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“[…] Construye lo trepidante desde una perspectiva lógica e inteligente […] Mantiene agudos todos nuestros sentidos para que podamos adentrarnos en su absorbente historia […] Una evasión segura y un entretenimiento feroz […]”

infierno blanco_posterJoe Carnahan (Ases calientes, 2007) cumple y aprueba con buena nota la misión de ofrecer al cine una nueva película de acción que no esté bañada en los aburridos y previsibles tópicos habituales. Se puede hacer buen cine de este género construyendo lo trepidante desde una perspectiva lógica e inteligente que nos dibuje una película como Infierno blanco, en la que su trama explora el viejo concepto de la supervivencia, situando a sus personajes sobre un escenario desolado en el que deberán hacer frente a todo tipo de peligros. Esta es una película que engancha por sus nutridos e interesantes diálogos, asusta por sus sorprendentes y hasta muy desagradables escenas de difícil digestión, y mantiene agudos todos nuestros sentidos para que podamos adentrarnos en su absorbente historia.

El problema llega cuando hay que darle salida a algunos momentos que se finiquitan con desenlaces ‘sentimentaloides’ o muy poco originales, y con una última parte en la que se va desinflando todo lo que tanto había costado conseguir; también, la a veces reiterada y casi abusiva utilización de unos ‘flashbacks’ que tratarán trasladarnos los recuerdos más agradables de su protagonista principal, merman en ocasiones la tensión creada en una escena, por su radical diferencia de ritmo con la secuencia que interrumpen. A pesar de ello, algunos encajan de maravilla y logran la que puede ser la intención del realizador, que es la de inyectar a la trama una buena dosis de tristeza, nostalgia y desesperación, visible en todos y cada uno de los personajes que la componen.

infierno blanco_001Un avión que se estrella en medio de ninguna parte. Un reducido grupo de supervivientes. Nieve. Lobos. Miedo. Son los ingredientes principales de una trama que nos sitúa dentro de un panorama que parece apocalíptico, con sus variopintos personajes atravesando mares de nieve a temperaturas de veinte grados bajo cero, aturdidos ante su incredulidad sobre lo que han visto, llenos de recuerdos que no desean abandonar, vagamente esperanzados por encontrar una salida, una señal de civilización, alguien que les pueda rescatar, y perseguidos por un peligro aún mayor si cabe que el del frío temporal que les invade y la escasez de medios para afrontar esta difícil aventura: los lobos. Entre los miembros del grupo se encuentra la persona ideal para enfrentarse a esta encarnizada lucha entre el hombre y el animal: Ottway (Liam Neeson), que trabaja como vigilante-francotirador para la compañía petrolera de la que también forman parte el resto de supervivientes, y cuya misión consistía en ‘limpiar’ de lobos las zonas en las que su empresa tenía que trabajar.

infierno blanco_002Una de las grandes virtudes de la película son sus personajes, cuidados al detalle para ofrecernos un retrato humano de sus vidas y acertando la realización al no limitarse al portentoso rol principal: aquí todos importan, todos resultan odiosos o adorables, transmiten. Para ello, las buenas interpretaciones de un elenco encabezado por un inmenso Liam Neeson (Furia de titanes, 2010), cuya atronadora voz posada sobre un tono melancólico atraviesa la pantalla para deleitarnos con un papel magistral. Brillante. El resto del reparto acompaña al protagonista con el desarrollo de sus buenos trabajos, destacando la divertida espontaneidad de Joe Anderson («Control«, 2007) como Flannery, la firmeza de Frank Grillo en su incómodo papel del miembro en discordia, Díaz, y la mirada desconcertante de Dallas Roberts (El tren de las 3:10, 2007) en el papel de Hendrick. Nonso Anozie, como Burke, aporta la nota de personaje entrañable, mientras Dermot Mulroney (Zodiac, 2007) consigue ser un buen aliado del grupo.infierno blanco_003La banda sonora, de Marc Streitenfeld (Robin Hood, 2010), alterna partituras muy discretas con otras que alcanzan el nivel de brillante pero no el de meritorio. ¿Razón? Que el plagio está al orden del día y es inevitable que venga a nosotros el recuerdo del famoso Adagio de John Murphy que se utilizó en Sunshine (2007). Pese a esto, también incluye buenos temas originales y el resultado musical encaja con el espíritu tranquilo, triste y desolado de gran parte de una película cuyos mejores momentos son aquellos en los que sus personajes se sientan alrededor de un fuego y hablan de ellos mismos sin casi recordar el peligro que les acecha; estas secuencias resultan brillantes y son las ‘culpables’ de ofrecer un retrato muy humano y sentido de sus personajes. También hace florecer el debate sobre la existencia de Dios, sobre el que las dudas aumentan ante situaciones tan extremas como las que padecen estos supervivientes. 

Visualmente (tanto por la fotografía de Masanobu Takayanagi como por el incomparable paraje sobre el que se desarrolla la acción) “The Grey” resulta magnífica, y también gracias a ello su conjunto se convierte en una evasión segura y un entretenimiento feroz.

Distribuida en España por DeAPlaneta
Vista en PASE DE PRENSA el 10 de Febrero de 2012 en Cines Palafox, Madrid. 

Nota del autor:
7,0
 ███████ (Buena)

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TRÁILER

 

 

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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