Zalava (Arsalan Amiri, 2021) – 93 min. –

Existe un enfrentamiento entre el estado y la superstición que tiene lugar en una pequeña aldea kurda, donde periódicamente son “asaltados” por un demonio y deben recurrir a los servicios de un exorcista. Película realmente deliciosa para el análisis.

Una pequeña aldea kurda, cuyo origen radica en la etnia gitana, ha sufrido episodios de ataques demoniacos. Estos poseen a miembros de la aldea. Los cuales solo tienen dos opciones, el ser exorcizados por alguna suerte de shaman que este por la zona o ser heridos para expulsar el espíritu de forma violenta. Normalmente con un disparo o una puñalada que suele tener divertidas, no para el implicado, consecuencias.

Debido a esta situación, vivir en este pueblo hace que tengas un nivel de estrés por las nubes y que toda la población tenga firmemente ancladas múltiples tradiciones ancestrales, léase supersticiones, para su defensa.

 

Siendo una de las más curiosas el hecho de que firmemente creen que el metal les protege de los espíritus (desgraciadamente creen en el metal de mentira, no en Manowar, sino otro gallo les cantaría) teniendo el pueblo sembrado de hojas y cuchillas por todos lados, e incluso llevan imperdibles en su ropa, en lugar de crucifijos. Cosa que mola bastante más y hace que les cojas cariño.

Esta muy bien observar como la única forma de catarsis, de liberación que tienen en este pueblo se consigue a través de estos rituales periódicos. Que aunque pueden acabar con alguien muerto dan paso a la fiesta post exorcismo. Como decían los Monty Python “y hubo gran regocijo”. Siendo las perdidas, un precio a pagar para seguir con vida.

Por otro lado tenemos a las fuerzas del gobierno, personadas en la imagen de un sargento hiperracionalista que esta vez ha dado un paso de más y ha sido suspendido del servicio. Es decir, hasta la fuerza de represión es reprimida. Alguien que al principio ves como una figura paternal y protectora para quien no lo ha solicitado (vamos, como el estado). Que siempre sabe que es mejor para ti. Y aunque no se duda de su buena intención y profesionalidad. Sus métodos y actitud son los que lo arruinan.Como cuando al principio de la película deciden incautar todos los rifles de una población de cazadores y luego arruinarlos para que no puedan usarse. Otra vez el estado monopolizando el uso de la fuerza “por tu bien”. Como cuando intenta humillar al chaman local, en público. Para destruir las creencias de la población y que se rindan a la luz de la razón.

Y aunque estoy del lado de la razón y la lógica, podemos ver que en algunos casos, usar la lógica como un martillo solo hace que la gente se vuelva impermeable, escudándose en sus creencias. Tenemos un protagonista que hace más mal que bien.

Pero ¿de qué va la película queréis saber? Retomemos el hilo. Ante el ataque del espíritu a la población. El exorcista ha conseguido confinarlo dentro de un bote. Que debe llevarse para alejar al espíritu y domarlo, para que al menos éste, no vuelva a atacar. Por desgracia nuestro sargento se reirá de esta costumbre, encarcelara al exorcista y esto nos llevara a una historia sobre las mismas bases de la fe, la razón y la misma existencia de las supersticiones.

Estas supersticiones vendrán personadas por el exorcista de la zona, el mejor actor de la película. Que consigue hacerte dudar constantemente. Que a través de la fuerza de su creencia consigue meterte dentro el típico “¿Y si?” hábilmente.

Y es en este limbo donde juega nuestra película. Todos sabemos que es una histeria colectiva, que los demonios no existen. Pero ¿y si existen? ¿Nos atreveríamos a dar ese paso? La película trata esto de forma muy elegante. Incluso en algún momento con mucha gracia. Como cuando el sargento se queda en el cuartel mirando el bote.

Película que a poco que la analices esta llena de grandes ideas. Vamos a contar unas cuantas más.

Como, ¿qué nos autoriza a atacar las creencias de otras personas? Es cierto que la lógica es mi guía. Pero ¿y si estas supersticiones no hacen daño a nadie externo a ese colectivo, y es su única forma de estar tranquilos? (no son pocas las veces que piden que se les deje tranquilos).

¿Hasta que punto tenemos ese derecho? Y si lo hacemos, hasta que punto somos responsables de los desastres que esto cause (que no serán pocos).

Aún mejor. Cuando vemos que toda nuestra lógica no deja de ser más que un escudo contra el miedo y el inconsciente. Y que ante suficiente presión, hasta el más racionalista puede quebrarse y empezar a creer.

Dando paso más a la abstracción incluso podemos decir que en este pueblo las fuerzas vivas se están enfrentando por el control del mismo. El sargento encarnando la represión del estado. La doctora la razón. Y por ultimo el exorcista que encarna la religión y el misticismo.

Caballeros, no hay nada como las turbas de gente “bien intencionada”. Y vaya turba que tenemos aquí, cazando brujas, demonios y lo que haga falta. Pero que nadie tema. Siempre que la turba se ralentice, ya no hay turbas con antorchas como las de antes, aparecerá un espontaneo liándola una y otra vez (no paraba de reírme en esos momentos).

Solo le voy a achacar una cosa y es una perdida de 10 minutos hacia la mitad de la misma para contarnos la historia del sargento. Innecesario completamente para el devenir de la trama. Pero bueno, siendo una película corta, tampoco voy a quejarme mucho.

En resumen, una historia muy sencilla, pero muy bien narrada y que da para pensar mucho.

La frase: «Si no crees en el diablo, abre este bote entonces».

La escena: Es difícil escoger solo una. Pero la turba final me parece hilarante.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2022

Nota del autor:

8,0 ████████ (Muy buena) 


TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente