El Canal Historia nos presenta una de vikingos.

Para ser la primera vez que producen una serie enteramente de ficción, los de History Channel la han caracterizado con una fuerza y una pureza envidiables. Se nota el bagaje que han cosechado con otras series documentales como “Del mono al hombre” o “Cazando momias” entre otras, ya que la trama goza de una caracterización muy bien construida. «Vikings» nos narra un mundo con unas normas y un sentido del honor auténticamente vikingo, nada convencional si lo comparamos con otros relatos de la baja edad media a los que estamos acostumbrados, como bien le mostrará el protagonista Ragnar a su hijo Bjorn.

Una apuesta por la caracterización en detrimento de la veracidad histórica.
El argumento sigue las desventuras de Ragnar Lothbrok, un campesino y padre de familia relativamente humilde entre los vikingos, que decide revelarse contra su señor feudal, el duque Haroldson, y navegar hacia occidente durante el saqueo estival. Su viaje le lleva hasta las costas de Inglaterra, concretamente hasta una Northumbria gobernada por el rey Alle. Si bien la serie intenta reflejar una realidad histórica fidedigna, hay aspectos de la trama que no la siguen a rajatabla como, por el ejemplo, el origen tan humilde de Lothbrok en el momento en el que pisa suelo inglés. Aun así, hay que reconocer que tanto en los gravados, los blasones, las tácticas de combate o la construcción de los barcoluengos que se muestran en la serie son de una notable documentación histórica.

También hay que reconocer que estos cambios en la historia ayudan en gran parte a que la trama avance de una forma fluida. Por otra parte debemos tener en cuenta que la historia vikinga ha llegado a nuestros días mayoritariamente gracias a la tradición oral, lo cual dificulta el trabajo de los historiadores y hace que pese a los cambios introducidos, la obra en conjunto resulte más que interesante.

Unos personajes escalofriantemente simpáticos.
Otro de los puntos en el que se ha trabajado concienzudamente es la interpretación. A menudo nos encontramos con que el guión nos explica situaciones dolorosas o embarazosas difíciles de aceptar para la sociedad actual, y por medio del gran trabajo de los actores entendemos que la sociedad vikinga trata actos como el suicidio, el sexo o la religión mostrando orgullo o indiferencia. De todos modos, para aliviar tensión nos encontramos con un personaje simpático, Ahtelstan, un monje cristiano que Ragnar toma como esclavo y que irá descubriendo la sociedad vikinga a trompicones entre el miedo y la curiosidad.

Un paisaje apaciguador entre tanta sangre.

La fotografía, oscura en contraste, verde y frondosa, está bien conseguida. Goza de unos paisajes increíbles entre las montañas y costas irlandesas donde se ruedan los capítulos y de unos decorados igualmente bien ambientados, que saben al polvo y a la ceniza de los hogares de los grandes señores. La banda sonora es sobria y no destaca demasiado, pero tampoco hace falta, ya que la fotografía se lleva el mérito.

Written by Akira Funakawa

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