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The Passion of the Christ (Mel Gibson, 2004) – 127 min.- 

«Fue traspasado por nuestras rebeldías, triturado por nuestras culpas; por sus llagas hemos sido sanados.» Isaías 53 – 700 a.C.

Y acto seguido comienza La pasión de Cristo, que me mantiene inmóvil durante toda su duración, casi olvidándome de parpadear e ignorando el hecho de que lo que tenía ante mis ojos, era una película, debido al descomunal realismo que transmite su historia.

Totalmente inmerso en su trama y sorprendiéndome con lo conmovedor y sangriento de sus escenas, que muestran las últimas y agónicas horas de vida de Jesús camino a su crucifixión, según el Nuevo Testamento, he disfrutado de su esperanza y he sufrido por la crueldad de lo físico.

Rodada en arameo, latín y hebreo (que eran las lenguas que se hablaban en la época de Jesucristo) y ofrecida con subtítulos, obtuvo la crítica favorable por parte de las autoridades eclesíasticas y gran división de opiniones en general, convirtiéndose en una de las películas más controvertidas de la época.

Pero lo cierto es que estamos ante un film bestial, en el que Jim Caviezel parece ser el mismísimo Jesús traído por Mel Gibson (Braveheart, 1995) para la ocasión. Sus escenas perfectamente enlazadas, una fotografía impecable y la música de John Debney sostienen firmemente su grandioso, intenso y bíblico guión.

Uno de los preciosos eslóganes con los que se promocionó la película en su estreno fue: «Hace 2000 años, un hombre desafió al mundo. Su mensaje era de amor

la pasion de cristo_002Nota del autor:
10
 ██████████ (Obra maestra)


TRAILERS:

 

 

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Miquel Alenyà
“[…] La película ofrece una representación muy realista del sufrimiento moral y del tormento físico. No olvida el aspecto humano del personaje, que en Getsemaní suda de miedo y angustia y en el Calvario se siente desamparado y abandonado […] El color es un elemento importante en la obra y tiene su propia simbología […] La interpretación de Caviezel es irreprochable, la de María (Maia Morgenstern) destaca por la verosimilitud, la contención del dolor interior y sobriedad de los gestos. Magdalena (Monica Bellucci) cumple con notable corrección. […] La obra pretende mostrar la historia de una pasión cruel y dolorosa, y lo consigue, pero cae en excesos evitables.” 7.

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

2 Comments

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