The Maze Runnerb (Wes Ball, 2014) – 113min

Adaptación de la primera parte de la exitosa trilogía literaria escrita por James Dashner. Dirigida por Wes Ball, quién debutó como diseñador de efectos especiales para HBO y que se estrena hoy como director con esta producción destinada a un público principalmente juvenil. Amante de sagas, acné maquillado y chicos guapos.

Thomas (Dylan O’Brien, Los becarios 2013), el joven protagonista, incapaz de recordar nada de su pasado, despierta dentro de un ascensor que sube hasta un extraño campamento donde conviven un grupo de adolescentes y sus hormonas. Todos hombres. Bueno, chavales. Rápidamente le informan que su caso se repite una vez al mes desde hace 3 años. El campamento está rodeado de enormes muros que configuran un gigantesco laberinto más allá de las puertas. De día se abren y por la noche se cierran y el laberinto cambia su configuración. De día, “los corredores”, investigan sus caminos. De noche, nadie ha regresado nunca con vida. Existen un par o tres de normas de convivencia que Thomas no dudará en romper a la mínima y generar un debate interno muy cerca de las acaloradas discusiones entre Jack y Locke, aquél par de seres perdidos. Hay quien quiere investigar más allá de los muros y hay quién prefiere mantener el equilibrio y la paz. Y adivinen, ¿que hará nuestro pequeño Thomas? Correr.

El guión está excesivamente centrado en los juegos dialécticos de la narrativa del enigma. Aquello que podría darse solo al principio a modo de introducción y gancho, al final nos persigue en casi toda la película. Me explico. El texto está trufado de expresiones al estilo: “¡No, no vayas!”, “Nadie ha regresado nunca de allí”, “Nadie sabe lo que hay”, “Él fue el primero que blablablá”, “Eres la última que blablablá”, “Nunca nos dijeron que blablablá”, “Si haces eso será lo peor de lo peor” y un largo etc. de dos horas. Herramientas narrativas que funcionan muy bien para generar misterio y profundizar en las relaciones entre ellos con pluma melodramática. Imagino que este debate se daba en la sala de guión. “¿Les damos texto o les damos caña?” y ya que James Dashner, el escritor de la novela consta como co-guionista, ganó el texto. Así pues, de nuevo tenemos a un grupo de figuras de videojuego, que poco o nada nos interesa su existencia, y que se las pasan discutiendo tres cuartas partes del film. Y por lo que sabemos de los videojuegos, lo emocionante es superar pantallas. Subir niveles. Llegar al final. Vamos, correr. Y aquí Thomas no corre mucho. Lo emocionante es como Thomas se relaciona con los demás y va descubriendo su pasado. El laberinto, al final, queda un tanto como atrezo lejano. Eso si, un atrezo glorioso.

El diseño de efectos especiales va a cargo del mismo director Wes Ball, experto reconocido, que juega aquí con sus mejores cartas. Y el resultado es fascinante. La construcción del laberinto es majestuosa. Sin duda, el mejor personaje de la serie son esas callejuelas de hormigón vestidas de moho. Las gigantes paredes decoradas con kilométricas enredaderas se mueven al son de graves atmósferas y consiguen impactar lo suficiente como para tener ganas de perderse en el laberinto. Pero luego aparece el melodrama y quien quiere correr es el espectador adulto. Correr con un único objetivo: alejarse de la sala y colocarse lejos, muy lejos, de ese laberinto emocional adolescente.

Distribuida en España por FOX.
Vista en PASE DE PRENSA el 8 de Septiembre de 2014 en Cines Cinesa Diagonal, Barcelona.

 

 

Nota del autor:
3,0 ███  (Mala)

Trailer

Written by Pol Mallafré

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *