Barbaque (Fabrice Eboué, 2021) – 87 min. –
Some Like It Rare (Título internacional)
Sinopsis: Revisitación de la historia de Sweeney Todd. Una pareja de carniceros por accidente mata a una persona vegana. Ante la desesperación deciden despiezarlo y acaban vendiéndolo en su tiendecita de pueblo. Transformándose en la sensación local. Empujándoles a iniciar una carnicería solo para gourmets.
La película más gamberra que he visto en mucho tiempo. Y por ello la amo. Comicidad sin limite y ningún tapujo a saltarse todas las correcciones políticas. No hay ningún tema tabú que no se toque. Afortunadamente tenemos el genero de la comedia slasher para defender el humor sin limites.
Me encanta la manera de tratar los personajes, con una pareja en crisis por las deudas, la ansiedad y la falta de deseo del marido, que les condena a una existencia gris y sin esperanzas. Que descubrirán en la venta de esa carne una nueva vida para su negocio y su relación. Dos personajes normales, con sus aficiones, que sacan la basura regularmente y te saludan en la escalera. Un acierto de la película, el tratarlo todo con normalidad, el costumbrismo del slasher. Con sus problemas vitales. Con la dificultad para encontrar sus presas y sus filias y sus fobias para asaltarlas.
Me encantan sus primeros pasos en el arte, con sus tropiezos y errores, como de un gatito aprendiendo a usar sus garras.
Creo que el director, que es el actor protagonista, ha tenido que sufrir en sus carnes el proselitismo vegano y la molestia de su mensaje. Empezando con el “No quiero imponer a nadie mi criterio pero…” hasta recorrer todos y cada uno de los tópicos asociados a ellos. Incluyendo el de justificar actos horribles, simplemente por estar en un plano moral superior al de los demás desde el que juzgar. Seguro que si miráis a vuestro alrededor encontrareis muchos ejemplos así. Una maravillosa forma de desquite contra todos aquellos que intentan imponer su punto de vista a los demás. Esta cinta ciertamente podría haberse hecho cambiando el objetivo (integristas religiosos, ecologistas, activistas políticos….) pero este era un tema que no se había tocado nunca. Y que debido a su brutalidad y sinceridad cruda no se si se volverá a tocar. Ya que no queda mucho más que contar al respecto.
Podemos seguir hablando de la masa gris que les rodea. Los pueblerinos, que como ganado comen cualquier cosa que se les ponga delante siempre y cuando sea considerada exclusiva o elitista. Nada para hacerles sentir mejor. Siendo los lobos los que empiezan a crecer y crecer, simplemente por estar en posesión de la verdad. Gracias a esto se hace una buena critica sobre la hipocresía y la docilidad. Puedes conseguir casi cualquier cosa de la gente, sin contar la verdad, pero mostrando una sonrisa.
Verdad no exenta de dudas, ya que hasta el asesino más sanguinario puede tener sus prejuicios, juicios y post-juicios sobre lo que se esta haciendo. Se puede ser un asesino, pero los valores son importantes.
Hablando de otros detalles. La banda sonora es todo un acierto, con unas canciones clásicas muy bien escogidas, que son otro motivo más para estallar en carcajadas. Siempre reivindico que la banda sonora es parte importante del film. Aquí cumplen con nota.
No me extrañaría que en algún paisa intentaran prohibir su visionado por el mensaje cafre que muestra. Van a haber cancelaciones maravillosas en todas direcciones.
La escena: El momento de cacería en que empiezan a mezclar con documentales animales (simplemente sublime).
La frase: «¡No es carne humana, es vegano!»
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2021
Nota del autor:
9,0 ████████ (Excelente)
TRÁILER V.O.: