Hunt (헌트) (Lee Jung-Jae, 2022) – 125 min. –

En la corea del sur de los años 80. La agencia de inteligencia coreana, la KCIA se verá en una situación imposible. Con infiltración de agentes de Corea del norte, tentativas de asesinato al actual presidente, que más que presidente es un dictador, e intentos de desestabilizar aún más la región por parte de EEUU (para “llevar la democracia” vamos).

Me encanta que inicien la película aclarando que no esta basada en hechos reales. Menos mal, puede que ser que con tanto disparo y explosión me confundiera.

Hunt es una cinta protagonizada y dirigida por Lee Jung-Jae (el protagonista de la serie del Juego del calamar, aunque yo lo prefiero en Along with the Gods (2018), o en la buenísima New World (2013)) y coprotagonizada por Jung Woo Sung (que trae otra película al festival, A man of reason).

En este caso, es una película de espías muy intensa, desde el principio hasta el final llena de traiciones, conspiraciones, juegos de poder, giros de guion y cambios de lealtades.

 

Combinando todo el tema conspiratorio con una crítica intensa a como funcionan las agencias de seguridad para con la población. Nada como un nivel de sana paranoia para que los derechos humanos sean algo de ciencia ficción. Obviamente, unas agencias tan humanitarias tienen un gobierno a juego, dejándote claro desde el principio, que Corea del sur es poco más que un estado pseudo militar para el momento de ambientación de la película. Donde no hay nada mejor que ser un estudiante pacifista para que se te considere una amenaza letal para el gobierno.
De partida, las películas de espionaje suelen ser muy densas y pesadas. Todos los giros de guion suelen atosigar al espectador, y en esta siendo tan constantes es un hecho real. Para paliarlo han recurrido a uno de los mejores ingredientes de esta cinta: La acción.

Trepidante, intensa, sin ningún tipo de limite… con unos tiroteos maravillosos que casi hacen saltar las lagrimas. Es como si Infernal Affairs (2002) se hubiera fusionado con una película de Johnie To (por ejemplo, Exiled (2006)). Tiroteos donde el desprecio por la vida ajena y propia son la norma. Por decirlo de algún modo. Aquí se ha venido a jugar, así que nadie va a buscar cobertura y desde luego, el único paso atrás es para tomar impulso. He dicho Johnie To, pero también podría ponerle en el saco de los filmes de yakuzas de Takeshi Kitano, donde no se ha ido a sobrevivir.

Lejos de ser la típica acción coreana (con palos y cuchillos) aquí hemos pasado a balas… muchas balas… todas las del mundo. Y explosiones. Teniendo escenas de acción muy bien elaboradas, sin coreografías, aquí nadie es un superhéroe. Realista, pero mal, es decir, aquí no se tiene miedo a morir, pero sí y mucho a quedar mal en la misión.

Solo podríamos mejorar esta parte si Chow Yun Fat hubiera protagonizado la película.

Empieza fuerte, con una escena de acción intensa. Para continuar fuerte y acabar en una fantasía de destrucción y muerte de casi 15 minutos de duración. No he visto una película coreana que haya llegado a este nivel todavía y me alegro de haberlo hecho en este festival. Ametralladoras, bazokas, explosiones, gente explotando, explosiones explotando y explosiones completamente innecesarias. No vaya a ser que nos quedemos cortos.

Un verdadero banquete para los amantes del cine de acción. Incluso os podré decir, que en una escena hacen una clara referencia a Heat (la de Al Pacino y Robert de Niro), con un tiroteo en una zona urbana que es digno de estudio también.

Solo le achaco una cosa, que debido a la complejidad de los juegos de poder que hay durante el metraje, hay momentos en que cuesta el seguir quien traiciona a quien. Llega a ser confuso durante la mitad del metraje el porque de algunas maniobras. Nada que no arregle el volverla a ver.

Eso sí, un detalle a su favor es el hecho de que, sorprendentemente en una film coreano no alarguen el metraje al final de forma totalmente innecesaria. Añadiendo 20 minutos más de dramas y lloro. En este caso, solo 2, un detalle. Se nota que el director ha visto películas occidentales para eso. Eso, nadie le quita el drama ni por un segundo en esos 2 minutos. Como siempre defiendo. Solo se entiende a Shakespeare hasta que se ha leído en el coreano original.

A nivel actuación, podemos decir que tenemos dos actores en estado de gracia. Bordan sus papeles, mostrando hábilmente todo el drama y las controversias por las que están pasando. Especialmente la la labor de Lee Jung, siendo el protagonista. Ya que en el caso de su coprotagonista es un pelín más fácil el llevar el rol del tipo duro.

Es especialmente interesante el ver como se comportan como personas sin el más mínimo escrúpulo ni decencia, ya que la misión es lo primero. Para luego ir encontrando resquicios y motivaciones en esa armadura impenetrable.

Por la parte de la banda sonora, todo bien, al nivel que se espera de una producción de este nivel.

A nivel conceptual, que os voy a contar. La típica historia de espías norcoreanos super fanáticos, super letales e igualmente entregados a la causa que han decidido cruzar la frontera para acabar con el gobierno, para desatar una guerra y reunificar a la brava toda corea. Mientras tanto los militares del sur también piensan en asesinar al presidente para acabar con el gobierno, parar una guerra y salvar el país. La trama se complica tanto como sus líneas de pensamiento. Podéis esperar toda clase de tópicos en este aspecto que ya habéis visto en otras películas del genero. Obviamente, aquí no se ha venido a hacer amigos.

Resumiendo, un peliculón que no debéis perder. Donde nada ni nadie es lo que parece. Y lo que es lo que parece, en realidad, tampoco lo es.

La frase: «Hacia mucho tiempo que no verificábamos su lealtad».

La escena: La operación fallida Pyo. Durante unos momentos sentí la misma intensidad que me daba la película Heat (1995).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2022

Nota del autor:

8,0 ████████ (Muy buena)

 TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente