– «Jill, me recuerdas a mi madre. Era la mayor puta de Alameda y la mejor mujer que ha vivido nunca. Quienquiera que fuera mi padre, durante una hora o por un mes, seguro que debió de ser un hombre feliz«
Cheyenne (Jason Robards), a Jill (Claudia Cardinale) en «Hasta que llegó su hora» (1968)
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