Smugglers (2023): Del mar se aprovecha todo

En la corea de los años 70. La apertura de una planta química en las inmediaciones ha contaminado toda la costa de la zona. Un conjunto de cazadoras de ostras deberá reconvertirse al contrabando por culpa de la presión causada por la pobreza.

Una película que me ha traído vibraciones de la antigua picaresca española, el enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la típica ultraviolencia coreana de acción, blacksploitation y la típica película de golpe criminal. Buenos ingredientes todos juntos en la coctelera, agitados y servidos al espectador.

Un dinero fácil que ilustrará cómo puede cambiar una persona al tener la vida solucionada y ver como el dinero llega en torrente sin fin. De humilde a ostentoso, de amistoso a envidioso, de aliado a enemigo.

Un ascenso en el glamour y el estilo que ilustra muy bien la historia de la época. Con un inicio de pobreza miserable. Trabajando por unas monedas para que vivan sus familias, algunas en muy mal estado por haber tenido accidentes laborales en la pesca. Las maravillas de no tener un sistema de seguridad social. Llegando a tener que recoger del suelo las entrañas del pescado para tener algo para la sopa. Para de ahí pasar a niveles de vida propios de los ambientes más pijos de los Estados Unidos de los 70. Unos despliegues de color que llegan a doler en los ojos. Volviéndose el centro de las miradas de todos los de la zona, y de la policía. Tras ver este ascenso roto y pausado por un merecido tiempo de cárcel. El grupo se juntará años después para un último golpe para contrabandear oro por parte del detective Kwon. Un último golpe lleno de tensión, envidias, sospechas y giros de guión.

Un film que realmente me ha parecido bastante entretenido para el habitual panorama de drama coreano. Tendríamos aquí una película con trasfondo histórico, un nivel de comedia fino (aportado por las actuaciones y algunas situaciones), un ritmo bueno y amenizado con algunas escenas de acción.Las actuaciones de la misma son muy buenas, realmente el peso de la historia se reparte entre las dos protagonistas (las actrices Kym Hye-Su y Lee Do goon), siendo su buen hacer y química la que lleva a la película hacia adelante, siendo los dos polos enfrentados en nuestra narración por un hecho del pasado. Una herida que nunca podrá sanar. Amenizado esto con el tercero en discordia el muy carismático Zo In-Sung (encarnando al supervisor Kwon). Que a base de carisma y profesionalidad nos hace soñar con un final feliz para una historia de criminales de medio pelo que aspiran a vivir la vida de los ricos y poderosos.

Hábilmente dirigidos por Seung Wan Ryu (que ya he visto dirigiendo en Veteran, Arahan y Huida de Mogadiscio), que sabe imprimir un buen ritmo a la historia y sabe alternar escenas de mucha belleza, con sangre y muerte. Jugando constantemente a los contrastes. Siendo estos de ritmo (pasando de comedia a drama sin ningún miedo), de imagen (alternando escenarios miserables con máxima belleza) o de historia (siendo una historia de contrabando, de corrupción, de enfrentamiento familiar o una tierna historia de amor incipiente). Un muy buen trabajo en este nivel.Habiendo mencionado varias veces la imagen precisaré que la fotografía en este metraje es una delicia. Una parte muy importante del mismo. Sea por la estética súper cuidada a la hora de ilustrar la evolución de los personajes. Lo interesante de los mismos interiores o las escenas de naturaleza marina que nos muestran. Amaréis las escenas de buceo y como las gestionan (es una parte importante en la película y me hace pensar seriamente sobre la veracidad de lo que muestran, como el hecho de silbar tras la apnea, algo que tendré que investigar, me han creado una necesidad).Teniendo momentos verdaderamente líricos en algunas transiciones, como el recorrido en el pasillo de una de nuestras protagonistas cuando acaba en la cárcel para indicar el paso de las estaciones. Ese momento es encantador.

Respecto a las escenas de acción, podríamos resumirlas en dos. La escena final, muy bien llevada y la pelea contra el supervisor Kwon. Esta escena esta tan bien hecha, es tan intensa, y larga, transmite tanta acción, que bien me valdría toda la película. En corea se ruedan, normalmente, buenas escenas de acción, pero esta tiene un nivel superior, que me llega a recordar a películas como The Raid (aunque de lejos, que ahí eran artistas marciales los protagonistas). Consiguiendo incluso transmitir parte de la historia de los personajes en ella. Una delicia. Eso sí, recordad, Corea, gente con cuchillos, artes marciales y gritos. Nada de John Wick.Película que sólo puede verse lastrada a los ojos del espectador por su duración (129 minutos) y porque a veces cuesta seguir todo lo que ocurre (por el hecho de no estar acostumbrados). Pero que se ameniza con una buena banda sonora, ya que todo el rato sonará como si estuviéramos escuchando un film de blacksploitation, lo cual siempre ayuda mucho al ritmo.

Muy interesante si te gusta bucear vestido o ponerte tablas de madera en el pecho.

La frase: (ninguna reseñable)

La escena: Cuando la banda va a intentar ejecutar al detective Kwon.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2023