“[…] la maestría de My Old Lady es ver a los personajes capa por capa y como ya una vez despojados de todo, se ven como lo que so […] La excesiva lentitud en contar la historia es lo que lastra enormemente que el film de Horovitz no sea mejor«
Curiosamente, creo que es de las primeras veces que pienso que el título traducido al español es más acertado que el original, puesto que la trama en su amplia mayoría va sobre el enredado que hay con la herencia de la casa que Mathias (Kevin Kline), un neoyorkino sin un duro, recibe tras fallecer su padre, la cual se encuentra en París. Sus intenciones son claras: vender la casa para conseguir dinero. El problema surgirá cuando se encuentre que también ha heredado un pequeño “extra” que es a la señora Mathilde (Maggie Smith) y a su hija (Kristin Scott Thomas), las cuales permanecen como viager*, una práctica que aún existe en Francia y que frustrará por completo los planes de venta de la casa.
La historia dirigida y escrita por Israel Horovitz nos lleva a un entramado en París que va más allá de una simple herencia, siendo los secretos que se ocultan en ella lo que más interés suscitará. Nos encontramos con tres personajes (Mathias, Mathilde y Chloé) que como una margarita, se irán deshojando poco a poco. Quizás la maestría de My Old Lady (título original y poco acertado) es ver a los personajes capa por capa y como ya una vez despojados de todo, se ven como lo que son.
Por alguna extraña razón a Kevin Kline siempre lo he considerado un actor más de comedia que de drama, pero por encima ambas cosas, lo tengo considerado un gran hombre de teatro. Aquí da vida a Mathias, un hombre de unos cincuenta y cinco años con poca perspectiva de futuro, siendo el tema de la herencia su salvación tras un pasado frustrado entre divorcios y malos recuerdos, además de su adicción al alcohol. El personaje de Mathilde encarnado por Maggie Smith a simple vista parece el de una mujer huraña y con no muy buenos propósitos a la hora de recibir a su nuevo huésped, el cual de una sensación de querer aprovecharse de ciertos desconocimientos que éste no sabe. No obstante, veremos que más allá de los secretismos que esconde (los cuales son bastantes), se encuentra una mujer algo desdichada pero firme en sus decisiones. La pieza angular será Chloé, la hija de Mathilde (Kristin Scott Thomas) que no querrá ni ver en pintura al nuevo inquilino y con la que acabará existiendo una curiosa simbiosis.
La excesiva lentitud en contar la historia es lo que lastra enormemente que el film de Horovitz no sea mejor. No obstante, Una Casa en París es una historia sobre el pasado de un hombre común que llega a París buscando seguir su vida y en donde acaba encontrando la redención.
*viager: En un acuerdo viager, el comprador paga un precio reducido, pero sólo toma posesión cuando el dueño muere.
Distribuida en España por GOLEM
Vista en PASE DE PRENSA en Cines Renoir Floridablanca el 04 de Agosto, Barcelona.
Nota del autor:
6,0 █████ (Correcta)
Película en CARTELERA a partir del 07 de Agosto de 2015