Basada en las novelas de la galardonada escritora del género, Tana French. Esta serie sigue a dos detectives, Rob Reilly (Killian Scott) y Cassie Maddox (Sarah Greene) que se encuentran en la tesitura de resolver dos crímenes. Las víctimas son, una bailarina menor de edad encontrada muerta en un antiguo altar de piedra, y una mujer que ha sido apuñalada en una casa de campo abandonada. En principio, los casos no parecen tener nada en común. Sin embargo, descubrirán que existen factores que van a acercando los crímenes.
El tono es sombrío y serio, no da tregua al espectador. Los aficionados al género podrán encontrar cierta similitud en este ambiente con Broadchurch (2013-2017). La pareja protagonista hace un trabajo correcto a nivel interpretativo con unos papeles un poco complejos, atormentados por traumas, con una actitud ligeramente carismática pero un poco extraña y distante.
El caso criminal y los implicados, como por ejemplo la familia de la menor asesinada, son suficientemente misteriosos sin necesidad de inventar nada demasiado nuevo como para que queramos quedarnos a ver que pasa.
Arrranca con buen pie, buena nota y un halo que si saben mantener puede dar una buena serie de crimen.
TRÁILER V.O.