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Dallas Buyer Club (Jean-Marc Vallée, 2013) – 117 min.-  

Dallas Buyers Club_posterCon Dallas Buyers Club se confirman tres cosas: Que Jean Marc-Valleè es uno de los directores más interesantes del momento, que el ascenso de calidad interpretativa de Matthew McConaughey es imparable y que Jared Leto continúa dignificando esto del cine con ese atrevimiento que siempre reserva a los papeles en los que tiene que darlo todo. Valleè nos transporta hasta los años más difíciles de quienes contrajeron el SIDA, retratando un mundo —nuestro mundo— en el que se antepone el negocio farmacéutico a la imperante necesidad humana. La urgencia de tratamiento para aquellos que luchaban a contrarreloj por mantener su vida chocaba con las trabas institucionales para comercializar determinados productos de probada eficacia: algo que arrebataría el monopolio al antirretroviral AZT, ofrecido como la divina panacea cuando su camino no había hecho más que empezar.

En ese contexto, Ron Woodroof (Matthew McConaughey), todo un vaquero de Dallas que se sustentaba mediante su trabajo como electricista, vio cómo la maldita enfermedad del SIDA se apoderaba de él, encontrándose asfixiado por un círculo de discriminación (ese universo cowboy) que achacaba su contagio a una relación homosexual. Con la cruz puesta y desesperado, lucha entonces por aprovechar cada minuto de lo que resta de su vida, buscando una solución milagrosa para él y, sin pretenderlo, para los demás.

Valleè, que ya había ofrecido uno de los mejores y más directos relatos sobre la discriminación a los homosexuales en C.R.A.Z.Y. (2005), adapta aquí un hecho real que toca, con mucho rigor, más palos que el padecimiento de la enfermedad de su protagonista: la disección de la industria farmacéutica como negocio con el beneplácito de las instituciones, la marginación del mundo gay por los reductos más conservadores y machotes de la sociedad, el dilema que se crea al separar la fina línea entre investigación médica clandestina o narcotráfico, las drogas como bien de consumo habitual…

dallas buyer club_001Todo ello se plasma con seriedad, realismo y contundencia, sin victimismo gratuito y a través de fabulosas interpretaciones como las de los merecidamente oscarizados Matthew McConaughey (El inocente, 2011) y Jared Leto (Réquiem por un sueño, 2000), en un conjunto en el que a veces se echa de menos alguna pincelada simpática que evite que decaigamos, dejándonos arrastrar por lo lineal del drama más absoluto. Su pausado ritmo y volumen de conversaciones hace que en ocasiones la cinta parezca más larga de lo que es. También, como error anecdótico, comparar el aspecto de los protagonistas con el de sus compañeros de enfermedad: mientras ellos muestran un físico lastrado por el SIDA, los demás relucen (aún con pequeños saltos cronológicos en el relato) como si el drama jamás hubiera entrado en sus vidas.

dallas buyer club_002Aunque no hay que cegarse por sus peros: Dallas Buyers Club es una buena película que nos habla de una realidad sin medias tintas, un retrato global sobre un cúmulo de aspectos que dibuja con acierto, una historia que indigna, despierta, lucha contra gigantes y va mucho más allá de la mera superación personal. Es la película sobre el momento que cambió la vida de millones de enfermos de SIDA gracias al inconformismo y a la rebeldía de un valiente: Roon Woodroof.  

Distribuida en España por VÉRTIGO FILMS
Vista en PASE DE PRENSA el 25 de Febrero de 2013 en los Cines Princesa, Madrid.

Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)

 TRÁILER

 

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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