The Stanford Prison Experiment (Kyle Patrick Alvarez, 2015) – 122 min.-
¿Qué separa el bien del mal? ¿Qué sucede cuando personas aparentemente buenas son puestas en un sitio malo? Philip Zimbardo, psicólogo y profesor norteamericano, buscaba responder preguntas como estas cuando desarrolló el experimento de la cárcel de Stanford en 1971. El estudio utilizó estudiantes universitarios que no tuvieran antecedentes penales ni problemas psicológicos para convertirlos en los guardias y prisioneros de una prisión ficticia creada por el equipo de investigadores liderado por Zimbardo. Durante el experimento, las dos partes tomaron sus roles muy en serio, lo que provocó que los guardias abusaran psicológicamente de los prisioneros y que varios de éstos sufrieran desórdenes emocionales. Así mismo, el profesor Zimbardo estaba tan ensimismado en su proyecto que permitió muchos de estos actos poco éticos bajo su supervisión.
The Stanford Prison Experiment, dirigida por Kyle Patrick Alvarez, retrata cómo fueron aquellos infernales días en los que se comprobó cómo el ser humano puede convertirse en una persona malvada dadas las circunstancias y al parecer, lo hace con bastante cercanía a la realidad puesto que el mismísimo Philip Zimbardo mencionó que el 90% de la película es fiel a los sucesos reales.
La producción cuenta con un reparto coral magnífico del que hacen parte varios de los más talentosos actores juveniles del cine indie actual como Ezra Miller, Tye Sheridan, Thomas Mann y Michael Angarano, quien, por cierto, se roba el show interpretando al cruel guardia apodado ‘John Wayne’. No sólo se destaca su increíble gama de actores, sino también su sutil dirección, la cual parece encaprichada con mostrar las más horribles facetas del ser humano a partir de su predilección por los primerísimos primeros planos que combinados con el claustrofóbico escenario, logran asfixiar al espectador y generan un sentimiento de aislamiento lo suficientemente efectivo como para sentir que el susodicho experimento es tan real como una prisión verdadera.
La película también revitaliza el debate sobre lo que sucedió en el experimento al mostrar los hechos tan perversos como pudieron ser sin agasajar ni condenar el trabajo de Zimbardo. Para la comunidad académica e investigativa del campo de la psicología, la prisión de Stanford fue una muestra de la horripilante conducta del ser humano en una situación extrema o un estudio poco ético sin bases científicas sólidas como para concluir que alguien pueda convertirse fácilmente en una persona malvada. Sin importar de qué lado pueda estar la audiencia, el filme cumple con su trabajo de entregar una mirada inquietante y a la vez imparcial sobre lo sucedido.
Vale la pena mencionar que este tenso thriller nos hará preguntarnos: “¿qué haría yo en esa situación? ¿Si fuera un guardia abusaría de mi poder? ¿Y si fuera un prisionero permitiría que abusaran de mí?”. Es incierto saber cómo reaccionaríamos cada uno de nosotros, pero el profesor Zimbardo dice en un punto de la película: “la única cosa que separa a esos dos (prisioneros y guardias) es una moneda al aire”. Es decir, el azar de la selección de los bandos es la única diferencia entre un prisionero y un guardia, por lo tanto la posibilidad de ser malo está presente en todos. Perturba pensar en lo que podemos ser los seres humanos.
The Stanford Prison Experiment es una pequeña joya que vale la pena ver ya sea por lo interesante de su historia real o por su casting de lujo y tensa narrativa. Una de las cintas más atractivas del año pasado y una película destinada a acompañar a La ola (2008) en las clases de psicología, sociología y pedagogía de las universidades.
Distribuida en España por –
Nota del autor:
8,5 ████████ (Muy buena)
Película en CARTELERA a partir del FECHA SIN DETERMINAR
TRÁILER – V.O.S.E.: