Título original: Lone Star
País: Estados Unidos
Primera proyección: EEUU, 21 Jun. 1996
Duración: 135 min
Director: John Sayles
Guión: John Sayles
Música: Mason Daring
“[…] Original e intenso drama de intriga fronteriza con un marcado toque de western actual, que nos acerca a lo más profundo de las entrañas de la corrupción, el poder, las relaciones familiares, las diferencias raciales e incluso, lo miserable de la condición humana […]”
Intenso recorrido del realizador John Sayles (“Hombres armados”, 1997) a través de las historias nacidas en el vigoroso argumento que compone la película aquí citada. Sayles nos habla de conflictos raciales, se adentra en los entresijos del poder y concede una vital importancia entre sus personajes a las relaciones paterno-filiales. Todo lo mencionado está envuelto de una densa capa detectivesca que se encarga de ir desenmarañando un apático Sheriff del condado Del Río, en Texas, tocado por la frontera mexicana y habitado en su inmensa mayoría por la gente que procede del territorio de las rancheras y el tequila. Se da pie también a un minucioso estudio cultural que refleja las lógicas diferencias y desacuerdos entre estadounidenses y mexicanos, lo que abre las puertas a la inclusión de una gran cantidad de datos de gran interés, muy de agradecer.
Para que todo tenga sentido en esta película, se apuesta por una misteriosa vía argumental que nos sitúa en el inicio de este filme en una zona desértica, con dos exploradores interesados, el uno por la botánica y el otro por la búsqueda de balas. Durante su búsqueda se topan con un curioso descubrimiento: un esqueleto humano semi-enterrado, con una vieja placa de Sheriff a unos metros de su cadáver. Llaman al Sheriff Sam (Chris Cooper) y las pesquisas de éste le llevan hasta la persona que durante los años 50 sembraba el miedo entre los habitantes del condado y tenía la corrupción al orden del día, aprovechándose de su cargo, también como Sheriff: el temido Charlie Wade, a quien no le temblaba el pulso a la hora de cerrar un local, dar una paliza o disparar una bala. El jefe, además, del padre del actual y anteriormente mencionado, Sheriff Sam: Buddy Deeds (Matthew McConaughey). El condado Del Río temía la presencia de Wade cuando éste hacia aparición en algún lugar, con las formas y actitud del que se sabe intocable y cree ser un rey, protegido por sus escuderos. La trama encuentra en los diversos flashbacks en los que se explican las tropelías de Charlie Wade (Kris Kristofferson) el camino para que el espectador no sólo comprenda lo que pasó, sino también cómo puede llegar a ser una persona y los niveles de maldad que puede conocer debido a una de las más enfermizas obsesiones del mundo: el poder.
En los flashbacks conoceremos, además de una portentosa interpretación de Kris Kristofferson, más historias relacionadas con el personaje que éste interpreta, además de ver los amores de la infancia del Sheriff Sam, cómo era el padre del protagonista, la evolución de la fisionomía del lugar, etc. El elenco de actores es de auténtico lujo y raya a gran altura en líneas generales. Si bien Chris Cooper (“Silver City”, 2004) se sale con su papel de Sheriff atormentado y en estado permanente de un aparente desánimo, y con una mirada que deja claro que el cargo que ocupa le importa tres pepinos, Kris Kristofferson (“Inquietudes”, 1985) aturde (para bien) con su increíble interpretación. Su persona debe creerse el rey del mambo, alguien completamente autoritario que vea en su cargo de Sheriff una autoridad que esté por encima de todo y de todos, que aterre con su presencia y que despierte repugnancia en el espectador: lo consigue. Sin duda, una interpretación para enmarcar. El viejo y malvado Sheriff Charlie Wade. También destacan dentro de esta igualada pugna en el podio de los mejores papeles de esta película, Elizabeth Peña como Pilar, Stephen Mendillo como Cliff, Ron Canada como Otis, Joe Morton como Del… y un largo etcétera. El trabajo de Matthew McConaghey es testimonial y demasiado breve como para tener el privilegio de aparecer en uno de los pósters principales de promoción de la película. Aunque el rol de su personaje sí sea bastante importante en el argumento, solamente lo es en las conversaciones y recuerdos de los personajes, apenas en los flashbacks en los que encarna al Buddy Deeds, el padre con el que nunca se llevó bien su hijo Sam.
La banda sonora es toda una seña de identidad de los lugares en los que se desarrolla el argumento, y no se queda al margen del ambiente multicultural que rodea el fronterizo condado Del Río, mezclando temas latinos como “Juana la cubana”, de Fito Olivares y su grupo, con populares rancheras mexicanas tan de agradecer como “Mi único camino”, del Conjunto Bernal, con el magnífico blues “Since I met you baby” del afroamericano Ivory Joe Hunter, entre otra gran y acertada selección musical. Un apartado dirigodo por Mawson Daring, que da vida propia a esta película, convirtiéndola definitivamente en un original e intenso drama de intriga fronteriza con un marcado toque de western actual, que nos acerca a lo más profundo de las entrañas de la corrupción, el poder, las relaciones familiares, las diferencias raciales e incluso, lo miserable de la condición humana.
Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)
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