High-Rise es la adaptación de la novela homónima de J. G. Ballard, dirigida por el enfermizo Ben Wheatley e interpretada por Tom Hiddleston, Sienna Miller, Jeremy Irons, Luke Evans y Elisabeth Moss. El director británico demuestra, de una vez por todas, que es capaz de hacer una obra mayúscula, dejando su estilo y gusto por la violencia al servicio de una historia que lo requería. Una película que está provocando el mismo nivel de amor que de odio, una cinta tan polémica como espectacular.
El doctor Robert Lang se muda a su nuevo apartamento buscando el total anonimato. Resignado a las complejas dinámicas sociales que lo rodean, Laing afronta la situación y se convierte en un buen vecino. Mientras trata de establecer su posición, los buenos modales y la salud de Laing se desintegran con el edificio y todos sus habitantes.
Alejado de la cutrez visual de sus anteriores trabajos, Wheatley dirige esta distopía en la que se representa la decadencia de la sociedad -el no futuro- a través de una comunidad de vecinos adinerados. Dentro de esa misma comunidad tiene lugar también una lucha de clases, pues los privilegios son mayores conforme el número de planta aumenta. High-Rise es una locura maravillosa y estimulante. Y no sólo es eso: también guarda una lectura muy interesante sobre el futuro de una humanidad cada vez más consumida por el capitalismo; individualista y despreocupada. Maravillosa. Eso sí, no es una película apta para todos los públicos.
Vista en PASE DE PRENSA en el Festival de San Sebastián el 22 de septiembre, San Sebastián-Donosti.
Nota del autor:
9,0 █████████ (Excelente)
TRÁILER: