Mesto na zemle (Artour Aristakisian, 2001) – 125 min. –
A Place on Earth / A Place in the World
(Título Internacional)

Un grupo de mendigos rusos se establecen en una casa abandonada como una comuna hippie. Bajo el liderazgo carismático de uno de ellos, se establecerán como un templo del amor que intentará propagar sus enseñanzas entre mendigos, lisiados y locos.

Película maldita (paso totalmente inadvertida en su momento) de Artour Aristakisian, del que también se tiene el docudrama Ladoni (1993).
Antes de empezar, aviso a navegantes, tenemos ante nosotros una película no dura, durísima de ver. Donde no hay ningún tipo de censura y las ideas se muestran tal y como vienen. Que puede llegar a generar repugnancia incluso. Mostrando muerte, suciedad, decadencia, escenas muy explicitas tanto de sexo como de muerte y suicidio.

Una vez hecha la advertencia, comentar que, si se supera este escollo, difícil, inicial, se encontrará una película llena de poesía, enseñanzas y mucho material para discusión y reflexión. En cierto modo (y salvando las distancias) me recuerda a la obra de teatro de Alejandro Barona “La sirena varada”.

 

De hecho, la película, en gran parte tiene una estructura como de obra de teatro, donde los actores muchas veces hablan a la cámara para intentar transmitir las proclamas, mensajes, como en lugar de interpelar a sus compañeros lo hicieran directamente al espectador. Intentando transmitirle el mensaje directamente.

Tenemos una película dramática en blanco y negro de dos horas de duración. De bajo presupuesto, pero con grandes ideas. Que incluso podría llegar a considerarse un documental en algunos momentos.

Bajo la carismática e iluminada figura de un gurú se estructura una comuna de mendigos. El mensaje y el núcleo de la misma será el amor. La alegría. Pero no solamente en obtenerla sino en compartirla. Ya que como dijo un sabio hace tiempo “lo que no se comparte, se pudre” y en este caso decidirán que lo mejor es compartir su amor con todo lo que este cerca y necesitado. Mendigos, lisiados, locos. Nada estará lejos de su alcance. Ya que entre los que menos tienen ellos intentaran expandir su mensaje.Es el liderazgo iluminado de este gurú el que mantendrá unida la comunidad. Que vive entre una pobreza extrema, con momentos terribles como cuando, por ejemplo, no tienen ni platos ni cubiertos para comer y tienen que servirse la poca comida que tienen sobre hojas de papel. O como cuando una madre le niega el pecho a su hijo que llora para dárselo a otro hombre famélico.

Una comunidad bajo los postulados hippies más ortodoxos en una suerte de Rusia atemporal, ya que no llega a haber un marco claro para la escena misma. Que transcurrirá siempre en el interior de una casa tan ruinosa como la comunidad misma que la habita y solo se verán los exteriores breves momentos hacia el final de la película.

Un grupo que intentará convencer y forzar a los miembros que no están totalmente de acuerdo con esta idea de tener sexo con desconocidos mediante palabras y puros actos de manipulación psicológica y emocional. Ya que el mensaje es lo importante.Todo el metraje mostrará la miseria de la comunidad misma, que como todo ser vivo pasará de un nacimiento a una juventud gloriosa, una adultez con dudas y problemas, para terminar en una vejez decrepita y con achaques. Siendo cada apartado muy marcado, incluso temporalmente (unos 30 minutos por segmento). Me encanta que en el último segmento de hecho se utilice el sonido de las moscas para mostrar la misma corrupción que rodea la situación.

Por encima de esta historia, tendremos como indicadores del avance, la policía misma. Que empieza y acaba la película, retrotrayéndonos a la realidad. Y el papel de la verdadera creyente. Una mendiga que ira recorriendo la casa como testigo muda de lo que ocurre. Pasando de una habitación a otra hasta tener un momento de poder mostrar el torrente de sus emociones.

