Música: Alan Silvestri

“[…] Gran historia de muy creíble ciencia ficción […] Unos adictivos 150 min. que se hacen cortos gracias al entusiasmo con el que se siguen […] Todo es calidad técnica, narrativa, interpretativa y argumental […] El hecho de que la película no sea redonda se produce por un tramo final de menor fuerza […]


No son pocas las perlas que el director, guionista y productor norteamericano Robert Zemeckis ha ido dejando a lo largo de su no muy larga pero sí intensa filmografía. Primero marcó un hito con la célebre trilogía de “Regreso al futuro”. Después, junto a Tom Hanks, labró dos de las historias con más renombre de las últimas dos décadas, “Forrest Gump” (1994) y “Náufrago” (2000), hasta que se decidió a adentrarse en el mundo de la animación con cintas como la adaptación de la hermosa historia de Charles Dickens, “Cuento de navidad” (2009). Antes de llegar a ese punto, y entre otros trabajos realizados, estrenó “Contact”, una gran historia de muy creíble ciencia ficción que adapta la novela escrita por el prestigioso astrónomo Carl Sagan. Los guionistas James V. Hart (“Drácula, de Bram Stoker”, 1992) y Michael Goldenberg son los encargados de ello, conformando un efectivo tándem con el director, que obtiene como resultado unos adictivos 150 minutos que se hacen cortos gracias al entusiasmo con el que se siguen. En cada uno de ellos, todo es calidad técnica, narrativa, interpretativa y argumental, convirtiéndose quien visiona este film en otro de los miembros del equipo de investigación que intenta establecer contacto más allá de las fronteras universales conocidas.

Como se dice en la película, si el Universo es tan grande y sólo la especie humana es la que lo habita desde nuestro maltratado planeta, cuánto espacio desaprovechado. Después de unos brillantes minutos principales en los que se muestra el infinito viaje de las ondas televisivas y/o de radio a través de un espacio cargado de maravillas, la cámara desciende hasta la Tierra para ser testigo de la fascinación que la astronomía produce sobre una joven llamada Ellie (Jena Malone). Junto a su padre (David Morse) se plantea cuestiones acerca de los planetas después de haber disfrutado de uno de sus hobbies favoritos, el de intentar contactar por radio-frecuencia con cualquier otro aficionado de las ondas que se encuentre en algún punto de los Estados Unidos. Pasados los años, Ellie ya es una mujer adulta (encarnada por Jodie Foster) que ha convertido el asombro de su niñez en realidad profesional, dedicándose como científica al estudio de las posibles ondas que puedan transitar por el Universo y que signifiquen un primer contacto histórico con alguna población extraterrestre. Su proyecto, en una delicada situación de descrédito y amenazado continuamente por el asesor científico David Drumlin (Tom Skerritt), deberá sortear un montón de problemas para poder convertirse en algo sólido. La pasión de Ellie, el apoyo de su equipo y su amistad con el conocido reverendo Palmer Joss (Matthew McConaughey) sumarán fuerzas para convertir el sueño en una experiencia real.

El hecho de que la película no sea redonda se produce por un tramo final de menor fuerza, mayor previsibilidad y utilización de recursos fáciles, que la mayor parte de la cinta. A pesar de esto, el conjunto me parece poderoso, adecuado, por momentos maravilloso y en cualquier caso, notable. Sus logrados efectos visuales consiguen aumentar el nivel de fascinación que producen muchas escenas de esta cinta, beneficiada por una dirección artística que consigue que los años pasen sobre la película sin hacer demasiado daño, pues en pleno año 2011 “Contact” se sigue casi como una producción actual. El contenido religioso cobra un gran protagonismo en la trama, planteando continuamente el interrogante de la existencia de Dios y ofreciendo como respuesta a esta cuestión más interrogantes: tanto creyentes como ateos pueden identificarse con muchos de los puntos de un espinoso tema que en la película, por un lado defiende la lógica científica de que sólo existe lo probado, y por el otro deja profundas y trabajadas reflexiones y metáforas espirituales. El reparto gusta en su totalidad, comandado por una sólida Jodie Foster («Taxi Driver«, 1976) a la que siguen Tom Skerritt, un chispeante James Woods, un simplemente correcto Matthew McConaghey y todo un elenco de garantías que se sigue con agrado. Me ha resultado muy curioso contemplar cómo rescataron varias imágenes de archivo de Bill Clinton para mezclarlas con los personajes de la cinta, siendo el ex-mandatario norteamericano un actor más.

La banda sonora del compositor colaborador habitual de Zemeckis, Alan Silvestri («Un ratoncito duro de roer«, 1997 – Trilogía: «Regreso al Futuro«), ofrece unas ricas partituras que se fusionan con belleza entre las secuencias de la película persiguiendo la lograda intención de inquietar levemente desde unos suaves compases sobre los que se emiten unas ondas que maravillan al mismo nivel que el conjunto del metraje en este viaje que nos saca de nuestro mundo para que podamos comprobar lo realmente insignificantes que somos. Bravo por Zemeckis y Sagan.

Nota del autor:
8,0
████████ (Muy buena)

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *