Título original: Dark Tide
Título alternativo: Aguas profundas (México)
País: EEUU
Primera proyección: EEUU, 8 Mar. 2012 (lanzamiento en VOD)
Duración: 114 min.
Director: John Stockwell
Guión: Ronnie Christensen, Amy Sorlie (Relato homónimo: Amy Sorlie)
Música: Mark Sayfritz
Género: Aventuras. (Tiburones)
Reparto: Halle Berry, Olivier Martinez, Ralph Brown, Mark Elderkin, Luke Tyler, Thoko Ntshinga, Sizwe Msutu
“La historia, sin ser nada del otro jueves, está cuidada y permite que nos impliquemos mínimamente a nivel emocional con lo que está ocurriendo […] Es más película de lo que pensaba que sería, nunca deja que te aburras y tiene algunos puntos fuertes”
Cuando me propusieron cubrir el pase de “Marea letal” (John Stockwell, 2012) y a pesar de no tener muy buena pinta, dije que sí por una razón: el buen rato que me llevé cuando vi la graciosa a la par que superflua “Piraña 3D” (Alexandre Aja, 2010). Pensé que sería un divertimento veraniego del estilo (aunque se haya estrenado en mayo) y que me echaría las risas que suelen acompañar a estos productos casi de serie B. Pues nada que ver.
“Dark tide” cuenta la historia de Kate (Halle Berry, “El atlas de las nubes”, 2012), la única persona en el mundo que hace buceo libre con tiburones. Afincada en Sudáfrica, vive para su pasión mientras prepara un documental sobre los escuálidos junto a su marido Jeff (Olivier Martinez, “Noche y día”, 2010), que hace de cámara. Hasta que sufre el ataque de un tiburón blanco, hecho que le hará perder la confianza en su habilidad, buscar una existencia más tranquila como guía turística y alejarse de su pareja. Pero los problemas económicos la acucian, y Jeff vuelve a su vida con una tentadora oferta: llevar al acaudalado Will (Ralph Brown, “Stoker”, 2013) y a su hijo Tommy (Luke Tyler, “Dredd”, 2012) a nadar con un tiburón.
La película empieza con una serie de imágenes de una belleza cautivadora, para ir sin dilación hacia una escena que nos muestra el tono en el que se moverá: la tensión de saber que algo nos acecha, que está allí y que en cualquier momento puede atacarnos. Todo ello potenciado por un excelente trabajo de dirección de John Stockwell (“Inmersión letal”, 2005) en el que cuando conviene la cámara pasa a tomar un punto de vista subjetivo que nos hace ponernos en la piel del personaje. A ello hay que sumarle un logrado equilibrio entre lo que vemos y lo que nos imaginamos, cosa que provoca que el espectador esté dándole permanentemente vueltas a la cabeza pensando en lo que no aparece en pantalla. La cámara es constante protagonista en la mayor parte del tiempo, llevándonos dentro y fuera del agua y haciendo que nos sintamos desprotegidos. Ese papel preponderante beneficia mucho al resultado final, aunque algunas veces peca de buscar planos complicados que no están al servicio de la narración; como muestra, un hombre en primer plano levanta una botella, tapando a Halle Berry mientras habla, sin que tenga nada que ver con lo que está ocurriendo. En cualquier caso, nunca se hace realmente molesto.
El papel que juega la luz también es de vital importancia, máxime cuando algunos ataques se producen de noche. Ello conlleva un grado más elevado de tensión en la escena, pero no siempre permite que quede claro lo que está ocurriendo, y eso nunca debería ser así, porque lleva al espectador a escudriñar de punta a punta la pantalla preguntándose quién es el tipo que parece que está siendo devorado. Por lo que refiere al nivel de gore que se le supone a una propuesta de estas características, decir que es tirando a bajo y que las escenas más sangrientas están rodadas elegantemente y no pretenden vender vísceras. Esa elección encaja perfectamente con la intención de hacer un híbrido entre el subgénero de “terror bajo el mar” y una película de superación personal. Porque “Marea letal” se diferencia de productos que pudieran parecérsele justamente en eso, en que tiene un guión con personajes bien definidos y con una protagonista que evoluciona a lo largo del metraje.
La historia, sin ser nada del otro jueves, está cuidada y permite que nos impliquemos mínimamente a nivel emocional con lo que está ocurriendo.Sobra decir que eso influye en que empaticemos con los personajes y que no se trate simplemente de ver quién es devorado y cómo, que suele ser la marca de este subgénero. Y todo gracias a que los guionistas, la debutante Amy Sorlie y Ronnie Christensen (“Locked in”, 2010), han dedicado tiempo a cada uno de ellos para que entendamos sus motivaciones vitales. Pese a tratarse de un trabajo digno, la poca experiencia de Sorlie, autora también de la historia, queda patente en algunos momentos de la película en que tira de recursos de manual exentos de cualquier tipo de creatividad, tales como el flashback para provocar emotividad; eso se nota sobre todo en el personaje de Walter (Sizwe Msutu, “Adiós Bafana”, 2007), que se lleva la peor parte.
También chirría una subtrama con cazadores furtivos que no está conectada a nivel narrativo con el resto de la historia; simplemente es una escena que queda aislada del resto, sin aportar nada a los personajes principales, causando la impresión de que la trama dominante no daba más de sí y necesitaban relleno para estirar el metraje.
En el apartado de interpretación, Halle Berry pone el piloto automático casi siempre, pero las pocas oportunidades en las que puede lucir lo hace. Olivier Martinez llena su personaje perfectamente, aunque como pareja de Berry se echa en falta más química. Mark Elderkin está simpático y entrañable como el fiel amigo que da el contrapunto cómico. Ralph Brown cumple perfectamente con su cometido de hacerse odiar por todo el mundo como arrogante multimillonario, y Luke Tyler es el que queda más flojo, aunque más por su papel que por demérito suyo.
Los paisajes y la fauna que retrata “Marea letal” son un regalo de la naturaleza; es uno de esos casos en los que estás en el cine y te entran ganas de coger el primer avión que salga hacia allí. John Stockwell se recrea en ellos, ya que es su gran baza junto a la tensión que crea en las escenas de los ataques de los tiburones y la espectacularidad de las grabaciones bajo el mar. Sudáfrica aparece como país de producción junto con EEUU, y probablemente se trate también de una estrategia de product placement (que el gobierno sudafricano haya financiado parte del presupuesto a cambio de que se dedique metraje a mostrar las virtudes del país).
“Marea letal” es más película de lo que pensaba que sería, nunca deja que te aburras y tiene algunos puntos fuertes. Considerando el tipo de producto del que se trata, eso es más que suficiente.
Distribuida en España por DeAPlaneta.
Vista en PASE DE PRENSA el 13 de Mayo de 2013 en los Cines Verdi Park en Barcelona
Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)
Promedio de notas:
No realizado. Película en CARTELERA a partir del 17 de Mayo de 2013.
FilmAffinity: — | CINeol: — | IMDb: — | LGEcine: 6,0
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