Esta incursión del querídisimo actor Robert Carlyle (28 semanas después, 2007) en la dirección tiene más que una sombra del estilo cómico de los hermanos Cohen, aunque, por supuesto, le falta algo de rodaje para estar a la misma altura. Pero se acerca, y el resultado nos gusta.
Un inspector desquiciado pero suspicaz, que no seria nada sin una superior abusona y trepa y un compañero leal que le saca del fuego las castañas; una madre «binguera» y maquillada como una puerta; un tonto del pueblo con fijación por el protagonista. Los ingredientes están en la mesa y la mezcla ya huele bien. Sazonamos con patetismo y mala suerte y listo.
Barney Thomson (Robert Carlyle) es un tipo sencillo al que le gusta el silencio y cortar el pelo. Sin complicaciones. Pero el mundo no le deja vivir su patética existencia tal como él quisiera y, entonces, suceden desgraciados accidentes. Empezando por la sospechosa pero totalmente inocente muerte de Willie, el hijo de su jefe, justo cuando le comunica que lo echan a la calle por no dar charla a los clientes. Y de ahí todo va de mal en peor, todo son reveses que la vida le da al pobre Barney para acabar convirtiéndolo en el principal sospechoso de una serie de asesinatos terribles. Al parecer el autor descuartiza a sus víctimas y luego les envía cachitos a las familias. Algo horroroso de lo que quieren culpar a Barney, un tipo aburrido que va de casa a la barbería y de la barbería a un piso vacío. A no hacer nada si no es soportar a la loca de su madre, interpretada por una grandiosa Emma Thomsom (En el nombre del padre, 1993).
Y, sin embargo, Barney Thomson está a puntito de convertirse en leyenda. No se lo pierdan, porque no tiene desperdicio.
Vista en PASE DE PRENSA en el Festival de Cine Fantástico de Sitges 2015 el 13 de Octubre, Sitges.
Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)
TRÁILER – V.O.