Muerte en Torrevieja (Adriana Arratia, 2023) – 16 min. –
Guión: Adriana Arratia, Mariana Figueras Manzanares

Es algo que a diario contemplamos con cierta distancia, mientras nos reunimos a la mesa para almorzar y “tomamos el postre” en la última sección de los noticiarios matutinos, o simplemente cuando buscamos en la sección de sucesos aquello más truculento para alimentar nuestro morbo. Es una lección que nos hacen recordar a diario: en la cálida luz de la cotidianidad puede surgir la sombra más abismal.

Algo que quedó reflejado perfectamente cuando el gran Alfred Hitchcock nos expuso en Frenesí (1972), cómo la cámara acompaña a una joven que entra en el piso del asesino en serie, se olvida de los dos – a sabiendas del fatídico final – y luego se aleja en silenciosamente bajando las escaleras, saliendo por el pasillo hasta llegar al portón de la residencia y sigue alejándose mostrándonos el bullicio de la ciudad que ignora el brutal asesinato que está ocurriendo a escasos metros.

En Muerte en Torrevieja su directora Adriana Arratia nos muestra cómo en la desenfrenadas juergas que ocurren durante las vacaciones de la Costa Dorada, la dureza a la que tiene que enfrentarse una joven madre soltera al llegar al hogar, se convierte en un mal sueño que nunca quiso tener.

Chetia (Caterina Hurtado) malvive diariamente en Torrevieja (Alicante) con el único sustento de un negocio de apuestas ilegales que rodea al balconing; donde unos incautos guiris que sustituyen su sentido común por alcohol y drogas, convierten los balcones de su residencia en trampolines olímpicos donde hacer saltos a la piscina del hotel. Cuyos resultados pueden ser desde una hazaña inolvidable para contar entre sus colegas al regresar a su país o una columna en la sección de sucesos con su nombre como unas simples siglas.Ella sólo piensa en el día a día sin importar ni su futuro, ni el de su crío que siempre la recibe llorando al llegar a casa. Dejándoselo al padre, dueño de un bar de barrio (interpretado por Raúl Ruiz “El Rata”), mientras se va a “trabajar”. Haciendo oídos sordos a lo que le aconsejan tanto el como su amiga (Ana María Jiménez “La Santa”) su vida se mueve por el filo de una navaja como la actividad que encamina sus apuestas.Muerte en Torrevieja es un corto que podría englobarse dentro del nuevo movimiento llamado neo-quinqui que recoge el legado del subgénero underground que fue famoso en España por  los 80. Que nos mostraba – mediante actores no profesionales- la vivencias de jóvenes pertenecientes a un estrato social bajo que encuentran en la delincuencia una forma de vida y de principios, la dureza que se muestra está intensificada porque sus protagonistas no actúan sino que muestran lo que viven o ven a diario, el guión es casi un eufemismo y la improvisación un mandamiento.

En este caso se sigue esta tónica, escogiendo tanto a la intérprete protagonista como a su amiga de la calle (de las redes sociales en este caso). Personas que nada tienen que ver con el mundo del cine y dan esa autenticidad. Caterina Hurtado da fuerza y naturalidad a esa madre imperfecta que busca el dinero rápido y abundante para mantener la vida que tiene. Los escenarios y situaciones nos llevan al barrio obrero que todos los que lo hemos vivido reconocemos perfectamente con sus escasas opciones de vida y la encrucijada entre la honradez casi penitente y las salidas «fáciles» pagando siempre un precio personal se elija lo que se elija porque la vida de barrio humilde no es fácil para nadie.
Ella, junto con una exquisita fotografía, nos llevará como una guía turística a los lugares donde la soledad se engalana de neón y de rincones que nos rememoran las pinturas de Edward Hopper. Vano escapismo del insecto que piensa que la luz de la farola es el sol aunque no vea el azul del cielo.

Con una banda sonora bien escogida adaptada a los nuevos tiempos, sustituimos la rumba por el trap, y unas interpretaciones que nos quedamos con ganas de ver más. Geniales El Rata y La Santa. El montaje tampoco se queda corto – perdonadme la broma fácil – , ya que se nota que la directora tenía en mente más metraje que al final no pudo incorporar (como ya nos confirmó su directora en nuestra entrevista en el programa especial de La bala perdida).Muerte en Torrevieja no es un cortometraje fácil de ver, quizás por todos los temas que trata, donde la sutileza en algunas ocasiones es una pedrada que te da la cara. Donde el final de una historia no acaba con unos simples créditos. Aún así, es un cortometraje que trae las esencias del cine quinqui y que simplemente por ello merece su visionado.

P.D.: Si has hecho o has ayudado en la realización de un cortometraje/mediometraje y quieres darle una mayor visibilidad, no dudes en escribirnos a info@lgecine.org. Te escribiremos una reseña y aparecerás en esta sección, la cual tendrá eco en todas nuestras redes sociales.

Written by Diego Karasu

Cofundador y Director Adjunto

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