Canciones de verano (Pablo Bautista, 2023) – 7 min. –
Guión: Wada Muñoz y Pablo Bautista
Las canciones populares son la banda son la banda sonora de nuestras vidas, nos gusten o no los musicales, tengamos o no una voz aterciopelada o simplemente evitemos escuchar emisoras de radio o socializar en discotecas o antros de buena muerte. La influencia que tienen en nuestras vidas, sus melodías son puntos de referencia a nuestros estados de ánimo, a situaciones emocionales que guardaremos como el mejor de los tesoros o simplemente la enterraremos como la peor de las maldiciones.
Sea como fuere, esas canciones -esas que son pegadizas, esas que son bizarras, esas que fueron producto de una época – siempre estarán aquí para recordarnos aquellos momentos, para sentirnos identificados, para “teletransportarnos” a viejos álbumes de fotos, para hacernos creer que somos el rey o la reina del karaoke. Canciones de verano es un hermoso poema de amor hecho estribillo de todas esas canciones que han llenado todos aquellos desinhibidos veranos de nuestras vidas.
El corto arranca con un par de amigas (geniales Wada Muñoz y Ana Polo) afrontando una mañana de resaca en un chalet con piscina, después de una noche muy loca. Allí en la tumbona luciendo sus cuerpos bajo un sol mañanero, no tienen mejor idea que tomar el “desayuno” con unos buenos tragos de vino – lo más socorrido, para estos casos –. A Wada le llama la atención al leer la etiqueta de la botella el nombre tan exótico de “canciones de verano” ¿qué podría salir mal? (o bien).
El resto es spolier y pura diversión, de la cual no voy a ser yo quien os quite ese placer. Aún así sería un pecado no hablar del enorme esfuerzo que han hecho los guionistas (Wada Muñoz y Pablo Bautista). Ellos han transformado, en un alarde casi de alquimia, las letras de canciones en diálogos, y los diálogos en un desarrollo de la trama. Podían haber tirado por hacer una pieza hecha de retales donde cada canción acaba abruptamente y empieza otra, pues no, han tejido una pieza donde cada canción ha sido un hilo que queda perfectamente integrada en el conjunto. Lo dicho, un ejercicio para quitarse el sombrero, sinceramente. Y todo sin necesidad de un score que acompañara a cada una, todo se hace a capela. Un acierto, porque la música de cada canción la teníamos nosotros en nuestra cabeza.
Una historia pequeña que tiene reminiscencias a la famosa obra de Lewis Carroll donde Alicia encontraba alimentos con extrañas etiquetas cuyas consecuencia eran aún más extrañas; y por supuesto, precioso homenaje -de forma involuntaria :P- a todas esas comedias que nos han hecho salir de las salas de cine o del salón de nuestras casas tarareando canciones que son un brindis a lo mejor que nos puede deparar la vida. Con una fotografía muy cuidada, tanto en los tiros de cámara como en el uso de la luz y los colores.
No es el primer trabajo que vemos del tándem Wada-Pablo, ya nos asombraron en otro corto con un registro completamente diferente, Año uno , y nos reafirma en que estos Cohen de Malasaña además de imprimir verdadera pasión en lo que hacen no le tienen miedo a ningún género cinematográfico. Estaremos atentos a lo que hagan.
(*) Nota del editor: Aunque ya lo sabréis al ver el corto, esperad al final de los créditos (después del molón ending) que hay una escena postcréditos ^_^.
En definitiva, un brillante cortometraje, que como el nombre de su corto, nos hará disfrutar de lo mejor de la vida… donde siempre es verano y las canciones nunca faltan.
P.D.: Si has hecho o has ayudado en la realización de un cortometraje/mediometraje y quieres darle una mayor visibilidad, no dudes en escribirnos a info@lgeciner.org. Te escribiremos una reseña y aparecerás en esta sección, la cual tendrá eco en todas nuestras redes sociales.
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