Una película con ideas muy fuertes que dan lugar a escenas aún más fuertes. Como la castración misma, que demuestra cuán inútiles son en la comuna y necesitados de una sociedad que ellos han rechazado y rehuido. Pero que a su vez tornan cada idea fuerte y aberrante en poesía misma para el espectador, como el momento en que recubren el miembro inexistente del castrado con cabello humano como si de un cinturón se tratara.Tan fuerte es en su creencia la comunidad que intentarán aplicarla a todos los aspectos de su vida, incluso cuando el dolor sea completamente desgarrador o la persona lo esté rechazando por completo.

Tenemos como ejemplo los mendigos que ante un simple beso o caricia se les ilumina la mirada para encontrarnos con un mendigo que rehúye el contacto y que no permite que se le acerquen para ofrecerle sexo ya que no quiere que entren en su alma a través de su piel.

Es fascinante como a través del rodaje consiguen darle la vuelta a la idea de felicidad y amor mostrando el lado más oscuro y horrible del mismo. La frustración, la negación, la mentira y el hastío mismo. Para volver a darle la vuelta otra vez. Con un uso muy acertado del reparto, deshaciéndose de personajes una vez su misión está cumplida en el rodaje.

El trabajo de los actores es muy bueno, de hecho, las miradas, los gestos sutiles, las caras de iluminado que ponen de vez en cuando o de servitud extrema. Dejándose llevar a extremos para tener una escena. Más chocante, cuando al revisar el casting muchos son desconocidos teniendo en cuenta que no he encontrado más películas suyas. Así que muchos, por no decir casi todos, los miembros del reparto, son aficionados (como bromeo siempre, gente a la que le han dado un bocata por estar allí). Y aun asi, no se ve nada aberrante. Todo está muy bien. Y los protagonistas consiguen emocionarte a veces. A remarcar el gurú de la comunidad Vitaliy Khaev y la verdadera creyente de la comunidad (que creo que es Tatyana Kuznetsova, es muy difícil trazar actores y personajes ya que en los créditos solo salen los nombres, sin referencia). Solo con sus actuaciones tenemos media película hecha. Su tránsito del éxtasis a la decadencia y decrepitud es glorioso.

La banda sonora, aunque escueta y no siempre está presente, es muy interesante y consigue arrancar momentos de mucha intensidad. Especialmente me gusta la parte final con el paseo por las escaleras. Consiguiendo arrancar dramatismo en una escena tan simple. Es muy buen recurso que para evitar diálogos o dilatar el poder de alguna escena simplemente tiren de la misma música. En este caso compuesta por Robert Wyatt.

Como únicos aspectos negativos, mencionaría su duración, dos horas. Pero en este caso, lo utiliza el director para estructurar la historia en segmentos de 30 minutos, siendo mi idea de que pretende reflejar las estaciones del año con ello, acabando precisamente en el invierno. Y los efectos de maquillaje. Se nota que hay muy bajo presupuesto y pobreza extrema en el rodaje, ya que para ser el 2000, hay algunas heridas que surgen en la película que dan un poco de risilla. Pero se perdona ya que rápidamente se advierte que esto no es una película con presupuesto. Creo que no tendrían ni para los bocadillos en algunos momentos.Resumiendo, una película fuerte, muy desgarradora, que intenta llevar al shock al espectador, busca tocar la fibra y a través de cierta repugnancia gana la empatía hacia los personajes e intenta transmitir ciertos valores que, aunque llevados a la practica en extremo son horribles, de adoptarse con matices la sociedad mejoraría.

La frase (dos de ellas):

  • Os daremos amor.
  • Todos los niños están sucios. Los adultos son como niños. Aquí no hay felicidad. Toda la gente necesita tratamiento psicológico. (Buen resumen de la situación ante una dura discusión).

La escena (es difícil escoger una entre tantas tan potentes):

El momento de la muerte del bebe, por lo insignificante y desgarrador del momento.

Vista en FILMIN dentro del Festival L’Alternativa 2022

Nota del autor:

8,0 ████████ (Muy Buena)

TRÁILER:

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente