Título original: La grande bellezza
País: Italia
Primera proyección: Francia, 21 May. 2013 (Festival de Cannes)
Duración: 142 min.
Director:
Paolo Sorrentino

Guión: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello

La gran belleza es una película que habla de lo que significa para Jep Gambardella (Toni Servillo) ese frío y mundano universo de la alta sociedad en el que la riqueza puede ser el mayor capítulo de miseria. Fiestas chic, círculos intelectuales ahogados en copas de Martini, diálogos demoledores forjados con pluma de acero, inspiradoras estampas de la exquisitez de una silenciosa Roma con intenso aroma a Fellini que se erige como el mejor ejemplo del auténtico significado de la belleza, y cuyos caminos y rincones transitados por sus protagonistas suponen un deleite visual prodigioso…

Me he enamorado de esta película, en la que mi muy admirado Paolo Sorrentino (El amigo de la familia, 2006) se gusta más que nunca, se disfruta como nadie y arroja sin reparos contra el guión (escrito junto a Umberto Contarello, de Un lugar donde quedarse, 2011) y ante la cámara todo su potente despliegue de imaginación y atrevimiento, con ese buen manejo del ritmo que viene demostrando a lo largo de toda su filmografía. Ha vuelto a servirse de su mejor actor, Toni Servillo (Il divo, 2008, Las consecuencias del amor, 2004), para adentrarse en la historia de un antaño novelista, hoy periodista de reputada tinta en publicaciones artísticas y culturales, que recorre con parsimonia e incredulidad todo ese cielo de estrellas artificiales en el que se ve representado lo más selecto de la società.

Pero la cinta, una profunda y continua espiral de contrastes con fuerte arraigo filosófico, es más que Jep Gambardella aunque éste sea el hilo conductor de todo el argumento. Es la amistad, el amor, la religión, la vida. Un plano de todo ello. Son las intensas sensaciones que compone el entramado de una preciosa película de la que no quise desprenderme hasta el último crédito final. Un paseo a través de los parajes más bellos de Roma, atravesando las puertas de los lugares más prodigiosos de la capital italiana (a esto, en exclusiva, se dedica una monumental escena), en los que se filman toda una serie de secuencias memorables y sobre las que fluyen unos estupendos diálogos que dan lugar a la reflexión, pero que también divierten por lo que hay escrito en esas líneas que son pronunciadas por un exquisito reparto, encabezado por el siempre magistral Toni Servillo (enorme en su papel) y continuado por figuras como un extraordinario Carlo Verdone (Manuale d’amore, 2005), entre otros muchos.

Todo aquí es lo que el propio nombre de la película indica, pero la belleza podría resultar empalagosa si ésta fuera la única protagonista del film. Para que la belleza sea posible debe existir su contrapunto, y en la última creación de Paolo Sorrentino, pese al riesgo de quedar embelesados con los ambientes preciosistas que como en un lienzo son aquí trazados, la belleza siempre está cercada, amenazada desde no muy lejos, por la indigencia moral y carencia de humanidad de muchos de sus personajes y circunstancias, situados en el otro extremo de algunos roles tristes, solitarios y apagados que también se dan cita en La grande bellezza y por los que acabas sintiendo una tremenda simpatía.

 

La gran belleza es una obra maestra que navega a través de secuencias que transmiten una cautivadora y envolvente sensación hipnótica por la que te sientes atrapado, engalanada por un mundo de luces, colores y sombras perfectas —maravillosa fotografía de Luca Bigazzi—, un prodigioso guión y una banda sonora que, fusionados todos estos puntos, se generan los contrastes de los que nos quiere hablar Sorrentino. Y esto se hace mostrando sus situaciones a través de choques visuales, de armonía y de emociones que reflejan ese mundo explorado por el director napolitano y mostrado desde diferentes perspectivas. Una película para disfrutar sintiendo y para sentir disfrutando en la que Sorrentino se la juega siendo más él mismo que nunca (se permite el lujo de cortar una celestial secuencia inicial amenizada por un coro, con la estruendosa pero trepidante y disfrutable intrusión de una fiesta de más de seis minutos a ritmo del Far l’amore” de Carrà remixado por Bob Sinclar, con más significado del que aparenta) para firmar la que para mí es la mejor película de este maestro, la mejor que he visto de 2013 y, sin duda, la más inspiradora en mucho tiempo.

Distribuida en España por WANDA VISIÓN
Vista en PASE DE PRENSA el Viernes 29 de Noviembre de 2013 en CINES PRINCESA, Madrid.

Nota del autor:
10 ██████████ (Obra maestra)

Película en CARTELERA a partir del 05 de Diciembre de 2013.

CURIOSIDADES

Durante una entrevista en la emisora italiana Radio 2, Paolo Sorrentino afirmó que en algún momento de la producción pensó en llamar la película «L’Apparato Umano», título de la novela de ficción escrita por el personaje de la película protagonizado por Toni Servillo, Jep Gambardella. IMDb.com

El personaje de Talia Concept es una referencia clara a la artista Marina Abramovic. IMDb.com

La película está dedicada al jugador de rugby y periodista italiano Giuseppe D’Avanzo, amigo de Sorrentino, fallecido durante la producción de la película. IMDb.com

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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