Nähtamatu võitlus (Rainer Sarnet, 2023) – 115 min. –
The Invisible Fight (Título internacional)
Un joven superviviente a un ataque de chinos hippies voladores en la frontera entre China y Rusia, decide transformar su vida y seguir el camino del kung fu religioso.
Película de Rainer Sarnet (el magistral director surrealista de November), una coproducción estona, lituana y griega.
Película que empieza muy muy fuerte. Con una batalla épica wuxia entre un trío de chinos hippies que decide arrasar con un puesto fronterizo ruso a base de puñetazos, patadas y música sesentera. Realmente unos 10 minutos que hacen que el publico se levante del asiento a aplaudir con el increíble poder de ese inicio. Con guerreros wuxia surcando las copas de los arboles y enseñando el verdadero poder del kung fu a unos comunistas.
Las palabras no llegan a describir lo increíblemente espectacular que es el inicio. Combate, estética, hilaridad. Es simplemente perfecto. Recordándome muy cercanamente a Kung Pow. Lo más cercano que veremos a una producción loca de kung fu fuera de china.
No nos llevemos a engaño, no dejemos que el gozo nos ciegue, por desgracia la película no va de eso. Muy por desgracia.
Tras la masacre y ver que nuestro superviviente ha sobrevivido, tocado por lo divino, este tendrá una vida anodina. En la que fusionará su pasión por el kung fu y la estética sesentera. Una moda que sobrevive en el underground de una unión soviética que no permite este tipo de desviaciones. Con la misma instrucción que recibiríamos de ver películas, este moverá las manos como un niño, mientras exhibe su enorme sonrisa a los puñetazos que recibe como si le hicieran falta.
Pasando a ser una narración surrealista sobre la iluminación en el camino del tao, mezclando la estética cristiana ortodoxa con la tradición marcial oriental. Donde nuestro protagonista intentara recorrer ese camino paso a paso para llegar a la comprensión universal.
Siendo sinceros. Tenemos un cortometraje de parodia de artes marciales maravilloso en el principio de la película, que intenta venderte el resto (y que al menos consigue que te quedes sentado en el asiento). A continuación tenemos una película mucho más lenta, más destinada a la reflexión a través del surrealismo y la parodia. Donde se debe pensar e intentar extraer cualquier pieza de información del metraje, no con poco esfuerzo. Es por eso que no termina de funcionar bien para el espectador. A diferencia de su metraje anterior (November) el tipo de surrealismo cambia de forma muy abrupta y eso produce que el espectador no se enganche. Por separado funcionaria, pero uno a continuación del otro es como un vino mal maridado. Lastima, por que prometía mucho.
Nuestro protagonista, recluido en un templo ortodoxo (para los que no lo conozcan, completamente diferente a lo que nos habitúa el sobrio catolicismo, una explosión de color e iconos constantemente). Intentará aprender la esencia de las artes marciales con tal de alcanzar la trascendencia. Siendo una rama muy nudosa que sera pulida por las enseñanzas de sus compañeros y maestros.
Encontrándose dificultades, tentaciones, maestros ignotos y todos y cada uno de los tópicos que puedas imaginar de una película china tradicional, pero con un barniz eslavo (especialmente soy fan del mendigo, un crack).
Un pez, completamente fuera del agua, que deberá aprender a nadar. Es justamente este juego de contrastes el que me lleva a pensar en la esencia de la película (más allá del humor y la parodia). Todo en esta película esta fuera de lugar. Kung fu en la unión soviética, el tao en un templo ortodoxo. Espiritismo en mitad de un templo religioso. Nos habla acerca de que en realidad todo está donde no pertenece, seamos nosotros o la naturaleza, todo ha sido movido de su posición inicial, nada permanece. Nada se mantiene igual, salvo la esencia del conocimiento, que está en donde menos lo esperas. Si mantienes la paciencia y el ánimo de espíritu éste acabará llegando. Y como el fuego que es compartido para encender una nueva vela, acaba iluminándote. Y una vez se enciende nada vuelve a ser visto igual.
O no, y todo viene de mi increíble afición por intentar buscar más allá en las películas a poco que me das cinco minutos. Ya me diréis vosotros.
Sea por la estética, muy muy lograda, especialmente en el templo, o por las actuaciones, especialmente la de nuestro protagonista, la película merece un vistazo al menos.
Como recomendación. Yo miraría por separado el principio del resto de la película. Haciendo una buena pausa entremedio. Os ayudara a juzgar mejor que viéndolo todo seguido.
Muy recomendable si te gustan los wuxia sesenteros o los flipados del kung fu.
La frase: Quiero dominar el verdadero poder del kung fu metalero.
La escena: El beso en el coche mientras daba un trompo.
Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)
TRÁILER V.O.:
