«El cine español tiene más prestigio fuera que dentro. España es un país con bastante carencia de amor propio.»
Olimpia Melinte es una joven actriz rumana de gran talento; ya ha protagonizado otro largometraje, la italiana “Siete obras de misericordia” (2011). Antonio de la Torre, un reconocido actor español que hace suyo cada papel que toca. Hablamos con ellos sobre “Caníbal” entre temas polémicos y también algunas risas.
Olimpia, has trabajado en Rumanía como actriz y actriz de doblaje y ya has protagonizado una película italiana y ahora ésta en España. Trabajar en países europeos ¿es diferente o similar?
Olimpia Melinte (O): Pues creo que depende de la película, para mí el equipo con el que he trabajado aquí en España es el más profesional. En Rumanía estamos buscando la “profesionalización”, el tener las cosas más claras. Aquí la industria es más fuerte y la diferencia es muy grande, aunque no hay tanta con Italia.
¿Quizás por el tema de financiación?
O: No. “Caníbal” es una co-producción con Rumanía. Me refiero a los ensayos, los lugares de trabajo y rodajes… es otro aire, en España hay más tradición, es más americano.
Verónica Echegui dijo en una entrevista a LGEcine y otros medios que no tenía nada que ver la industria del cine español con la de EEUU. ¿Podría ser un equivalente Rumanía – España / España – EEUU?
Contesta Antonio de la Torre (A). No creo, ni de coña. Rumanía hace unas veinte películas al año, en España ya estamos por las cincuenta o sesenta; solíamos hacer cien, pero estamos bajando mucho. No estamos como hace tres, cuatro años.
Y ya había problemas de financiación…
A: Bueno sí, pero más o menos… Mira, Tudor, el coproductor rumano, y Manolo (Manuel Martín Cuenca), que ha viajado mucho por festivales, dicen que el cine español tiene bastante prestigio en Europa y América como un cine de género; o sea, todo lo contrario a la etiqueta que le ponen aquí de “cine español” (lo entona simulando menosprecio). Es increíble cómo el cine español tiene más prestigio fuera que dentro. Pero este es el país que tenemos, un país con bastante carencia de amor propio.
¿Cómo se ha metido Rumanía en este proyecto?
A: Bueno, la actriz protagonista es rumana y eso es un peso importante. Se abrió el casting allí, una vía de financiación, se consiguió un socio (Tudor).
¿A partir de la actriz?
O: No, primero fue Tudor.
A: A partir del hecho de que la protagonista es rumana, no que sea Olimpia. En las oficinas de esta productora se hizo el casting.
Una última pregunta. A nivel interpretativo, había escenas un poco comprometidas.
A: ¿Qué entiendes por comprometidas?
El hecho de tocar el cuerpo de Nina. Carlos lo hace como su trabajo de sastre, con mucho detalle y mucha atención. El resultado es muy natural, pero fuera de cámara, ¿cómo os habéis sentido? (Se ríen)
A: Yo creo que lo vivimos de manera diferente.
O: Ay, Dios mío… Yo tenía tanto miedo de que alguien me matase… ¡Te lo juro! (Risas) Pensaba que algo pasaría con este hombre.
A: Es que yo me pasaba todo el día diciéndole: “¿Sabes qué me pasa? No te lo he contado nunca, pero yo soy un actor que a veces, en algunas películas, se me ha ido la cabeza. No salgo del papel y sigo haciendo lo que hace mi personaje” (Más risas) Y entonces ella decía: “Bueno vale, ahora ya me tumbo tranquila sabiendo que vas a coger el cuchillo”. También ayuda el que Manolo en algún momento dijese: “¡Clávaselo!, ¡que se lo claves!” (Siguen las risas). Ésto igual también fue un “factorcillo”; no todos los miedos van a tener que venir de mí. Y no sé por qué, por esas tonterías Olimpia va y se asusta. ¡¿Tú te crees?!
O: No sé por qué.
A: No cabe en ninguna cabeza lógica.
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