Título original: Domingo de carnaval
País: España
Primera proyección: España, 22 Oct. 1945
Duración: 83 min.
Director: Edgar Neville
Guión: Edgar Neville
Completa, amena, bien narrada e interesante película de intriga bañada en comedia, dirigida por el madrileño Edgar Neville (“El último caballo”, 1950), IV Conde de Berlanga del Duero, director de cine además de pintor, escritor y autor teatral. La obra, además de un divertido entretenimiento, constituye un agradecido y documentalista retrato sobre una pequeña parte de la cultura popular castiza, siendo el histórico Rastro de Madrid (mercado nacido aproximadamente en 1740) el escenario privilegiado de la detectivesca trama escrita por el propio realizador.
¿Y qué se investiga? La muerte de una vieja prestamista que ha sido hallada cadáver por uno de sus vecinos y el sereno de la zona. Después de que ambos saquen simpáticas pero fundadas conclusiones sobre la muerta, cual personas aburridas que juegan a ser reputados detectives, deciden poner el caso en conocimiento de la policía. La investigación cae sobre las manos de Matías (Fernando Fernán-Gómez), un aplicado agente que deberá enfrentarse a su trabajo más importante. No pondrá reparos a la inestimable colaboración que le brindará el vecino que encontró el cuerpo, haciendo éste las veces de Watson (aunque por su orondo aspecto se parezca más a Sancho Panza) ante Sherlock Holmes, acompañando al policía durante prácticamente todas sus pesquisas, pudiendo aportar libremente sus conclusiones. Para complicar las cosas, aparece Nieves (Conchita Martín), la bella hija de uno de los acusados durante la investigación, que está dispuesta a demostrar a cualquier precio la inocencia de su padre, haciendo brotar esto un choque (digerido por el policía con suma tranquilidad) entre ella y el agente que investiga el caso.
La película se sigue con mucho interés gracias a una diligente dirección que ha sabido combinar la realidad social del momento, con una lograda trama de intriga y un gracioso y picaresco toque de humor que aumenta, aún más si cabe, la comodidad con la que se visiona el film. El nivel de misterio parece pasar a un segundo plano, siendo el mayor aliciente de esta cinta su forma de contar las cosas, los cotidianos y animados enredos que surgen y la relación entre sus personajes. Las interpretaciones, copadas por un buen Fernando Fernán-Gómez («El viaje a ninguna parte«, 1986) y una vivaracha Conchita Montes («La vida en un hilo«, 1945), completan el agradable resultado que consigue esta historia de crimen durante un domingo de carnavales en la ciudad de Madrid.
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Deja una respuesta