“[…] La simpleza de la animación va en consonancia con la de la trama […] niños pequeños, única y exclusivamente […]«
Oscar es un dragón, de una especie vorazmente carnívora, que decide voluntariamente ser vegetariano, Matilda es un erizo en un mundo de dragones y Coco un dragón que no sabe volar. Juntos forman una atípica pandilla de incomprendidos, que no son precisamente los más populares del lugar. Un buen día se produce el robo de uno de los elementos más preciados para los dragones: la hierba del fuego. Los tres amigos aprovecharán la ocasión para embarcarse en la aventura de traerla de vuelta y demostrar su valor a todos los dragones.
Hubert Weiland y Nina Wels nos traen la última pieza de animación europea, adaptación a la gran pantalla de las novelas infantiles de Ingo Siegner. Coco, el pequeño dragón es una apuesta por la sencillez, demasiada sencillez. Desde el primer vistazo a la película ya vemos una animación simple -dentro de lo siempre enormemente complejo de la animación-, un dibujo y unas formas muy básicas, como para niños de preescolar. Quizás ese es el primer gran rechazo que puede producir la película: es una película para niños muy niños. Entiéndaseme, aunque estén de moda las películas para niños que son para adultos, no considero algo negativo hacer cine infantil para un público exclusivamente infantil, pero también es cierto que eso reduce el público objetivo considerablemente, y que, a no ser que me esté leyendo un niño de seis años, va a hacer difícil que nadie que lea esta crítica no sufra los mismos rechazos a la película que sufrí yo. La simpleza de la animación va en consonancia con la de la trama, casi parece sacada de uno de esos -horribles- manuales de guión: el viaje, de unos personajes bastante planos y poco carismáticos, para recuperar algo que se perdió, plagado de obstáculos que, aunque a veces sean originales y divertidos, nunca suponen un problema que no se resuelva en menos de medio minuto.
Pero quiero matizar esto. Todas estas (malas) impresiones son las de un espectador al que la película no le estaba hablando. Toda esa simpleza en la que estoy redundando, no está ahí porque los creadores de esta película no den para más, estoy seguro. Es así consciente y consecuentemente, porque está hablando con niños pequeños, única y exclusivamente. Esta película no está pensada para la crítica, si me apuran, ni siquiera para el público infantil más cercano a la juventud. Sabe lo que quiere hacer y cómo lo quiere hacer: es una película muy honesta y eso, guste más o menos lo propuesto, es algo que siempre cabe admirar en quien hace cine.
Le pongo nota, pero no me la tengan en cuenta. Si tienen niños pequeños, llévenlos a verla y pregúntenles a ellos qué tal.
Distribuida en España por PAYCOM MULTIMEDIA
Nota del autor:
3,0 ███ (Mala)
Película en CARTELERA a partir del 11 de diciembre de 2016.
Título original: Der kleine Drache Kokosnuss
Primera proyección: Alemania, 18 Dic. 2014
Duración: 83 min.
TRÁILER: