Le règne animal (Thomas Cailley, 2023) – 130 min. –
The Animal Kingdom (Título internacional)

Una nueva enfermedad esta asolando la sociedad. No se sabe porque ni el como pero algunas personas se empiezan a transformar en animales antropomórficos.

Película francesa que con una premisa fantástica muy sencilla nos da para tener un interesante relato dramático del que pueden extraerse muy interesantes reflexiones.

El inicio de la historia nos lleva hacia el fantástico, con una enfermedad de la que no se sabe nada. Ni su origen, ni vector de propagación, ni, obviamente, su tratamiento. Sólo se sabe que una vez empieza te transforma en un animal antropomórfico.

Lo bueno es el hecho de que la película no lleva al hecho fácil, en esta época postcovid, del miedo al contagio, el aislamiento y la locura pandémica. Simplemente se da como un hecho natural y asumido. Una suerte de lotería genética.

La película nos enfocará en la relación de un padre (genialmente interpretado por Roman Duruis, que lo habréis visto como protagonista en Coupez!) con su hijo. En una familia que ya ha sufrido el hecho de tener a un miembro atacado por la enfermedad. La madre. Que será mencionada en toda la película y servirá como trasfondo de lo que está ocurriendo.

Un metraje largo, de más de dos horas, pero que no aburre ni se hace lento. Realmente te mantiene pegado a la pantalla, buscando el doble sentido de todas y cada una de las cosas que el director te va mostrando. Tiene una buena banda sonora que ayuda a acompañar el metraje y consigue arrancar momentos verdaderamente emotivos para enternecer al espectador. El hecho de tener una fotografía preciosa, mostrando maravillosos bosques y lagos de la gascuña francesa. Bosques eternos y un verde que llega a doler por su abundancia. Un maravilloso paisaje que será el escenario de toda nuestra película.A lo que esta película nos intenta llevar es a unos pocos ejes principales.

El despertar de la adolescencia. Ante la situación que sufrirá nuestro pobre joven. Podemos hacer un gran paralelismo con el cambio hormonal que sufre cualquier adolescente. Incapaz de comprender los cambios que esta sufriendo. Recibiendo ayuda y comprensión de las personas cercanas. En una situación que es diferente para todos y cada uno de nosotros. Intentando ocultar el cambio y solo llegando a aceptarlo y encontrar la felicidad con ello al estar rodeado de sus pares.

La xenofobia, una de las principales bofetadas de esta película. Usando el termino animales en lugar de etnia, raza o cultura. Todo lo que no sea nosotros es inferior por ser diferente y debe ser contenido, aislado y si nadie mira, eliminado. Porque todo el mundo puede y tiene derecho a vivir siempre que sea lejos. Los comentarios mordaces, la violencia directamente o tomar decisiones por el bien de la otra persona serán la tónica. No hay minuto en que no se haga referencia a este concepto durante la película. Llevándolo al extremo ante la intervención militar. El puño de la mayoría masacrando al que es inferior. Especialmente sangrante es cuando se relaciona la situación con el sector médico. Haciendo lo increíble y lo inenarrable con tal de que las personas vuelvan a ser normales.El falso activismo, con una crítica muy ácida a mitad de la película en una conversación casual «además de llevar esta camiseta, ¿qué más haces?». Ilustrándonos toda la suerte de gente que aparentemente esta concienciada con una causa sobre la que, además de ponerse una banderita para quedar bien no se hace nada más. Otro detalle que me gusta es el hecho de ver toda clase de personas que defiende uno u otro argumento (no comas eso, que tiene tal componente, no uses esto que tiene aluminio) hasta que les afecta directamente. Momento en el cual todo parece perder importancia en base a la necesidad. Las maravillas de la superioridad moral.

A la coherencia de la historia sólo puedo recriminarle el hecho de abandonar por completo una trama que se había desaprovechado por completo al no meter en juicios morales a la agente de policía. Siempre presente en la historia, pero al final no aportando a la misma mas que su presencia.Por suerte para la historia, no se detienen en cuestiones ecológicas y de supervivencia (por no decir de las físicas) muy importantes de cara al realismo. Asumimos que es un film fantástico y somos felices con ello. Nadie quiere pensar en qué necesita para alimentarse un águila antropomórfica de 80 kilos. Ni que pasará si en lugar de animales monos como perros o cerdos empiezan a aparecer reptiles (serpientes devoradoras inteligentes, lo que todo el mundo necesita) o que pasará cuando aparezcan los insectos antropomórficos. Todo el mundo es activista pro derechos animales, hasta que aparece una araña de dos metros.

En lugar de ello la película opta por la belleza y una suerte de positivismo en mitad del horror genético que ocurre. Una lastima para mis intereses cinematográficos.

Película muy interesante que da para tener profundas reflexiones y conversaciones al respecto de los temas sacados por la misma.

Muy recomendable si te gustan los bosques franceses o hacerte las uñas con unas tenazas.

La frase: «Si vuelve a morderle tendremos que ejecutarle… al perro, no a su hijo».

La escena: La preparación de la pista de vuelo.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2023

Nota del autor:

8,0 ███████ (Muy Buena)


TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente